Delta: Capítulo 3

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-Muy bien niños quiero que se comporten ¿Si?.- Pregunté soltando sus manos y poniéndome de cuclillas enfrente de ellos.

-No más peleas.- Aseguró Nick antes de darme una tierna sonrisa con falta de algunos dientes.

-Eso espero. Un beso a mamá.- Dije sonriendo y ambos se acercaron para depositar un beso en cada una de mis mejillas- Ahora vayan adentro.

Y sin más los observé correr hasta el interior de la escuela en compañía de algunos amigos. Pero entonces noté que no era la única que los veía, y logré divisar a la distancia a un hombre vestido de negro quien observaba a mis hijos con interés desde su lugar. Fruncí el ceño y me incorporé para comenzar a dar pasos en su dirección, él se percató de mi mirada y se dio media vuelta para comenzar a alejarse escabulléndose entre los peatones sin mirar atrás.

...

El trabajo en el taller no estaba siendo muy duro y mi padre estaba aquí para ayudar el día de hoy. Max atendía unas cuantas llamadas, Adam parecía muy concentrado en la reparación del motor de un coche y yo revisaba todo los repuestos que nos habían traído los proveedores hace unos días para verificar que todo estuviese en orden.

-¡Estúpido auto!.- Escuché que mi primo gruñía entre dientes lanzando una llave inglesa directo al piso de concreto provocando un fuerte ruido en el lugar.

-Estoy segura de que el coche no tiene la culpa.- Comenté dejando de lado el portafolios que tenía entre manos para dirigirme a él- ¿A qué se debe tu mal humor?

-No es nada.- Dijo buscando un trapo para limpiar sus manos y recogiendo la herramienta que había tirado.

-Puedo oler tu molestia Adam.- Me reí oyéndolo bufar.

-Es Leah.

-Aquí vamos.- Susurré un tanto divertida- ¿Las cosas no van bien entre ustedes?

-No después de que le dije acerca de la increíble propuesta que recibí para formar parte de los Chicago Bears.- Abrí los ojos sorprendida.

Adam había destacado en la universidad local por su gran desempeño en el deporte y luego de terminar la universidad había estado recibiendo solicitudes por parte de muchos equipos que lo querían entre sus filas.

-¡Eso es genial!.- Exclamé emocionada pero callé al ver su expresión neutra y su mirada perdida- ¿A ella no le agradó la idea?

-Para nada. Asegura que necesita estabilidad y un compromiso serio, ¿Qué espera de mí?.- Preguntó exasperado y yo enarqué las cejas porque sabía perfectamente cuál era la respuesta.

- Que pongas una sortija en su dedo.- Se giró para verme algo espantado.

-Pero ya estoy imprimado de ella, ¿Eso no es suficiente?

-Pues al parecer no.- Hice una mueca de lastima.

-Pero aún somos jóvenes. Sólo tenemos veinticuatro y veintiocho años.- Explicó.

-Te olvidas de eso amigo. Ella es mucho más madura que tú, y tal vez, sólo tal vez busque no lo sé......¿Formar una familia?.- Su expresión fue de aún más espanto y su respiración se volvió algo más irregular que la anterior.

-No lo había pensado de esa forma.- Murmuró afligido.

- Eso es porque de cierta manera le temes al compromiso.

-Eso creo.

-Debes hablar con ella acerca de esto, tal vez no sea necesario olvidar el compromiso por una carrera cuando puedes hacer que ambas formen parte de tu vida.

Alpha (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora