De la guerra, el odio y otros amores (Libro 1 de amores y otras aberraciones)

III

Mini maratón 1 de 3

Lauren

La noche se instalaba entre las penumbras de las almas condenadas que nos encontrábamos dentro de este vagón ,no era muy difícil sentir el aire sofocante que se imponía como una neblina ante los ojos de cada persona que se encontraba aquí. A pesar de que todos tenían distintas formas de reaccionar frente a la primera tarde en medio de un vagón que aunque no desearas aceptar tenía impregnado el olor a muerte y desesperación ; no había nadie que hubiera sentido como el miedo se apoderaba de su ser cuando los soldados cerraron las puertas del vagón .

Algunos habían decidido tomar el camino fácil de llorar y gritar desesperados frente a lo que sucedía , otros simplemente se limitaban a estar tranquilos y mantener la calma porque aunque quisieramos pensar que era más importante mostrar tu desesperación frente a una situación insólita como ésta , aún existían personas conscientes de que no solo existían ellos y en este vagón había de todo desde adultos hasta niños que no podían ni caminar solos por lo cuál prefirieron mantener la calma por ellos ,acto que muchos como Rachel agradecían porque ella también trataba de no verse perturbada frente a lo que estaba pasando y su paciencia se veía en su máxima expresión cuando las constantes preguntas y reclamos de sus hermanos menores venían a ella , por suerte ya entrada la noche , la castaña pudo convencerlos de que mañana sería un día mejor y que quizás bajarían a una estación para poder comer algo , sin embargo, ambas sabíamos que eso era totalmente improbable.

Cuando la luz de la luna se hizo visible a través de las pequeñas rejillas que eran nuestro único contacto con el mundo exterior fue cuándo la desesperación y el miedo se volvieron aún más potentes que a la luz del día, debido a que en este momento del día la mayoría de los niños ya estaban durmiendos aterrados frente a lo que sucedía y los adultos del tren habían decidido reunirse para hacer algo contra lo que sucedía ó al menos eso había intentado explicarme Rachel frente a los murmullos que ellos mostraban hacia un idioma que no conocía.

Suspiré sintiendo el dolor punzante de mi cuerpo cansado y de mis heridas ,no había sentido aquel dolor durante toda la tarde , tal vez porque estaba más preocupada tratando de descubrir que era lo que sucedía y que nos iba a suceder , aunque aquello fue una pérdida de tiempo porque nadie tenía ni la más mínima idea .

—¿Te duele?— me susurró Rachel mientras no dejaba de acariciar los pequeños rulos de Elijah quién se había dormido entre sus brazos abrazado al pequeño peluche , mi mirada fue directa hacia aquel pequeño cuerpo y no dudé en sonreír al verlo dormir tan tranquilo como si nada pasara así que negué a la pregunta aunque por dentro estuviera resistiéndome a demostrar aquel dolor punzante ,la verdad es que no quería preocupar más a la castaña. Ella ya tenía suficientes problemas tratando de que sus hermanos no estuvieran quejándose cada cinco minutos sobre que no les gustaba estar aquí y que querían regresar a casa —Creo que aún me quedan algunas vendas para cambiarlas mañana ¿bien?— comentó tratando de ser lo más discreta posible , yo asentí aunque en realidad no quería hacer ningún tipo de movimiento solo quería descansar lo que no había descansado en dos meses—¿Tienes hambre?— volvió a preguntar mientras mi mirada quedaba fija en el grupo de personas que se movían de un lado a otro tratando de hacer algo que no entendía cuándo mi atención hacia esas personas fue mínima , devolví la vista hacia Rachel y negué nuevamente porque aunque si estaba muriendo de hambre sabía que podía aguantar por un poco más de tiempo , ya que al parecer la comida no iba a ser parte de nuestro panorama por un tiempo indeterminado.

—Estoy bien — respondí tratando de sacar una sonrisa con ello para que ella dejara de preocuparse , pero una sonrisa hubiera sido una burla frente a lo que vivíamos en ese momento.