Mire la gárgola por unos momentos luego dije la contraseña y observe como la escalera aparecía frente a mi. Las subí y entré directamente la oficina de Dumbledore. Este me miró sobre sus lentes de media luna y sonrió. Si sabe lo que pasó ¿Por qué sonríe tanto? Rode los ojos y me senté frente justo frente a él, crucé mis piernas y entralase mis manos sobre mi vientre esperando a que me dijera algo.
- Los gemelos están en la enfermería. - asentí, imagine que terminarían en ese lugar. Perdí la poca cordura que me queda y la tome contra ellos.
- ¿Y bien?
- Diana.
-No quiero un discurso en el que digas lo buena que puedo llegar hacer y sobre mis oportunidades, no quiero todas esas tonterias. No quiero pasar las próximas dos horas escuchaste hablar sobre el cambio. No quiero.
- Sabes lo que pienso, no creo que tenga que repetirlo. ¿Un caramelo? - bufe. - ¿De verdad quieres esto? ¿Quieres que todos te teman? ¿Que te odien? Quieres que al verte lo único que puedan pensar es en lo que muestras ser y no en lo que verdad eres? Tu no eres el, tu no eres igual a el, no tienes que ser como el. ¿Que es mas importante? Su vanidad, odio y venganza contra los que no tienen la culpa, su complejo de sangre pura o tus ganas de salir de ese hoyo. Comenzar a realmente a vivir tu vida, poder mirar hacia atrás y ver todo esto como un borroso recuerdo. ¿Que es lo que quieres? - su voz salia suave y calmaba, intentando que entendiera mis sentimientos tanto como lo hacía él.
Buscaba que entendiera las lágrimas que bajaban por mis mejillas en estos momentos. Maldito viejo entrometido. No tenía nada mejor que hacer que meterse en mi vida. ¿No tiene una propia? Una sonrisa llena de dulzura y compresión se apoderó de sus labios mientras los sollozos comenzaban apoderarse de mi.
Mientras él hablaba, mientras me preguntaba y me cuestionaba. Dentro de mis las voces comenzaban atormentarme. Muchas me gritaban, otras me susurraban intentando calmar esa batalla interna que se tenía desatada los últimos meses y no encontraron el final. Y sin darme cuenta y mientras todas sus preguntas y mis posibles respuesta se formulaban en mi cabeza las lágrimas comenzaron a bajar sin control alguno. Eran lágrimas pesadas, lágrimas que llevaba reteniendo hace mucho tiempo, lágrimas llenas de dolor.
¿De verdad quería seguir con esto? No, yo no pediste esto, yo no quería esto.
¿Quiero que todos me teman, me odien, quería provocar miedo cuando me vieran? Antes sentía placer ante eso, ahora odio que me odien, me odio a mi misma por lograr que los demás lo hicieran.
¿Que es mas importante?
¿Que es mas importante?
¿Que es mas importante?
Mire a Albus con los sentimientos a flor de piel y en sus manos se encontraba el cofre del cual dependía mi vida. Ese cofre donde todos mis sentimientos se encontraban, donde los había encerrado bajo para no volverlos a sacar. Para que en dentro de mi miseria todo fuera más sencillo.
- ¿Qque hiciste?- le pregunte con la voz quebrada, el solo me sonrío nuevamente y abrió el cofre sin ninguna dificultada mostrando me el diario y que la esfera no estaba allí.
- Simplemente... te traje de vuelta.
Narra Fred
Mire a George quien dormía tranquilamente en la camilla junto a mi. El golpe había sido tan fuerte que George había terminado con una costilla fracturada, el pie izquierdo tenía un esguince y ambas manos se había lastimado. Mi mano izquierda estaba fractura, tenía varios músculos lastimado y me dolía la cabeza. Aún así me dolía verla más a ella de esta manera que los propios golpes. Tengo fe en ella, aún sigo teniendo fe en ella. Siento que la conozco y se que ella no es así porque lo quiera, ella es así porque busca sobrevivir en el mundo que le toco vivir.
- Que tonto soy.
- Es bueno oír que lo aceptas. - al oírla hablar casi me caigo de la camilla de la impresión. Mire hacia la entrada de la enfermería y no había nadie. ¿El golpe en la cabeza me está haciendo alucinar? Toda la emoción que sentí se esfumó tan pronto como apareció.
Mi mente debe estar jugandome una mala broma, una muy mala. Suspire desecionado y revolví mi cabello soltado un quejido al sentir un dolor punzante en el área de las costillas.
- Ahora también me estoy volviendo loco. - murmuro con el ceño fruncido. Siento un risa muy familiar cerca a mi oído haciendo que un escalofrío recorriera mi espalda. No era esa risa para nada malvada y escalofriante que siempre suele tener, si no esa risa dulce que en pocas veces tuve el honor de escuchar. Sobre todo en las navidades que pasamos juntos.
Mire aún lado y mis ojos estuvieron por salirse de su orbita, mi boca se abrió intentado articular una palabra pero nada salió. Tal vez estaba exagerando, quizás no, pero es que estaba ella alli parada frente a mi, con una sonrisa divertida.
O realmente el golpe en la cabeza me estaba haciendo alucinar..
- Hola. - susurra y se sienta en el borde de la cama.
- ¿Eres real o eres el producto ee miimaginación? - ella sonríe triste y lleva su mano a mi mejilla para acariciarla. Un cosquilleo recorre mi mejilla baja para cada musculado lastimado de mi cuerpo.
- Si, si soy real. - sonrío ante eso y coloco mi mano sobre la suya. Ella me vuelve a sonreír. - Lo siento mucho Fred, estaba fuera del control.
- ¿Verdaderamente lo sientes?
- Si.
- No me estoy refiriendo precisamente a eso.
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La hija de Voldemort
Fanfiction- Tu y yo no somos tan diferente, Potter. Tu vida sigue siendo un paraíso comparada con la mía que es un completo infierno, tu vives para acabar con y yo vivo por él y para él. Si yo sigo viva es gracias a él. Él mató a tus padres, así que lo ves co...