La hija de Voldemort

Capítulo 49

– Estoy viva.

─ Eso es bueno.

Diana asintió ante eso y se acomodó en la cama convocando otra manta para que la cubriera, sentía demasiado frió, Kia entro en la habitación serpenteando y se enrollo en una de las columnas de la cama. Cada vez se encontraba mas grande.

– ¿Y que harás? – le pregunto Thomas cruzándose de brazos y parándose frente a la cama. ─ Muchos piensan que estas muerta y buscan tu cuerpo, Potter no abierto la boca para decir que estas viva, aunque te vez muerta pero viva.

─ No lo hace porque eso fue lo que le pedí. ─ rodó los ojos. ─ No quiero que nadie me atormente en estos momentos cuando mas relajada quiero estar, literalmente me mataron.

─ Sea ahora o la semana que viene te van atormentar de igual forma.

─ Prefiero tarde que temprano. ─exclamo Diana. ─ Búscame algo para comer.

─ Primero las palabras mágicas.─ se burlo Thomas.

─ Todavía puedo matarte idiota, ve por algo de comida. ─ el chico comenzó a reír, su amiga seguía siendo la misma y salio de la habitación dejándola sola, ella sonrió cuando no la vio y cerro los ojos poco a poco mientras disfrutaba de esos momentos a solas.

***

Narra Fred

– Ve directa al grano Ginny.

Mi hermana se me quedo observándome fijamente por unos momentos sin decir ni una sola palabra y provocando que la curiosidad creciera dentro de mi. ¿Porque tanto rodeo en lo que quería decir?

─ Ginny.

─ ¿Recuerdas a Diana? ─ ¿Diana?

El reflejo de unos ojos color amarillos llegaron a mi cabeza al pensar en ese nombre  me provocaba dolor de cabeza y negué lentamente, ella hizo una mueca  mientras sus ojos se cristalizaban y miro hacia otro lado. ¿Por qué pregunta eso?

─ Ella es alguien demasiado importante para ti.

─ ¿Como puede ser alguien que no recuerdo tan importante? ─ algo se removió dentro de mi y sentí el dolor de cabeza crecer.

─ No puedo decirlo, tu mismo debes verlo. ─ extendió su mano hacía mi y pude ver un pequeño frasco, la mire a ella nuevamente y sus ojos estaban cristalizados.

─ ¿Eso que es?

─ Solo tómalos.

Tome el frasco de su mano con sumo cuidado y lo mire fijamente por unos momentos antes de abrirlos, el humo blanco que se encontraba adentro salio de este y floto alrededor de mi hasta quedar frente.

─ Commemorat. ─ esas palabras fueron como un golpe a mi cabeza.

RECUERDO I

─ ¡Muévete! ─ le grite a la chica castaña que estaba frente a nosotros pero no hizo caso alguno y choque contra ella provocando que se cayera. Ese golpe debió doler.