Mis manos sudaban mientras sentía la espalda fría y húmeda mojando un poco la camiseta que traía en ese entonces. Ajuste mi chaqueta de cuero y metí ambas manos en los bolsillos tocando la caja de terciopelo con mis dedos. Desde dentro del coche observé a Camila de espaldas a mí contemplado el océano y como éste era acompañado por el atardecer. La morena se giró sonriéndome e hizo una seña para que me uniese a ella en el exterior del auto, y así lo hice luego de tomar un par de profundas respiraciones.
-Esto es hermoso amor.- Mi corazón daba un vuelco de emoción en su lugar cada vez que la escuchaba llamarme de esa forma.
-¿Te gusta?.- Asintió mordiéndose el labio sin dejar de ver como en el horizonte el cielo tomaba un exquisito color rojizo- Pues me alegro porque tengo algo muy importante para decirte.
Se giró con el entrecejo ligeramente fruncido y ladeó un poco su cabeza confundida. Capturé sus grandes y profundos ojos marrones con mi mirada y lancé un suspiro acariciando su mejilla.
-¿Qué ocurre?
-Estoy un poco nerviosa así que me disculparé contigo antes de comenzar a balbucear.- Hice una mueca y ella se rió de mí expresión- La verdad es que Dinah y Normani no están aquí porque decidieron despejarse un poco del ambiente de Forks. Ellas están aquí porque yo sé los pedí, necesitaba ayuda con algo y ellas me parecieron la mejor opción. Bueno, más bien sólo Mani fue de gran ayuda. Dios, ya estoy divagando.- Me quejé respirando profundamente- El destino tenía planeado juntarnos incluso antes de nuestro nacimiento, y creo que no pudo haber tomado una mejor decisión. Te amo más de lo que te imaginas incluso más de lo que es posible. Es por eso que pensé que sería una buena idea pasar el resto de nuestras vidas unidas de la mejor forma.- Sus ojos se abrieron como platos al ver la cajita de terciopelo entre mis dedos.
-Oh Dios mío...- Su voz salió quebrada en un susurro.
-Mi preciosa Mate, ¿Serías mi esposa?.- Dije al tiempo en que dejaba a sus ojos ver el reluciente anillo dentro del pequeño estuche.
Se quedó de piedra cubriendo con una mano sus labios en una clara expresión de asombro y me puse aún más nerviosa sintiendo mis manos temblar. Pero todo aquello desapareció cuando comenzó a asentir lentamente derramando lágrimas de emoción y alegría. Sin previo aviso me rodeó el cuello con sus brazos y tomó mis labios con ternura transmitiéndome todo su amor.
-Es la mejor idea que has tenido.
-¡Hey!.- Bromeé haciéndola reír contra mi boca- ¿Puedo....?.- Me separé de su anatomía y tomé el anillo deslizándolo en su dedo anular en donde quedó perfecto.
-Es perfecto.
-Te amo.- Dije espontáneamente sin poder dejar de mirarla embobada y besándola con dulzura en aquella playa de Brooklyn
...
-¡Familia, Lauren está comprometida!.- Dinah no pudo contenerse y gritó aquello apenas cruzamos la puerta principal de aquella casa que no veía hace dos meses.
-¿Qué? ¿Lauren está aquí?.- Luego de la inconfundible voz de Liam, toda la manada comenzó a aglomerarse a nuestro alrededor.
-¡Que sorpresa, chicas! ¡No esperaba que Dinah regresase junto a ustedes dos!.- Me encogí de hombros ante las palabras de Peter mientras acariciaba con mi pulgar el dorso de la mano de Camila, que se encontraba entrelazada con la mía.