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El viernes 2 de diciembre me levantó a las 11:50. Cuando Paulina entra gritando en español desde el balcón.

—¡No lo puedo creer! ¡NO LO PUEDO CREER! –dijo y dio un pequeño salto y dejó caer unos papeles en la cama.

—Dejame dormir… –le dije mientras me lanzaba en la almohada y me cubría con unas sábanas.

—¡VOGUE! ¡VOGUE! –grito el nombre de la revista que para mi representa muchísimo por lo que me levanté sin pestañear y la observé.

—¿QUÉ?

—EN NEW YORK

Paulina a penas llegó a mostrarme los papeles de un nuevo contrato.
La revista de moda más importante del mundo; La Vogue estadounidense.

—Quiere hacer un book al aire libre, en la edición especial de novias… ¡CON 500 PÁGINAS!

Y pronto abrí mis ojos más de lo normal.

Observé a simple vista el resto de los papeles y habían dos pasajes de avión, lo que significa mudarme nuevamente.

« 3/Dec/2016 ✈ Airport international of LA, California 18:30hs. »

Suspire.

Nunca pensé que esto me cansará alguna vez.
Nunca pensé que quisiera quedarme en mi país.
Nunca pensé en no querer viajar más.
Nunca pensé que prefería dormir en una cama en vez de dormir en un asiento de un avión, con un nuevo destino, realizando lo que me gustaba.
Y pues estuve triste todo ese día.

Si bien Paulina estaba para conseguirme esos tratos, mi antiguo mánager no los conseguía tan rápidamente y al menos tenía el lapso de una semana para descansar.
No había llegado a desempacar tan rápido, me despedí de Martín a través de mensajes y llamé a mamá advirtiéndole que saldría el mismo viernes a la mañana.

Y para las 19, estábamos en Los Ángeles.

Llevaba la maleta en mi mano y chocolates en la otra.

—Creo que no podrás ver a Arthur antes de las fiestas, si el no viene cerca del 17, lo lamento mucho. –anunció Paulina y yo apreté mis labios, para simplemente no decir nada.

Tampoco es que sabía que me sucedía.

—Últimamente con Arthur has estado de mal en peor, y haz manejado a los hombres a tu antojo.

Ante la confesión de Paulina, la observé pendiente de lo que me decía.

Si pudiese manejar a los hombres como quisiera, sería una de las mujeres con más suerte del universo, y eso lo tengo claro.

J.M. Del Potro ™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora