Bufe molesta mientras me adentraba en los pasillos del castillo.
¿No se supone que estarían en Hogsmade?
Claro que no, Harry Potter no podía ir a Hogsmade y la comadreja no podía conseguirse peor mascota que esa rata que tiene. Tampoco es que Colagusano tenga un gran gusto a la hora de elegir, mira como esta ahora.
Me detuve por un momento y mire hacia el inicio del pasillo. Estaba completamente segura de que los tres se habían ido al pueblo. Entonces... ¿Por que vienen del Bosque Prohibido junto con Hagrid? ¿Que estaban haciendo ahí? Lleve la mano hasta el hueco de mi cuello y acaricie suavemente. Ya me enterare.
— Señorita Riddle.
— Profesor Lupin. — dije tranquilamente. — Tranquilo Profesor no tiene porque preocuparse porque que yo sepa su secreto, no lo diré, este no me sirve de nada.
Su sonrisa se esfumo al instante y su mirada se ensombreció. Ay pobrecito. Sonreí ante mis pensamientos sarcásticos y me cruce de brazos esperando a que hablara.
— ¿Tenia algo que decirme? — pregunté nuevamente.
— Venga conmigo, tengo que hablar de algo con usted.
Me encogí de hombros y pase por su lado, toque mi varita por encima de la túnica.
¿De cual de todas las malas bromas que han pasado estos últimos días me echaran la culpa y me castigaran?
¿Las bombas ácidas que se aventaron a los alumnos de Revenclaw? ¿El veneno que le dieron al celador o quizás él relicario maldito que mando a Collins a la enfermería ante de que los carruajes se fueran? Diría que ninguna había sido yo, aunque si había sido yo pero los demás no tenía que saberlo. En mi defensa es que llevo intentando por muchas semanas ser buena, estar tranquila y llevar toda la fiesta en paz. Pero como simplemente soy yo me negare a decir que fui yo y listo. Lo único de que lo no me podían hacer responsables es de el ataque que había recibido en el pasillo, eso no había sido yo aunque claramente sabía quien había sido. Esa persona se añadía a mi lista de problemas que tengo que resolver .
Por el resto que pudo pasar en el colegio y fuera terrible, si fui yo. No me arrepentía de hacer lo que hice, ver la cara de todos, llena de miedo me hacia sentir importante de alguna manera. Quizás por eso los gemelos ya no me frecuentaban. Lo cual me alegraba, mucho.
— ¿De que quiere hablar conmigo?
Me senté frente a su escritorio, él se apoyo en el y se cruzo de brazos observándome fijamente. Su mirada me recordaba a la de Dumbledore, intentando ver más de mi pero no había nada que ver. Porque yo solo era una marioneta o más bien era un tesoro. Yo era la clave, según las palabras de Lucius Malfoy.
— ¿Un relicario Maldito? — Lo sabia.
— No se de que me esta hablando Profesor Lupin.
— ¿A no? ¿Que tal él veneno en la comida del señor Filcth? — volvió a preguntar y sonreí levemente. — Debes calmarte Diana.
— No tengo por que calmarme, yo no hice nada y si lo hubiera hecho tampoco me arrepentiría.
La decepción en sus ojos me hizo tener un hueco en él estomago. ¿Esta esperando algo de mi? ¿Por que las personas siempre esperaban algo de mi? El quería que fuera sincera con lo que le fuera a decir, se notaba en sus ojos.
— Se que fuiste tu.
— ¿Entonces para que pregunta? — me coloque de pié y subí mi mirada para verlo directamente a los ojos. — Por que no mejor me pone un castigo y se evita todo él sermón.
— Eres mas buena que esto, yo se que tu....
— ¡Que no soy buena! — grite fuera de mi misma. — ¡Una niña buena no tortura ni mata a nadie! ¡Una niña buena no se siente bien ante él sufrimiento de los demás! ¡Ya dejen de intentarlo! ¡Ya no hay nada que hacer por mi, nada! ¡Ya estoy jodida y me trajeron a este maldito lugar para que los joda a ustedes también!
Una lágrima bajo por mi mejilla y sentí como unos cristales estallaron en mil pedazos. Remus solo podía mirarme con los ojos muy abiertos casi saliiéndose de sus órbitas. Tome una larga bocada de aire y seque mis mejillas, coloque la sonrisa más falsa.
— Ya me retiro, Profesor. — dije en un susurró, rodé la silla y camine sobre los cristales rotos hasta salir del despacho.
Varios estudiantes se encontraban circulando por eso pasillo, me miraron y siguieron su camino rápidamente con pasos torpes. Me seque las nuevas lágrimas que caían por mis mejillas. Reí, comencé a reír como loca mientras llevaba las mano hasta mi cabello y lo jalaba.
— Este día no puede ir peor.
— O tal vez si.
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La hija de Voldemort
Fanfic- Tu y yo no somos tan diferente, Potter. Tu vida sigue siendo un paraíso comparada con la mía que es un completo infierno, tu vives para acabar con y yo vivo por él y para él. Si yo sigo viva es gracias a él. Él mató a tus padres, así que lo ves co...