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Comenzar de cero. Lo indicado por mi hermana mayor.

Voy a recordarles lo que me pasó en los últimos días de este último mes.

El mismo diecinueve de agosto, Río tenía su fin, nos quedamos con tres medallas de oro; Judo Femenino, Hockey masculino y Vela mixto. De allí una de plata; Tenis individual masculino.
Así Argentina obtuvo una mejor posición que no tenía hace sesenta y dos años.

El veinte de agosto, en la misma mañana subimos en un avión rumbo a España junto a las cuatro muchachas que juegan Voley más mi hermana que nos terminamos quedando hasta pasado el veintisiete.
El veintisiete de agosto, se suspendió el desfile de los trajes de baño Bodytech colombianos, por riesgo de tormentas eléctricas este quedó para el próximo 10 de septiembre.
Esa misma tarde, estaba en Florida, esperando por el gran Photoshop con Victoria Justice, el cual fue un éxito total.

Para el veintiocho estaba en Nueva York, en pleno verano.

Entrar al prestigioso Arthur Ashe Stadium. Me sentí como en casa.

Argentinos a mi derecha, a mi izquierda, en el centro, y en todos los extremos a los que mi vista llegaba argentinos acompañados de otros argentinos.

Mi entrada me indicaba la primera fila del extremo más ancho de la cancha de tenis.
Mi asiento era el FX'7' tomé asiento cuando calentaban para comenzar el partido.

Jugaban Juan Martín Del Potro en primera ronda de uno de los torneos más importantes del Grand Slam el Us Open 2016.

Al sentarme al lado de dos muchachos estos comentaron entre sí. Eran las siete de la tarde en Manhattan, y era increíble la vista que tenía el techo del estadio.

Mientras tanto Delpo practicaba saques desde atrás de la línea.
Voy a contarles el por qué estoy todavía en Estados Unidos y no en directamente en España o Argentina.

*Flash Back*

La mañana del quince me levanté a las ocho por obligación de mi celular era martes y debía entrenar a la mañana para lo que sería una larga semana.

El camino hasta mi habitación se me hizo difícil.
Los argentinos iban y venían por los ascensores y pasillos, y obviamente las escaleras no eran mis amigas.

Igualmente al bajar vi que el calor se asomaba por las ventanas de luz que tenían las escaleras.

Recibí varios mensajes esa mañana, pasaba que uno de esos era el de mi madre, invitándome para la semana de cumpleaños de mi padre y que el tenía un anuncio muy importante para mí. Hasta el momento yo pensaba que mi hermano se casaba y tenían que hablar conmigo tal vez para finalizar la ceremonia en España. Pero de hizo agua y humo ya que terminaron.
Por otro lado, tenía agregado a los contactos a Martín. Junto a siete mensajes.
«La próxima me dejas una nota» 9:25
«Fui a buscarte y no estabas» 9:49
«¿Donde estas?» 9:49
«¿Tienes alguna relación con Facundo Conte?» 9:49
«¿Como es eso de que te trago la tierra?» 10:20
«Tal vez te perdiste...» 11:05
«Voy a entrenar» 11:26

Y así es como comienza todo; dicen.

El mismo día estabas sentado frente a mi puerta hablando con uno de los directivos de la asociación de FeVa, me dijeron que preguntaste por mi a cada persona que pasaba por allí.

—¿Éstas loco? –le pregunté cuándo lo empujaba para entrar a la habitación– No puedes quedarte todo el día así, observando quien va y quién viene.

—No fue mi culpa que te fueras sin decirme nada.

—No tengo por que hacerlo, no conozco a ningún hombre que se preocupe por eso, y estoy segura que ni existen. –le dije mientras tomó asiento.

—Entonces mirame. –soltó y yo reí sarcástica.

—Hacemos una cosa, te vas. Subes las escaleras vas a tu habitación, te das un baño, pones un poco de música, llamas a tus amigos, vienen y fin.  Me das menos problemas a mi, y menos líos a Brasil.

—¿Problemas?

—Vete sí.

—Problema, me llamaste problema.

—¡Yo no te llamé problema! ¿Que te pasa? Actúas como si nos conociéramos de toda la vida.

—No me voy a ir hasta que me lo digas.

Si algo se bien es que las confusiones traen problemas y los problemas a más problemas.

—¿Decirte que?

—Que eres capaz de afrontar los siguientes días conmigo.

Y mi cabeza y mis ojos dieron una gigante vuelta y sin querer un pequeño «Whats» sarcástico salió de mi.

—No hagas eso –me lanzo un almohadón que lo recibí en mis manos, no sabía si reír o lanzarme por la ventana, pero estaba más dispuesta a reírme que otra cosa– te hablo enserio...

Y ahí fue que comprendí. Yo me compraba como una adolescente, como si antes no hubiera vivido ya esas emociones. No me daba cuenta que él aunque fuera hombre tenía más edad que yo y había madurado.
Cosas que yo no estaba acostumbrada, claro como no entenderlo.

Era obvio que mis relaciones eran pura joda y no duraban ni semanas, el tenía cinco años más que yo, le  gustaba disfrutar de su vida tranquilamente sin dejar que otros lo lleven por delante pero tampoco llevando a otros por delante.
Mi vida se caracterizaba por dejar de lado los muchachos que me habían interesado. En donde había quedado mi yo anterior.

Tranquilamente fui avanzando día a día. Lo había olvidado.

Había olvidado que tan pesadas eran ese tipo de relaciones.
Y me había acordado por que no las había querido volver a tener.

Yo conozco lo perra que pueden ser las mujeres para obtener lo que quieren, y los hombres lo fácil que son para dejarse caer.

*Fin FlashBack*

J.M. Del Potro ™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora