Capítulo 41

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¡Los habían atrapado! ¡Los atraparon! ¡Maldición!

- Hasta no estar seguro si es él realmente no podemos llamar al Señor Tenebroso, si no se encargara de matarnos por hacerle perder el tiempo. - hablo Narcissa, Bellatrix comenzó a reír y yo entrecerré los ojos. Lograba sentir los nervios de Draco que se encontraba justo tras de mi. Obviamente él y yo habíamos reconocido que ese chico con la cara desfigurada era Harry Potter. Eso en el rostro debió ser la chica Granger.

- Draco ven aquí. - la loca de su tía lo llamo, lo atrajo hacia ella con fuerza y yo me cruce de brazos mientras los miraba sin ninguna expresión. Hablo nervioso y negó mirando hacía otro lado, se acerco a Hermione.

- Te atrape. - comenzó a reír y lo próximo que paso fue que Harry y Ronald en el calabozo, Hermione termino con Bellatrix encima. - Llévenlos al calabozo hasta que vuelva en si y podamos llamar a nuestro Señor.

Atraje a Draco tras de mi nuevamente y su tortura comenzó nuevamente, Granger se negaba hablar y Bellatrix empeoraba.

- No soporto ver esto. - susurro Draco en mi oído. Los gritos llenos de dolor de Hermione calaban nuestros oídos con fuerza. - No.

- Nadie te pide que lo soportes, puedes protegerla pero le ira mucho peor. - se coloco junto a mi y doblo su brazo, pase el mio y lo apreté fuerte para que no fuera hacer algo tonto. Lucius nos miro con una mueca que pretendía ser sonrisa que para nada me agradaba.

***

Narra Fred

Me había levantando nuevamente con un fuerte dolor en la cabeza. Había soñado nuevamente con una chica de cabellos castaños y unos ojos de un extraño color amarillo. Jamas en mi vida recuerdo haber visto a alguien como ella, aún así estos sueños me llenaban de una sensación de familiaridad. La observe en diferentes escenarios en mis sueños, completamente enojada y al punto de sentir que quería matarme, intentando sonreír como si fuera algo difícil de hacer para ella. También la soñé con una mirada demasiado malvada seguido por una mirada triste, ella también lloraba. Cada que me levantaba luego de soñar precisamente con ella (eso era todos los días) el dolor en la cabeza era insoportable y sudaba como si hubiera pasado por un entrenamiento.

- Oye tu. - George se sentó frente a mi. - Quita esa cara de amargado que te cargas o pensare que no eres mi hermano.

- Me duele mucho la cabeza George. - le dije y el hace una mueca burlona, ruedo los ojos y sonrió levemente.

- Eso dijiste ayer, antes de ayer y luego del antes de ayer. Yo creo que simplemente la situación oscura que nos rodea se te esta metiendo mucho en la cabeza y te esta apagando. - me dijo, volvió a reír y negué.

- Es solo que no puedo sacar esos ojos de mi cabeza.

- ¿Que ojos? Los únicos ojos que tienes en tu cabeza son los tuyos. - rió fuertemente y le tire con una almohada. Estaba muy graciosos. No, yo estaba bien mal.

- No hablaba de mis ojos, si no de otros ojos.

- ¿Tienes otro par de ojos? - volvió a reír y no pude evitar reírme con el.

- Solo me entiendo. Pero cambiemos de tema, no es importante. - el asintió. - ¿Que han sabido de Ron y los demás?

- Absolutamente nada y ciertamente no podemos impedir que Ginny vuelva al colegio. Todo va de mal en peor cada día que pasa. Pronto todos terminares muertos o sin nariz, tal vez con suerte me empareje la cara si pierdo la otra oreja.

- Prefiero morir por la causa que vivir sin nariz.

- ¡CHICOS BAJEN A CENAR! - el grito de mamá nos hizo parar de un salto, nos miramos divertidos y ambos salimos casi corriendo de la habitación.

La hija de VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora