Capítulo 23

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¿Donde está? ¿Como se habrá ido? ¿Estará muerta? ¿Enserio lo esta?

Todas esas preguntas y muchas más circulaban por los pasillos debido a lo que habían pasado en los días anteriores. La noticia había corrido como pólvora. Tengo que descartar que ahora los estudiante se veían más confiados, más tranquilos y seguros. Ya no existía una amenaza que los atormentara.

Por otro lado estaba Harry Potter que no paraba de pensar en las palabras de Diana. No dejaba de darle vueltas. Paso dos días en la enfermería luego de lo ocurrido. Había quedado inconsciente. Así que lo mantuvieron en la enfermería hasta que recuperó la conciencia.

Todos estaban tranquilo, todos estaban feliz. A la mayoría no le afectaba la falta de esa estudiante en el colegio, solo una persona le afectó sobre manera. Este chico estaba intentando seguir normal, hacer que no le afectaba. Intentaba hacerle creer a los demás que lo único que tuvo con Diana Riddle fue una extraña amistad que no pasó a más. Aún así cada día que pasaba se le tornaba más difícil nos mostrarse como verdaderamente se sentía, el dolor crecía, la incertidumbre lo abrumaba. Estaba desesperado, necesitaba saber que ella estaba bien, al menos saber que ella estaba viva.

Fred. – susurro una voz en su oído. Esa era su voz y cuando se giró para poder verla, no había nadie. - Fred tiene que ser fuerte.

- ¿Diana? - pregunto al aire, esperando que le contestara. Su voz se quebró al instante.

- Lamento que todo tenga que ser así, lamento no poder protegerte como me lo prometí y mantenerme a tu lado. Lo siento.

- ¡Fred despierta! - el pelirrojo abrió los ojos de golpe y completamente asustado. Miro hacia todos lados esperando encontrarse con Diana pero lo único con lo que se encontró fue con la expresión preocupada de Ginny. - ¿Fred?

- Lo siento Ginny. - logro decir a pesar de su respiración agitada. La pequeña pelirroja niega ante esas disculpas y lo abraza con fuerza.

- No tienes porque disculparte. - le dijo al oído. - Ella tiene que estar bien en donde quiera que esté.

Pero tan siquiera Ginny pudo estar segura al momento de decirlo.

***

Severus Snape entró en el despacho de Albus Dumbledore seguido de Thomas. El chico estaba de brazos cruzados y con una sonrisa sin ningún tipo de emoción. Ambos se colocaron de pie frente al director y se mantuvieron en silencio esperando a que uno u otro hablara.

- Ella se tiene que mantener fuera del colegio. Sus sentimientos por el pelirrojo son muy fuertes y eso sí no la salvara, solo lograrán que la maten. - Thomas habló con seriedad y nego.

- Aunque quiera matarla no lo hará. - le dijo Albus con su voz totalmente calmada y en paz. - La necesita.

- Si, la necesita pero que la necesite no evitará que la lastime. No la matara, la necesitamos fuerte y su amor por Weasley la hace débil. - Snape intervino en la conversación.

- En eso te equivocas Severus. Lo que siente por el señorito Weasley es lo que la mantiene fuerte y cuerda.

***

No es su sangre pero es su hija.

No la ama pero la necesita para vivir.

No le importa pero una gran parte de él vive en ella.

Si ella no vive el no estará completo.

La hija de VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora