Capítulo 42

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Narra Fred


Llegamos al comedor y ambos tomamos asiento. Mis padres se encontraban sentado en cada punta de la mesa. Nos mantuvimos en un silencio bastante incomodo y para nada alentador, eso era demasiado extraño entre nosotros. Los oscuros finalmente se encontraban entre nosotros. No había noticia de Harry, Hermione y de mi hermano, habían desaparecido totalmente y no estaba seguro que eso fuera tan bueno. Percy se había apartado de nosotros que eramos su familia y se encontraba trabajando en el ministerio y eso le causaba mucho dolor a mi madre. Charlie se mantenía en Rumania, eso era lo mejor para él y Bill se encontraba con Fleur en una casa protegida de la orden. La nuevo detonante de la preocupación era que la pequeña Ginny debía volver al colegio. Toda esta situación era una completa mierda.

Lo único que lograba mantenerme distraído eran esos ojos que me perseguían en mi sueño

- Con estos ánimos no ganaremos ni un partido de Quidditch. - hable rompiendo el silencio que nos rodeaba y animar el ambiente entre todos, ese silencio comenzaba a irritarme. - Así que es momento de cambiar esa actitud porque no estamos en un funeral. Daremos una buena pelea, no importa cual sea el resultado no dejaremos de luchar por los que están y los que ya no están.

- Te pusiste sentimental Gred. - murmuro George divertido y Ginny rió débilmente.

- Siempre he sido una persona sensible, la chica que este conmigo va tener mucha suerte. - el silencio nos volvió a cubrir y fruncí el ceño ante sus expresiones. - ¡Que les acabo de decir! ¡A subir ese animo!

- ¡Shhh! Se supone que no estamos acá.



***

Narra Diana

Observe a Granger en el suelo, podía saber que aún estaba viva por como su pecho subía y bajaba intentando respirar. Bellatrix se había entretenido torturándola y ahora estaba dispuesta a llamar a mi padre, él cual llegaría y se animaría al saber que habían atrapado a Harry Potter. Pero para suerte de la agonizante Granger y para la mala suerte de la loca de Bellatrix, Potter y Weasley habían escapado de su celda y dañaron los sueños de Bellatrix de poder terminar en la cama de mi papá luego de esto.

Draco se alejo de mi para pretender que hacía algo para evitar que ellos se escaparan, se desarmar de Harry con mucha facilidad. Yo me quede en el mismo lugar y tan siquiera me inmute ante lo que estaba ocurriendo, ninguno de ellos se atrevería atacarme. Lo unico que le importaba a los chicos eran sacar a Hermione de esta mugre de mansión y largarse de este horrible lugar lo mas rápido posible.

Un grito.

Como pueden ser estos chicos tan descuidados. Mire a Hermione entre los brazos de Bellatrix siendo amenazada por esa maldita daga, entrecerré los ojos mirando detenidamente la escena pero en pocos minutos esta cambio de un momento a otro. El candelabro callo y Bellatrix la empujo hacia enfrente siendo atrapada por Weasley. Ellos había desaparecido junto con el elfo domestico que alguna vez fue de los Malfoy, el tal Dobby y la daga desapareció con ellos. Pobre de aquel a que alcance la daga.

- Bravo. - reí mientras aplaudía, esto si había sido un espectáculo completo. - Quiero ver como mi padre te tortura por haber dejado escapar a Harry Potter.

- Tu... Tu no ayudaste en nada. - exclama llena de ira.

- Ese no es mi trabajo. - comencé a caminar hacía las escaleras. - El mio es vivir, tu te encargas del resto.

Le hice una ceña a Draco para que me siguiera y Narcissa vino junto a nosotros, cuando subimos y entramos en mi habitación. Kia estaba enrollada sobre mi cama. Una vez la puerta se cerro varias cosas explotaron, miré a Draco.

- Draco. - murmuró su madre y yo negué mientras me sentaba en el sillón junto a la ventana.

- Agradece que está viva. - le dije haciendo que me mirará. - Ya con eso tienes más que suficiente, así que cálmate y mantén tu mente en blanco Draco.

- Es fácil decirlo.- comenzó a decir.

- Y difícil hacerlo.- rodé los ojos. - ¿Tú crees que me lo estoy disfrutando? ¡Pues no! Ahora deja ese lado caprichoso porque tú chica no está junto a ti y compórtate de una manera que la mantenga a salvó, no una que la vaya a matar.

No me volvió a contestar, miró a su madre quien asintió de acuerdo con lo que dije. Kia se acercó a mí y me relajé echando mi cabeza hacia atrás mientras pensaba mejor lo que debía hacer. Las cosas desde ahora estarán más difíciles de lo que ya son y ahora mi padre estará furioso cuando se entere que dejamos escapar a Harry.

- Ve a dormir Narcisa mañana será un largo día y tenemos que ir al colegio.

- ¿Qué?

- Que volveremos a colegio. Hazme el favor de escribirle una carta a los chicos con esta información.

Narcissa era una mujer dulce y como toda mujer no le gusta que la ordenen en su propia casa. Así que luego de una mirada retadora salió de la habitación. Miré a Draco y le hice una seña para que se acostara en la cama, Kia bajo para irse a otro lugar y yo me acomode mejor en el sofá.

- Ella está bien.

- Eso espero con toda mi alma.

- ¿Tienes? - el río sin ningún tipo de gracia y suspiré.- ¿Cómo será morir?

- No lo sé y tampoco quiero averiguarlo, al menos no por ahora.

La hija de VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora