XV

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Maratón fin de semana 2 de 4

Tres semana atrás

Camila

—¿Algún día dejarás de meterte en problemas, princesita?—comenté con una sonrisa al ver como Lauren se encontraba sentada en el borde del camastro mientras la mayoría de las chicas se encontraba comiendo en el comedor, hoy era domingo por lo cuál los guardias no se mostraban tan estrictos como todos los días y nos permitían tener un poco de movilidad fuera de los estrictos horarios que vivíamos diariamente. Lauren me miró con sus ojos llenos de lágrimas para luego apartar la vista.

—¿Algún día dejarás de ser tan odiosa Camz?—respondió frunciendo el ceño mientras trataba de apartar sus lágrimas, suspiré ante ello porque había algo que tenía aquella chica que me hacía sentir mal frente a su sufrimiento , así que no dudé en sentarme a su lado para ver que le sucedía.

¿Te duele?—pregunté viendo como su mano estaba hinchada, la verdad es que después de preguntarle me pareció una tontería pero en aquel momento estaba tan preocupada que no era capaz de medir mis palabras, la ojiverde solo me dio una risa irónica antes de volver a mirar su herida.

¿Viniste a reírte de mi sufrimiento?—preguntó y yo negué rápidamente porque no estaba ahí por eso , sino más bien porque me había preocupado al no encontrarla en el comedor.

No , la verdad es que no —respondí casi en un susurro , cientos de palabras se mezclaron en mi cabeza para tratar de animarla, pero supe que ninguna serviría —Fue tierno que defendieras a Rachel , a pesar de todo —dije finalmnte recordando la razón por la cuál ella estaba así . Lauren aún no era capaz de darse cuenta de que no era tan buena idea defender a alguien en este lugar, pero a ella parecía importarle tan poco porque no era la primera vez que lo hacía . Me sorprendía que el egoísmo que gobernaba nuestras almas en este lugar ni siquiera se haya atrevido a tocar su corazón , porque ella seguía mostrándose atenta frente a todas las personas que les importaba.

¿Tierno? , vaya escucharte tener un vocabulario distinto es halagador —sugirió con una sonrisa y a mi me pareció la forma más bonita que sus labios tomaban como punto de expresión de la belleza que ella irradiaba.

—No te acostumbres princesita —sugerí acariciando inconscientemente su espalda , ella al principio se mostró extrañada frente aquel acto pero jamás lo refutó ó se negó a recibirlo . Eso era lo que más me sorprendía de ella , la forma tan pura que tenía de recibir cariño, se mostraba como una chica que no había sido dañada por los años de guerra lo cuál me parecía tan extraña, muchas veces estresante pero casi siempre me parecía majestuoso aunque claro jamás se lo mencionaba.

No lo haré créeme —me dijo con aquella risa tan infantil que ponía de vez en cuando como si fuera natural en ella—¿Qué haces aquí ? , no deberías estar haciendo cualquier cosa mejor por la vida —respondió alzando la mirada con sus ojos verdes llenos de confusión , dios , estoy segura que era inevitable perderse entre ese mar tan vigoroso y extraordinario que ella presentaba con solo una mirada.

Me dejaste preocupada —aseguré con una mueca hacia ello , Lauren volvió a reír por ello mientras ladeaba la cabeza sin creer lo que le decía , pero yo sabía que era cierto —Además sé que debes tener hambre —sugerí encogiéndome de hombros mientras buscaba el pedazo de pan que le había guardado al no verla en el comedor , creo que estaba acostumbrándome a pensar demasiado en ella de una forma que no había sentido con anterioridad— así que te traje esto —le pasé el pan a su mano que no estaba lastimada y ella frunció el ceño sin entender lo que estaba haciendo.

De la guerra, el odio y otros amores (Libro 1 de amores y otras aberraciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora