La hija de Voldemort

Capítulo 30

¿Cuanta maldad puede habitar en una sola persona? ¿Cuanto tiempo permitiremos que el odio pueda con nosotros llevándonos por caminos llenos de oscuridad y rencor? Realmente la venganza, el odio, el rencor podrá con todo y contra todo. La sangre manchando sus manos. Esas personas que causan dolor porque sienten dolor, las que lastiman porque los lastimaron o también existen las personas que tienen un delirio mental que los están llevando a la locura y esa locura estaba arrasando con todo lo que te colocan enfrente.

Todos tenemos maldad y bondad en nuestro interior. Debemos saber bien por camino por el cual nos vamos. Solemos creer que no tenemos opción pero tenemos que saber que siempre hay opción... para la gran mayoría. Aunque siendo la otra parte de personas que no tienen opción, aprendí que debemos comenzar a crearlas nosotros mismo. Yo no escogí el camino en el que me encuentro, así como tampoco escogí que mataran a mi familia y que día tras día a causa de un entrenamiento me torturaran hasta hacerme sangrar. Así como hubieron cosas de las que no tuve elección sobre otras si. Elegí seguirlo, elegí levantar mi varita hacia un inocente, elegí llenarme de odio hasta no poder con el. Pero ya no quiero eso, muy en el fondo nunca lo quise pero eso era lo que tenia en ese momento y lo acepte a manos llenas. No tenía en quien confiar, no tenía en quien apoyarme y no me importaba nadie.

Ahora busco con desesperación como salir de la oscuridad que me rodea. Busco una vía de aire pura por el cual poder respirar mientras que una catastrófica guerra se apodera de la vida de muchos inocentes allá fuera. Quizás no es necesario buscar mas, quizás deba aceptar la opción que sigo teniendo a manos abiertas en este momento. Dejar de respirar y que la desesperación se esfume para abrir la puerta hacia la otra vida, si es verdad que la muerte es volver a nacer en otro lugar, en otro tiempo. Mi maldad ya no puede para nada mas, ya no siento la necesidad de tenerla pero aun así debo usarla mientras me mantenga aquí por un poco mas de tiempo. Debo protegerme, protegerme para morir en las manos del indicado, en el momento indicado que llevara mi infierno a su fin y con mi muerte me llevare todos los males de este mundo, me lo llevare a él dejando que al fin todos encuentren paz y tranquilidad.

Ya no me siento sola porque se que no lo estoy. Se que hay dos cabecitas pelirrojas robando sonrisas en su tienda a muchas personas y se que ellos están conmigo no importa cuan mala era y seré hasta que esto acabe. La vida es patéticamente irónica, ayer solo pensaba en como acabar esto sin acabarme a mi y ahora no veo la hora de sentir el dulce dolor de la muerte sin que afecte a los demas. Solo espero poder verlo antes de que todo acabe, antes de que yo acabe.

- Es hora de irnos. - asiento mientras dejo de escribir y espero que la tinta se seque para poder cerrar el diario bajo un hechizo de privacidad para luego poder desaparecer de la habitación y apareciendo justo frente al armario evanecente.

- Eso lo hubiera hecho yo hace cuatro años atrás. - murmuro con absoluto sarcasmo mientras entraba de primera y salíamos a la sala de los menesteres en Hogwarts.

- No es momento de celos estúpidos. - rio Bellatrix y yo rode los ojos saliendo del lugar para poder avanzar por los pasillos. Íbamos directo hacia la sala de Astronomía para asegurarnos de Draco había podido matar al viejo Dumbledor como se le había sido encargado. No podía pensar que lo hiciera, no de el y sabiendo que todas formas el iba a morir.

"... Y aunque uno no lo quiera, en las guerras siempre alguien que no debe va a morir a manos de quien menos lo esperas."

- Avada Kedavra.

***

La risa de Bellatrix iba haciendo eco por todo el pasillo mientras iba arrastrando a Draco el cual se encontraba en una especie de shock por lo que acaba de pasar frente a sus ojos, nunca había visto la muerte a los ojos y esto lo marcaría toda su vida.

- ¡Draco! - mire a Granger correr hacia nosotros y negué molesta mientras soltaba a el rubio y aparecí frente a la castaña. La tome del cuello y la mire con seriedad. Estaba completamente loca.

- Si no quieres que lo maten es mejor que te detengas. - susurre, ella jadeo por la fuerza que ejercía en su cuello y cuando todos ellos desaparecieron estando seguros de que la mataría, la solté. - No vuelas hacer algo tan estúpido como eso Granger. - estaba molesta y era mas que evidente y la sorpresa en su rostro también. Lo único que faltaba era que Draco Malfoy siendo de una familia creyente de la pureza en la sangre tuviera una relación con una sangre sucia. Y esa sangre sucia sea nada mas y nada menos que Hermione Granger.

- Estas viva.

- No por mucho si ustedes siguen haciendo tonterías como estas.

- ¡Diana!

Mire a Fred correr hacia nosotros y mi corazón se congelo, me hice hacia atrás. ¿Que hace acá?