Eres mia

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Camila pvd

La verdad no recordaba nada acerca de Lauren, pero haría lo posible por hacerlo y cuando la veía era imposible no pensar en cosas incorrectas, esta noche sería especial. Mi primera vez, o al menos eso pensaba.


—¿Te está gustando la cena Lauren?— pregunte tranquila dándole un sorbo a mi copa de vino.

—Si-si, esta muy rico todo— Dojo mientras se limpiaba con una servilleta, era tan linda cuando se ponía nerviosa.


—Que bueno que te guste porque yo lo preparé— le sonreí seductoramente.


—Eres muy buena para cocinar Camila—


—Y no sólo para eso— me levante de la silla y fui hacia ella.


—¿Camila que estás haciendo?— pregunto aún más nerviosa.

Yo seguía acercándome a ella, me senté en su regazo.

—Sabes Lauren, esta noche es especial, ¿sabes por qué?— recorría con mi dedo su mandíbula.


—po-por-¿por que?— se contenía las ganas y se podía notar.


Me acerqué a su oído y le susurré—¿Quieres que te responda o que te muestre?— me retiré con una leve mordida en su lóbulo, sabía que eso la volvía loca.

—Yo-yo no se— como vi que ella no haría nada tome su mano y la lleve a mi habitación.


—Camila, ¿quieres hacer.....— puse mi dedo índice en sus labios para callarla.

—Shhhhh, hablas demasiado— dije sobre sus labios.


La aventé a mi cama y empecé a besarla sin control, sentía esa necesidad de explorar todo en ella. Me puse sobre ella tratando de no poner todo mi peso, daba leves besos en su cuello y volvía a regresar a su boca. Mordí su barbilla levemente y continúe con mi camino de besos a su cuello.


—Camz— jadeaba algo excitada.

—Silencio Lauren— no separe mis labios de su cuello.

Poco a poco fui quitándole su ropa, primero la chaqueta, después su remera. Su abdomen plano tan lindo y sexi, por inercia me mordí el labio.

—Por favor camz no hagas eso— me rogaba.

—¿Hacer que Lauren?—me acerqué a ella y sobre sus labios mordí el mío— ¿esto?

—¡Demonios!— exclamó y las posiciones cambiaron, ahora ella estaba sobre mi— me pones tanto camz— empezó a besar mi cuello lentamente, y por cada beso yo me sentía en las nubes.

—No lo dudes Lauren, sólo hazlo— empezó a sacarme el vestido. Sin dejar de darme besos por todo el cuerpo.

—Eres tan hermosa— dijo mientras me miraba de arriba abajo.

Comenzó el apasionado beso, nuestras lenguas sintiendo la de la otra, explorando cada centímetro de la boca contraria. Nuestros labios saboreandose entre sí. No había lugar de su boca que no quisiera probar, ella era tan dulce.
Aún en el beso fui bajando mis manos hasta desabrochar sus jeans, ahora estaba presintiendo que Lauren ya sabía que esto pasaría, pues traía lencera de encaje negro. ¡QUE SEXI ES ESTA MUJER!

Ahora ambas estábamos en ropa interior, yo también traía lencería de encaje, pero era rojo, claro porque yo sabia de esta cena, y en lo que terminaría.
Fue bajando beso a beso hasta mi abdomen, hasta encontrarse con mi intimidad.

La Niñera De Mi Hermana|| Terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora