Mis piernas daban grandes zancadas y entrecerraba los ojos un poco para poder esquivar los árboles del bosque que me obstruían el paso. Ella no era tan veloz como yo, es por eso que aminoré el paso dejándola sacar algo de ventaja. El olor a tierra húmeda y a toda clase de animal me envidian por completo pero estaba acostumbrada a ignorarlos al igual que toda la clase de sonidos que era capaz de oír a larga distancia. De pronto vi como se detuvo y también lo hice llegando junto a ella en cuestión de segundos.
-Es inútil Lauren. Estoy destinada a ser una estúpida y débil Omega de por vida.- Gruñó con frustración apretando los puños a sus costados.
-No digas eso Emily. Sé que puedes tomar más velocidad y agudizar tus sentidos. Lo lograrás y papá estará orgulloso.- La alenté poniendo mis manos en sus hombros.
-Pero ya cumplí los quince y aún no me transformado ni una sola vez.- Argumentó frunciendo el ceño con molestia. Iba a contestar pero el sonido de pisadas y una rama rompiéndose me alertó.
-Silencio.- Susurro indicándole a mi hermana que se callara. Agudicé mi oído para escuchar mejor y otra rama se rompió bajo los pies del intruso.
Me acerqué a paso lento hasta un grupo de arbustos desde donde provenía el ruido. De un momento a otro una silueta saltó sobre mí y lo empujé con fuerza haciendo que su cuerpo se estrellara con el tronco de un árbol.
-No seas tan ruda.- Se quejó poniéndose de pie con algo de dificultad.
-¡Eres un idiota Liam! ¡Pude haberte dañado!.- Regañé a mi hermano menor acercándome a él para asegurarme de que estaba bien.
-No te alteres era una broma.- Explicó el Beta.
-Sólo te has dedicado a hacer estupideces desde tu transformación, Liam. Y eso fue hace dos años.- Dijo Em cruzándose de brazos. Liam sonrió con burla.
-Estás celosa porque tú aún no lo logras Omega.- Emily iba a lanzarse sobre el pero la detuve tomándola por la cintura.
-Ya basta Liam ¿A qué has venido?.- Enarqué una ceja y él sonrió.
-Papá quiere que vuelvan. Hay cazadores merodeando por el bosque y es peligroso para Emily.- Comunicó y asentí para ponerme en marcha con ambos siguiéndome.
Estaba anocheciendo y el olor a cazadores se filtraba por mis fosas nasales y no era nada agradable. Por fin llegamos a la casa, en donde parecía que toda la manada estaba cenando. Mis tíos y primos comían como si no lo hubiesen hecho en años, era así siempre porque aunque teníamos figura humana nuestros comportamientos eran los de un perro.
-Quiero que vigilen los alrededores esta noche. Los cazadores no están muy lejos.- Escuché que mi padre decía a todos los presentes en la mesa mientras yo tomaba asiento al igual que mis hermanos.
-Yo puedo hacerlo papá.- Se ofreció Liam pero mi padre se negó a su petición de inmediato. A él no le gusta exponernos.
-No.- Su tono era frío.
-Pero puedo hacerlo, soy capaz.- Dijo Liam molesto ganándose las miradas de muchos.
-No sabes de lo que eres capaz Liam.- Habló el Alpha con rudeza y mi hermano se puso de pie para dejar la mesa más que molesto.