J.M. Del Potro ™

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24 de noviembre/ 2016

El jueves, amanecí un poco mareada.
Normal para mi.

Desayune fuera del hotel, específicamente frente al puerto, en donde se dice que si visitas Croacia debes visitar su puerto, que es una de las mayores atracciones que tiene.

Fui al baño mientras Paulina me indicaba por donde.

Hacia un poco de calor, pero a pesar de eso el clima estaba para una pequeña lluvia.

Me retoque el labial rosa y observé un poco la estructura y el interior del restaurante.

Cuando regrese, el restaurante cada vez estaba más lleno.
Volví a sentarme junto a Paulina y pedimos frutas, café, algunas cosas dulces y una jarra de jugo.

Mientras Paulina, me comentaba sobre que quería hacerse algo nuevo con su cabello mis vista fue interrumpida mientras alguien se sentaba al lado de Paulina.

—¡CAAAROOOO! –anunció el muchacho que acababa de sentarse al lado de Paulina y tomaba mis dos manos que estaban sobre la mesa.

—¡LEO! –le grite sacando mis manos y escondiéndola ante su aproximadad.

—¿Cómo estás preciosa? –me preguntó– ¿Podemos sentarnos aquí? –le preguntó a Paulina y ella aprobó un poco desorientada y yo negué.

Leo Mayer, hizo señas hacía atrás y en un segundo apareció Fede Delbonis dejándome un beso en la cabeza y sentándose en la punta de la mesa ente Paulina y yo, después apareció Daniel Orsanic me dio un beso en la mejilla y chocó los cinco con Leo y tomó asiento en la otra punta de la mesa entre Leo y un lugar vacío que se suponía que quedaba libre para Guido Pella o Juan Martín, y obviamente prefiero ocho veces a Pella.

Llegaron un par más de la delegación argentina e hicieron poner dos mesas más, y para mi mala suerte, nadie quería sentarse conmigo. Y cuando sentí presencia al lado mío, quise darme la cabeza con la mesa, pero sólo me anime a colocar mi cabeza sobre mi antebrazo que estaba recostado en la mesa.

—¡Activa Delpo! –le gritó Leo y era demasiado obvió.

Sentí que me acariciaron el cabello y rápidamente me levanté.

—Ni se te ocurra tocarme, Martín.