J.M. Del Potro ™

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El 30, volvió a jugar Martín por la segunda ronda y ganó por tres set a uno frente Schwartzman.

El 1 de septiembre, juego por la tercera ronda frente al número dos de España, David Ferrer y le ganó por tres set a cero.

El 3 Martín jugo por la cuarta ronda frente a Thiem y le ganó el primer set y el segundo iba arriba por 4-3 y frente a un dolor muscular abandono el juego dejando a Delpo como ganador.

El día 5 estaba allí, en cuartos frente a Stan Wawbrinka.
El japonés Nishikori ya había echo lo suyo con Murray y esperaba del otro lado a Delpo o a el suizo Stan.

Ese día en la jornada noctuaba lamentablemente perdía el primer set llevándolo al Tie Breck por 7-6. En el segundo fue 6-4. Y el tercero lo ganó Delpo con 6-1. Y cuando iban en el cuarto estaban 5-2 con triple match point por 30 a 0. Los mismos argentinos alentaron mucho más fuerte mientras se juntaron provocando que a Martín se le cayeran algunas lágrimas.

No recordé sentir tanto fervor por gente desconocida como ese día.

Era ¡Nueva York!
Un argentino en Manhattan.

Y como descubrílo.

Nada más peor que eso ¿Como sentirlo?

Aún no entiendo la parte en la de donde yo me encuentro en Estados Unidos, observando atentamente un partido de tenis.
Podía darle algunas vueltas a la idea de que el que jugaba era Delpo, y de que seguramente en unos días seamos más que amigos, pero así no funciona mi mente ni mis acciones.
Realmente Martín tenía algo en sí.

Y quedó eliminado.
Quedaste eliminado.
No podía creer que no me había dormido, incluso se me habían escapado algunas lágrimas. Lágrimas de orgullo.

Orgullo, es lo que sentí por ti.

Y no hubo ningún otro día qué hubiera sentido tanto como ese día.

Y mira qué yo no derramó lágrimas por hombres.
Papá, una vez me hizo llorar.
Una vez. La primera, la última y la única. Hasta ahora.

Leo Mayer, me consoló. Dando alientos a Martín cada vez que podía y regalándome un abrazo.
Él lo entendía más que nadie.

Tu despedida tardó de las 1:40 a las 2:28 exactamente.

Felicidades Delpo, desde el lunes 12, estarás en el puesto 63.
Y recuerda que comenzaste el año en el puesto 1.232.

Te dije tres veces en la noche que me hacía calor ¿verdad?
Pero era cierto, me hacía calor.

Estabas triste, como cuando perdiste frente a Murray en Río.

Te recuerdo, por que estuve allí.
Estuve las horas después.
Y noté tu caída y tu estado de ánimo.

Bebito.

Te acariciaba el cabello, mientras observábamos una película.
Qué, en realidad, yo no prestaba atención y tu mirada estaba perdida en el televisor plano.

Intenté hacerte algunos peinados en tu cabeza, pero no resultaban.

Y tardaste, no mucho pero, los dos ya sabíamos que las cosas ya habían pasado, que era tiempo de volver a comenzar y estar todavía más firme.

Y es así, se pierde o se gana..
Y estoy segura que más veces se pierde. Pero no importa, cuando por fin ganas, es tanta la satisfacción que ya no importa cuántas veces hallas perdido.