La hija de Voldemort

Capítulo 2

Trence mi cabello y delinee la linea de agua con un color negro para resaltar el amarillo de mis ojos. Hice una mueca al mirar el monstruo que era en el espejo. Solo tenia trece años y había sido capaz de cometer actos que una niña de mi edad no debería, asustaría y mataría de miedo a cualquiera. Me sentía débil esta mañana y no podía darme el lujo de serlo, sonreí con ironía. Estaba aquí por una razón, por una simple y obvia razón. Potter, Harry Potter. Tus días se volverán un infierno, un doloroso infierno que yo me voy a encargar de formar. Ya Hogwarts no seria seguro para ti pequeño fideo, ni para ti, ni para nadie. El viejo Dumbledor se va a arrepentir de haberme traído a este mugroso lugar. Marcaras la diferencia. Pfff... Puros delirios del barbudo que ya necesita retirarse lo más pronto posible.

Parpadee varias veces para poder salir de mi trance. Tome mi varita guardándola en mi mochila y salí de la habitación que Dumbledore había preparado especialmente para mí. Subí a la sala común dado que mi habitación estaba en lo más profundo de las mazmorras. Había que mantener a las víboras lo mas alejado posible. Y al llegar a la sala común pase de largo directo hacia la salida, ignorando las miradas de todo ser viviente que estuviera a mi alrededor.

Es ella.

No entiendo como pudieron aceptarla.

Es un fenómeno.

Esos y muchos comentarios más oía a mi alrededor. ¿Y ellos piensa que sus patéticos comentarios me afectan? Por supuesto que no. Entre en el comedor y en ese momento fui un imán de miradas, todas las personas presentes me voltearon a ver.

- Señorita Riddle. - gire un poco mi cabeza y observe a MacGonagall quien era la que me hablaba. - Este sera su horario, procure no llegar tarde a sus clases. - me miro de manera severa y sonreí, esa sonrisa de te voy a joder la vida. Ella frunció el ceño y yo solté reír sin ningun tipo de emoción mientras caminaba hacia la mesa de las serpientes.

- Diana.

- Malfoy. - hicimos un pequeño asentimiento de cabeza en forma de saludo y mire mi horario. Maldito viejo. Tendría que coger cada una de las clases, todas. Al menos hoy solo tendría cuatro, pero desde mañana seria ocho clases por día. Maldito. Seria muggle muerto.

- ¿Que clases tienes hoy? Nena. - Pregunto Blaise.

- Primero que nada no me digas nena. - lo mire extremadamente mal y él sonrió con todos los nervios del mundo, rodé los ojos. - Y contestando a tu pregunta mis clases de hoy son...

• 8:00 a 9:00 Pociones con Gryffindor
• 10:30 a 12:00 Runas Antiguas con Revenclaw
• 1:00 a 2:30 Tengo Herbologia con Gryffindor
• 4:00 a 6:00 Tengo Adivinación y es grupo mixto

- ¿No estamos en el mismo año? Tu horario es muy diferente al nuestro. - me dijo Draco mientras miraba el suyo.

- Yo tomare clases con los de cuarto y quinto año, cursos mas avanzados. - la cara de Blake fue de total confusión, rodé los ojos nuevamente.

- ¿Como?

Sonreí de medio lado y me coloque de pie mientras los miraba. No tenía hambre así que no había probado un solo bocado. Me dirigí a la salida del Gran Comedor. Tenía posiciones con los leones así que tenia que volver a las mazmorras. Ver la cara de Snape tan temprano no era la mejor manera de empezar el día.

- ¡Muévete!

Sentí un golpe en mi brazo y luego sentí un dolor mi fuerte en el trasero al caer al suelo. Fruncí el entre cejo molesta y tome mis libros mientras sentía unas risas tras de mi. Sea quien sea los voy acabar.

- Te diría que lo siento pero te grite que te movieras.

Coloque los ojos en blanco y bufe molesta antes de girarme y encontrarme con unos brillantes ojos azules llenos de diversión. Fruncí mas mi ceño si era posible y él sonrió antes de extenderme su mano.

- Te ayudo.

A este que mosca le pico se notaba que no sabe quien soy. No, no lo sabía y si lo hacia no entendía como seguía con esa sonrisa estúpida. Me provocaba las ganas de golpearlo. Mire su mano y luego lo mire a él ¿O esta loco o enserio quiere morir?

- Sabes una foto dura mas.

Y rió, fruncí más mi ceño ante el alegre y feliz sonido. Aparte su mano y yo sola me coloque de pie sin dejar de mirarlo

- Idiota.

- Tu en cambio eres muy linda.

Y vuelvo a rodar los ojos, me gire encontrándome con otro par de ojos azules mirándome, sacudí mi cabeza fastidiada. Estaba viendo doble.

- ¿Enserio no saben quien soy? Porque me están jodiendo demasiado como para saberlo.

- Todos lo saben.

Mordí mis mejillas internamente sintiendo el sabor metálico a sangre y ambos rieron.

- Quítense de mi vista o los sacaran de este colegio con los pies por delante.

¿Yo dije eso? Porque mejor no les lanzaba un crucio y seguía con mi camino.

- No nos das miedo dulzura.

-Créeme deberías tenerlo Weasley.

- ¿Como lo sabes?

Sonreí internamente y empuje a uno de ellos para poder pasar. Tanto pasillo y ellos en medio de mi camino. Provoque que se quejara cuando lo hice aún lado, exagerado.

- Se demasiadas cosas.