Capitulo 44

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─ Déjemela a mi.

El mortifago la miro con demasiada inseguridad ante eso, para nadie era un secreto que Diana tenía una relación fuerte con uno de los hermanos Weasley. Diana lo miro con una sonrisa que daba miedo, sus ojos amarillos ahora estaban oscuros, se veía mucho mas pálida de lo que usualmente era y mostraba un aura que te hacía temblar hasta los huesos. Cuando miro Ginny esta dio unos pasos llenos de miedo e inseguridad hacía atrás en un vano intento de querer huir.

─ No le creo.

─ ¿No me cree? ─ rió, una risa que retumbo por todo el solitario pasillo. ─ Ya lo hará.

A Diana no le hizo falta sacar su varita, solo fijo sus ojos llenos de maldad en los verdosos llenos de miedo de Ginny para que la tortura comenzara. Lo primero que sintió la pelirroja fue su piel agrietarse dejando que la sangre comenzara a correr. Sentía que la cabeza le iba a explotary le comenzó a faltar el aire, un fuerte grito de dolor escapo de su garganta y callo de rodillas al suelo intentando apaciguar el dolor pero no lo consiguió, este se incrementaba con cada momento para deleite del mortifago que observaba todo.

─ No la vaya a matar mi señora.

Diana también lo miro a el y vio como su rostro se retorcía del dolor.

─ Lárgate, a menos que quieras que te mate.

El mortifago se fue del pasillo prácticamente corriendo y Diana sonrió volviendo a la muy moribunda Ginevra, quien del dolor ya ni gritar podía.

─ ¿Estas bien?

Ginny la miro con los ojos bien abiertos y miro hacía todos lados algo asustada. Luego se miro a ella y estaba como nueva.

─ ¿Que fue lo que paso? ─ le pregunto a Diana.

─ Un hechizo de ilusión. ─ entrelazo sus manos tras su espalda. ─ Necesitaba que volvieran a creer en mi y que te dejaran en paz para que pudiéramos hablar tranquilamente.

─ ¿Que?

─ Sígueme Ginevra, vamos hablar.

─ No me lastimaste.

─ No tengo una razón para hacerlo. ─ entraron en un aula vacía, Diana cerro con varios hechizos silenciadores y protección para que nadie las molestara.─ Y mucho menos a ti.

─ ¿Porque quieres hablar conmigo? ─ la miro fijamente. ─ ¿Tiene que ver con mi hermano? ─ Deja que te coja desprevenido Blaise Zabani porque lo que te haré no sera una ilusión.

─ Todo en mi vida tiene que ver con tu hermano. Se que debes odiarme por haberle borrado tantos recuerdos de su vida y los tuyos igual.

─ Lo hiciste para protegerlo.

─ Es la primera vez. ─ suspiro.─ Que la vida de una persona me importe mas que la mía.

Ginny la miro fijamente aunque ella no la estuviera mirando y así se mantuvieron por un buen rato, en silencio meditando su vida de una forma que nunca antes hubiera echo.

─ Si esto acaba, le regresaras sus recuerdos.

─ No estoy muy segura de que yo pueda hacerlo.─ saco un pequeño frasco de una de las telas de su vestido y lo miro fijamente, eran los recuerdos de Fred. Tan pronto los de Fred volvieran los de su familia igual. ─ Pero tu podrás hacerlo.

─ ¿A que te refieres?

─ A que deberás devolver sus recuerdos cuando toda esta guerra acabe. ─ le entrego el pequeño frasco.─ Junto con esto.

─ ¿Que es?

─ Las razones por la cual no me volverá a ver.

***

Narra Diana

Habían cerrado todos los pasillos secretos del castillo, excepto uno el cual estaba en la habitación que estaban usando todos los Gryffindor que habían venido al castillo. Luego de hablar con Ginny y colocar-le un hechizo de ilusión para que la historia fuera mucho mas creíble, también le dije que no le dijera a nadie para que así no supieran de esto que paso.

Aprovechando que todos estaban en clase fui por ese pasillo secreto para llegar a la casa del hermano de Dumbledore con el cual tenía una conversación pendiente. Si, lo mío era relacionarme con gente extraña.

─ Hola Ariana.

La mencionada sonrió desde la pintura y me senté en la mesa frente al barbudo, mira que si se parece al viejo metiche.

─ Dumbledore.

─ Riddle.

─ Tengo un leve presentimiento de que el fideo.─ frunció el ceño, este no es Dumbledore no me va entender. ─ ... Potter va a volver al colegio y no puede aparecer directamente en el colegio.

─ ¿Y eso en que me concierne?

─ Debes ayudarlo.

Lo mire fijamente por unos segundos y el luego asintió, a falta de Albus y sus charlas nocturnos busque a su hermano el cual también me escuchaba y me hablaba de una manera que Albus nunca hubiera hecho, pero me funcionaba.

─ No te prometo nada.─ enarque las cejas con una sonrisa burlona.

─ Sabes que lo harás. ─ mire la foto de Harry que allí había y tome un poco del té que había.

─ ¿Has podido hablar con el?

─ En cuanto llegue lo haré, eso es seguro.

La hija de VoldemortDonde viven las historias. Descúbrelo ahora