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Un mes.

Hace un mes que comencé a salir con Arthur Miller. Las cosas marchan fascinantes. Con él y nuestra relación.
En el asunto de mi madre es un poco complicado ya en Argentina, junto a mi padre, mi hermano y su ex-novia que vuelve a ser su novia.

Exactamente hoy, cuatro de noviembre de cumplen un mes de haber comenzado la relación de amistad y amor, especialmente.

Como decir que todo lo que anteriormente tuve fue un error.
Arthur lo demostró, con sus acciones, sus palabras, todo en sí de él.

El cuarto día de noviembre, a las ocho de noche pisábamos tierra Argentina.

Desde hace mucho tiempo que no visitaba esa zonas, ezeiza no estaba tan congestionada como siempre.
Era ya de noche y el cielo estaba despejado.

Hasta que llegamos a casa, no pasó mucho.

Mamá me recibió normal.
Papá cuestionando un principio de relación con Arthur.
Y Clarisa mientras que acababa de llegar observaba raramente a Arthur.

Se saludaron antes de que los presentarán.
Se conocían.

Una más para mi teoría de que el mundo es muy pequeño.

Arthur decidió ir a quedarse en un hotel. Principalmente nunca mi padre me ha dejado llevar un hombre a casa y ni mucho menos que quedara a dormir como toda una pareja normal. En eso Arthur se dio cuenta al instante. E insistí en ir con el, pero sería algo muy obvio y a Arthur le parecía que al menos debía tener algunos momentos con mi familia.

Ni bien se fue, no esperé al discurso de mis padres y me fui a mi antigua habitación recordando en especialmente mis quince años.

Estaba todo igual e impecable.

Aunque aún así me seguía sintiendo un poco vacía. Como un sentimiento de que algo me falta. Y más exacto creo que es en realidad Martín.

¡A DÓNDE QUIERO LLEGAR CON ESTO! Sinceramente me dieron unas terribles ganas de llorar.
Por que exactamente no tengo con Arthur lo que me gusta, osea no tengo a Martín y si no lo tengo me falta todo.

Por eso el vacío.
Por eso esos sentimientos.
Por eso eso nervios en mi estómago.

Estúpida.
Estúpida por dos.
Estúpida por millones.

Lancé la almohada en la que recostaba mi cabeza y está impacto en la pared, seguido de dar un importante pequeño grito.

¿Por qué?

No pasaron los segundos para que buscará mi celular y comenzará.

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DelPotro

Me aparecieron algunas fotos como inicio.
Con su perro.
Con su hermana.
En una fiesta.
Con Fede DelBonis.
Con un relator de fútbol.
En una fiesta.
Tomando mate.
En una fiesta.
Y… ¡PAM!

NO-LO-CREO

—¿Que mierdas! –grite al aire mientras observaba la estúpida foto de Martín.

No recordaba un momento tan difícil como ese. Tan sólo es una foto que habla por sí sola.

Martín y Calleri.

J.M. Del Potro ™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora