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Después del pequeño incidente con Juan Martín le comenté a Paulina todo exactamente todo sobre toda mi vida. Ni me moleste en resumirlo mientras caminaba por las costas.

Esa tarde comencé a promocionar la ropa deportiva a través de instagram.

25 de noviembre/ 2016

El viernes, a la mañana acudí al arena Zagreb, dónde comenzaba el gran evento en donde comenzaría el final de nuestra historia.

En donde todo inicia de cero.
En donde Croacia iguala en cero a Argentina.

A la mañana me coloqué un poco de ropa invernal (multimedia) y baje a desayunar en el hotel.

Pronto se hicieron la dos de la tarde y ya todo estaba listo para comenzar, pero sería imposible que pudiera estar para la primera ronda jugarían Marin Čilić y Fede Delbonis.

Cuándo se hicieron las tres, estaban comenzando a jugar.
Mientras comenzaba con la cesión de fotos en el puerto.
Fueron unas cuantas fotos que Paulina se encargaría de administrar.

Cerca de las cinco regrese al arena en donde, Fede perdía los dos primeros sets por 6-3 y 7-5. Y cuando por fin pude bajar hasta la cancha me dejaron sentarme al lado de la delegación croata.

Fede comenzaría con el primer saque en el tercer set.
Con fuerza lo ganó en 3-6 y lo cerró rápido. Hasta que decidí mirar hacía el lado derecho, donde se encontraba la delegación argentina. Obviamente debía haber una muchacha representando alguna de las marcas Argentinas. La había, y estaba sentada muy cerca de los jueces de línea.

El cuarto set lo ganó fede nuevamente por 1-6 con 5 breck points muy importantes.

Cuando estaba por comenzar el quinto set, un hombre alto me dijo que en los vestidores estaba mi siguiente cambio, con el que saldría a la cancha en la próxima presentación.
Y fui a los vestuarios, me dieron está vez la campera oficial y una falda azul a juego con la campera.
Cuando salí de los vestuarios, de pasada me encontré con la sala de los  jugadores argentinos. Y no me animé a tocar. Simplemente seguí mi paso.

—¿Caro? –preguntaron desde atrás y gire para ver quién era.

—¡Ah Leo! ¿Como va? –le pregunté y lo saludé.

—Bien… Ahí estamos. Me mandaron a preguntar si tenían una heladera por aquí ¿no sabes?

—Cada sala tiene una…

—¿Dónde? La nuestra no la tiene.

—Está en una… como en un estante, no se como explicarte.

—Vení, pasa –me hizo señas y abrió la puerta– dale, que si te encanta delpo ahora no te hagas la otra.

—¡Leo! –le grité ante su pequeña confección y después de un segundo me hizo pasar a la fuerza y mientras entré camine por el pequeño pasillo que tenía la sala y fui directamente a la mini cocina.

—¿No la saludan a Caro? –preguntó mientras yo estaba buscando el estante. Y lo observé sin decir ninguna palabra.

—¡Caro! –grito pella desde el sofá– Aquí tengo un amigo para presentarte… Delpo. Vos nada más tenés que activar.

—Aquí está ésta porquería leo. Me voy ahora.

—No me bajes los cambios así, sorry. ¿eh? –dijo y me abrazó– Yo se que se gustan.

—Salí que tengo novio.

—¡Te veo después! –dijo al instante que salía por la puerta.

La presentación estuvo buena, hasta que me enteré que jugaba Martín.
En el segundo punto Ivo Karlović y Juan Martin Del Potro.

Apenas comenzó el juego Martín ganó el primer set por 4-6.

El segundo set lo perdió por 7-6 en un Tie break.
Y para el tercero y el cuadro los ganó en  3-6 y 5-7.

El día había terminado cerca de las ocho en Zagreb.

J.M. Del Potro ™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora