XIV

5.2K 347 283
                                    

Berlín
Octubre 1941

Lauren

—Y vivieron felices por siempre —escuché susurrar entre sueños, supe que era Ray por la voz tan dulce que siempre ponía así que no dudé en abrir los ojos extrañada por lo que había escuchado hasta que noté como él estaba recostado en la cama cerca de mi vientre acariciándolo mientras susurraba palabras que no podía entender. Una sonrisa enmarcó mis labios al verlo de esa forma tan pura que solo mostraba hacia el bebé, me froté los párpados tratando de levamtarme completamente hasta que vi como esos ojos color avellana me miraban con ternura y se acercaban a mi rostro para besarme.

—¿Qué haces?—pregunté riendo y él no dudó en besarme mientras yo me dejaba llevar ante la suave sensación que eran sus labios sobre los míos, no obstante, a la vez aquella acción podía ser arrebatadora y quitarme el aire en tan solo un par de segundos.

—Le hablaba al bebé —me dijo mientras despegaba con suavidad sus labios de los míos y daba una leve caricia con sus manos hacia mi vientre—Le estaba contando el cuento de la cenicienta—no pude evitar sonreír por la ternura que conllevaba aquel simple acto y mi mano derecha acarició mi vientre dejando que esa sensación tan placentera de tener a mi bebé me consumiera totalmente.

—Le estás enseñando tus mañas desde que es un bebé mi querido bardo — le susurré al oído mientras no dudaba en acariciar su mejilla—No quiero que vaya conquistando chicas por ahí que yo lo quiero para mí—respondí mientras ambos reíamos por ello.

—Bueno si es una pequeña princesa como se supone que será , saldrá igual que su madre —sentenció acariciando mi vientre—conquistando corazones sin tener límites—contestó con un suave beso hacia cada parte de mi abdomen que ambos conocíamos y yo di un suspiro de satisfacción ante ello —Ambas me harán perder la cabeza seguramentesugirió con una pequeña sonrisa que estaba segura que podía iluminar toda nuestra habitación si así lo deseaba —¿Qué tal has dormido?—preguntó recostando su cabeza nuevamente a la almohada y yo suspiré recordando la gran noche que había tenido entre mareos y vómitos—¿Qué te dijo el médico por tus malas noches?—preguntó muy preocupado y yo solo suspiré porque el doctor me había asegurado que eran normales aquellos efectos secundarios del embarazo especialmente cuando era el primero así que me recomendó estar tranquila y dejar que pase el tiempo.

—Que es normal en algunas chicas Ray — respondí suavemente porque sabía que él estaba demasiado preocupado por ambos —Tranquilo , estoy bien , el bebé esta bien no hay nada de que preocuparse —comenté mientras él se limitó a asentir y abrazarse de mi cintura recostando su cabeza en mi hombro.

—Bien , solo me preocupo por ustedes amor —sonreí al escucharlo hablar, hace tanto que no se mostraba tan cariñoso como ésta mañana, ó mejor dicho era la primera vez en semanas que no peléabamos cada cinco minutos y teníamos una mañana tranquila —Son lo más importante que tengo y no podría soportar que algo les pasase.

—Lo sé cariño —comencé a acariciar su cabello mientras él cerraba los ojos dándome pequeños besos en mi rostro —Lo sé, estamos bien — le aseguré con una sonrisa—no hay nada de que preocuparse, este bebé está creciendo de a poco—él desvío la mirada hacia mi vientre que de a poco estaba creciendo y aunque lo hacía a un ritmo lento, yo sabía que estaba comenzando a aumentar tallas en mi ropa.

—Ya se te nota —sentenció besando mi vientre lo cuál solo me provocaba cosquillas por sentir como sus labios no se despegaban de mi abdomen —Y es precioso, tienen mucha suerte ustedes de vivir eso—yo enarqué la ceja ante su respuesta porque se notaba que él no era quién tenía que pasar las malas noches casi todos los días y sentir cada cambio odioso que traía el embarazo cada semana, él no sufría los antojos a mitad de la noche ni tampoco las horribles jaquecas que de vez en cuando traía el bebé. Pero aún así no cambiaría nada de eso por esto, porque él tampoco podía sentir aquella hermosa sensación que era después de todo estar embarazada.

De la guerra, el odio y otros amores (Libro 1 de amores y otras aberraciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora