Días más tarde.
Esto era tan irritante.
¿A quién demonios se le ocurre hacer un baile en momentos como estos? Pero mi otra pregunta es: ¿Por que demonios yo tengo que ir? ¿Por que me siento en la obligación de ir?
Esos dragones debieron hacer hecho una barbacoa con todos ellos, estarian todos chamuscados y muertos, era preferible que estuvieran así a que estuvieran como pavos despavoridos de una lado a otro pensando en trajes y parejas cuando todavia faltaban tres semanas. ¡TRES! Los bulgaros estaban relajados, sabian que las chicas les caerian del cielo y les crecerían de la tierra, las francesas estaban igual y muy presumidas, iban con su patetico uniforme azul chillón desfilando por todo el colegio como si este lugar fuera una pasarela. Entonces los del colegio, los pobres fideos del colegio estaban intentando superar esos musculos y piernas de gallina.
No habían tenido mucho resultado la verdad.– Tus ojos son hermosos. –mire a quien me lo había dicho y rodé los ojos con fastidió, haciendo que los que pasaran por el pasillo miraran con compacion al pobre búlgaro.
– Y tu eres un gorila.
Le sonrió con toda la falcedad y sarcasmo que podía tener y comienzo a caminar nuevamente.
– ¡Espera! – Eso es sinónimo para mi de apresura el pasó.
Comencé a caminar apresuradamente, no corría caminaba así como Snape, que parecía que siempre llevaba un propulsor en los pies. ¿Que hago yo comparandome con ese? Yo si me lavo el pelo.
– ¡Damita!
– ¡Weasley! –le sonrío fugasmente y miro al búlgaro que se había detenido en medio del pasillo, este frunció el ceño viendo a Fred y todo los ojos antes de girarse e irse por el mismo camino. –Sacame de este lugar lleno de adolescentes hormonales.
El mostró su expresión divertida y yo lo golpee levemente en el hombro o creo que fue muy fuerte. Veo su mueca y suelto una risita. Comenzamos a caminar y más de uno se quedó con la vista sobre nosotros como si tuviéramos un narggle en la cara. Pero bueno, no es normal viéndome extra normal con una persona.
– Tengo entrenamiento. – me dice, lo miro por unos segundos y luego asiento antes de engancharme en su brazo y seguir caminando.
– ¿Aja?
– ¿Vas a ir? - me pregunta divertido y yo sonrío de medio lado.
– ¿No puedo? Por que aunque no pueda voy a ir. – el río y me abrazó por los hombros, provocando que soltara su brazo y me abrazara a su abdomen.
Esto se estaba pasando de la línea, pero me gusta.
Sonrió para mis adentros y nos dirigimos hacia el estadio, cuando llegamos pude ver a George quien sonrio. Así que me alejé de Fred sin decir palabras y me fui hacia las gradas. Me siento en las ultimas, lo mas retirado que se podía. No se me podia olvidar que el cabezota de Potter estaba aqui y no queria que por su falta de aguante al dolor terminara callendose de su escoba y se rompiera la cabeza.
Aunque esa idea si lo pensaba, era muy buena.
Negué con una sonrisa de medio lado y me cruce de brazos al igual que de piernas, hacia frio. Ya los jardines estaban cubiertos por una densa capa de nieve.
Los estaba observando con cautela hasta que mi vista se centro en Potter que al igual me miro a mi. Un dolor punzante se instalo en mi cabeza y pude ver como su mano viajaba hasta su cicatriz.
De un momento a otro su escoba comenzo a caer en picada hasta llegar al suelo, yo bufe con molestia ante tanta debilidad y me levante de una comenzando a bajar de las gradas directa hacia Potter.
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La hija de Voldemort
Fanfiction- Tu y yo no somos tan diferente, Potter. Tu vida sigue siendo un paraíso comparada con la mía que es un completo infierno, tu vives para acabar con y yo vivo por él y para él. Si yo sigo viva es gracias a él. Él mató a tus padres, así que lo ves co...