La Niñera De Mi Hermana|| Terminada||

Una esperanza

*La reclusa Lauren Michelle matrícula 735512, tiene visitas*

Lauren pensó que tal vez serían sus amigas pero eso no podía ser, ya que era martes y ellas tienen colegio entre semana y los únicos días que van es el sábado

Al llegar Lauren a la sala de visitas no pudo reconocer el rostro de aquel hombre, un poco canoso, como de 50 años, con traje y un maletín.
Intentó darle la mano para saludarlo pero el hombre hablo inmediatamente

—La señorita cabello me mando y tengo instrucciones para lo que debo hacer— saco de su maletín unos papeles.

—wow wow, Barajeemela más despacio señor, no sé de qué me está hablando— se sentó en la silla.

—Soy un socio de la señorita cabello— la miro con seriedad.

—Pero Camila no podría tener socios, ni negocios, ni nada, ella solo es una chica muy tierna. No creo que en tan solo 1 mes que llevo aquí adentro ella haya dado un cambio tan drástico— cruzo sus manos.

—Se sorprendería de ver a la señorita cabello ahora, no la conocí antes, no sé cómo era, pero ahora es muy fría y directa con las cosas que quiere. No estudia pero tomo lugar en la empresa de sus padres y hace las cosas bien— el hombre seguía viendo muchos papeles.

—¿¡En solo un mes!?. Eso es muy muy drástico— se hizo un poco hacia adelante para poder hablar bien.

—Así son las cosas señorita. Ahora bien, como le mencioné antes, tengo instrucciones de lo que debo hacer— le mostró los papeles a Lauren.

Tardó unos pocos minutos en leerlos y al terminar se sorprendió por ello.

—¿¡Qué es todo eso!?— dijo asombrada y algo furiosa.

—Como pudo verlo, él está en prision, se demostraron muchas cosas en una corte que tuvo hace una semana, su condena no es tan grave como la suya pero al menos con esto va escarmentar— volvió a meter los papeles a su maletín.

—Juro que cuando salga, yo....— el hombre la interrumpió.

—Usted no hará nada, ¿y sabe por qué?— Lauren negó— porque cuando usted salga de aquí, será puesta en libertad condicional, tendrá que pasar determinado tiempo para que puedan dejarla libre totalmente, así que por favor señorita cuide sus movimientos una vez esté fuera— no tenía expresión alguna, solo la miraba serio.

—Esta bien, tratare. Pero ahora dígame, aparte de informarme de esta desagradable noticia ¿por qué está aquí?— se volvió a cruzar de brazos.

—Estoy aquí para que sea reducida su condena a solo 7 meses o incluso que puedan darle libertad bajo fianza y pueda salir de inmediato.

—¿¡Que!? ¿Está hablando en serio?— Dijo Lauren asombrada.

—¿Me ve cara de que yo suelo bromear?—En ningún momento hizo gesto de empatía alguna.

—Bien, lo siento. ¿Y cómo hará eso? ¿Dónde está Camila?— Lauren estaba cada vez más desesperada por saber de Camila.