Tengo esas ganas de publicar todo el día este fic y a la vez me duele porque no sé que haré cuando ya lo termine , así que es bastante probable que haga un maratón el fin de semana , así que eso.
Disfruten mientras puedan , aunque en este fic rara vez se disfruta porque es masoquismo puro xd.
Saludos Taylor
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Finales de septiembre, 1941
Berlín
Lauren
—Debería ser un delito dejar a tan bella dama sola en lugares como estos—escuché detrás mío y no dudé en girarme frunciendo el ceño al no reconocer la voz que había originado aquel comentario , mi impresión siguió al ver a aquel hombre de mirada cautivadora que era expresada a la perfección por dos luceros azules que se encontraban brillantes en medio de la noche , el cabello negro y corto como no había visto antes . Claramente mostraba rasgos que no había visto con anterioridad y facciones que le daban un toque atractivo.
—¿Nos conocemos?—pregunté tratando de recordar a aquel hombre , pero la verdad es que no tenía ningún recuerdo preciso de él ó mejor dicho no había forma que lo reconociera porque estaba segura de jamás haberlo visto .
—Creo que no hemos sido presentados —sentenció finalmente con una sonrisa —Bohman , doctor Erich Bohman para servirle —sus ojos azules no tardaron en tomar una tonalidad más oscura , jamás había visto un cambio de tonalidad tan brusco de parte de un par de ojos , sin embargo , aquella sonrisa era capaz de conseguir el mundo si lo deseaba.
—Lauren —respondí sin dejar de ver su mirada , él asintió —Lauren Kitchner.
—Lo sé , el kommandant Kitchner habla maravillas de usted al igual que todo Berlín—sugirió y no me extrañaba aquello , Ray conocía a todo Berlín como mínimo así que la sorpresa de que existieran personas que yo desconocía y que eran cercanas a él era algo rutinario.
—No creo que los comentarios que han llegado sobre mí de parte de la sociedad berlinense sean los mejores—contesté con una sonrisa recordando la razón por la cuál odiaba estas reuniones sociales en las que siempre tenía que asistir para acompañar a Ray , por suerte él solo me llevaba a las que eran estrictamente necesarias , ya que a todas las demás prefería ni siquiera informarme porque sabía que mi respuesta siempre sería un no.
—Me quedo con los comentarios que he recibido de su esposo —sugirió tomando un poco de champagne que había en su copa , su mirada no dejaba de provocarme curiosidad a tal punto que no era capaz de construir palabras para poder seguir la conversación —Por cierto ¿él no se encuentra con usted?—suspiré ante ello dando un pequeño vistazo hacia dónde estaba Ray y sus compañeros de trabajo conversando sobre cualquier tema que no me
—Charla de hombres —respondí finalmente provocando una sonrisa de aquel hombre—Prefiero quedarme aquí —él asintió devolviendo la vista hacia dónde estaban todos los hombres reunidos , me sorprendía que él no estuviera en aquel círculo de charlas sobre la guerra .
—Veo que no es muy sociable —sentenció y yo preferí ahorrarme mis comentarios sobre el tema.
—En lo más mínimo , soy más un alma solitario doctor —contesté con una sonrisa .
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De la guerra, el odio y otros amores (Libro 1 de amores y otras aberraciones)
Narrativa StoricaLa guerra es una palabra infaltable en cada conversación. El odio es lo único que le da sentido a la vida. El amor es sólo un recuerdo que de a poco ha sido aniquilado por los humanos o tal vez nunca existió.