Capítulo 19

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Detuve el coche de golpe dejando marcas en el asfalto sin importarme nada, bajé rápidamente dando un portazo y caminé en dirección a la entrada. Una especie de guardia intentó detenerme empujándome y lanzando un puñetazo que esquivé con facilidad devolviéndole el gesto dos veces dejándolo en el suelo. Me adentré en el lugar sin el mayor esfuerzo quedando enfrente de todos los cazadores que allí se encontraban, pude ver a Jim con un grupo de ellos y caminé decidida para enfrentarlo.

-¡¿Pero qué demonios?!.- Exclamó cuando me abrí paso tomándolo por el cuello.

-Dime en este preciso momento ¿Por qué tu padre a puesto un rastreador a Camila? ¿Qué es lo que traman?.- Rugí fulminándolo con la mirada.

-Te aconsejaría que me soltaras ahora o no te gustará lo puede pasar.- Murmuró y miré a mi alrededor dándome cuenta de que tenía muchas armas apuntándome.

Luchando contra mi fuerza de voluntad respiré hondo y solté lentamente mi agarré sobre él dejando caer mis manos a los costados de mi cuerpo. Dio una señal para que los demás cazadores bajaran sus armas y dejaran de apuntarme.

-Sígueme.- Se dio la media vuelta para comenzar a caminar esperando a que lo siguiera.

Nos adentramos en lo imaginé era una oficina, y él tomó asiento tras un escritorio con cobertura de cristal. Sobre éste reposaba un interesante estuche negro el cual abrió segundos después dejando a la vista unas resplandecientes balas de plata.

-¿Qué te parece? Forjadas con sólo plata. Un arma letal.- Dijo tomando una del estuche y enseñándomela.

-No juegues con mi paciencia Miller.- Le advertí en un gruñido.

-Toma asiento para que podamos charlar.- Señaló una de las sillas frente a su escritorio pero me negué- Como quieras. Si buscas respuestas no puedo dártelas.

-Claro que puedes, tú eres la basura que está detrás de todo esto.- La irá era evidente en mi agresivo tono de voz.

-Te equivocas. Al igual que todos en este lugar, yo solo sigo las órdenes que mi padre me da.

-Escúchame bien Jim. Será mejor que comiences a hablar o desgarraré tu garganta antes de lo que esperas.- Una sonrisa de burla recorrió su rostro.

-Si intentas algo en mi contra no saldrás con vida de aquí.

-¿Quieres apostar?

-Si quieres respuestas busca a mi padre.- Sugirió como si de algo muy obvio se tratase.

-Descubriré que es lo que traman tarde o temprano.- Dije acercándome a la mesa y sintiendo como tragaba con dificultad- Y cuando lo haga, ¡Los voy a despedazar!.- Mis puños cayeron con fuerza contra la superficie haciéndola trizas.

-¡Oh vamos, era nueva!.- Rió un poco nervioso poniéndose de pie.

-Entiendo que la situación te divierte, pero puedo sentir tu miedo y nerviosismo a kilómetros. No salgas solo de noche, hay muchas criaturas peligrosas allí fuera.- Murmuré con aire misterioso y perverso.

-Lo tendré en cuenta.- Su pulso estaba a mil y sentía sus ganas de salir corriendo. Pero mantuvo la compostura y me guió hasta la salida del lugar.

-Ten en cuenta que te advertí.- Dije antes de cruzar aquella gran puerta del granero.

-¡Y por supuesto! ¡Tenías que noquear a mí guardia!.- El hombre aún yacía medio inconsciente en el asfalto. Me encogí de hombros para luego montarme en el auto.

Alpha (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora