Otros amores

6.5K 490 422
                                    

Como siempre, queda ese pequeño vacío de cuando llegas al final de un fic y comenzar a releer todo dándote cuenta del afecto que le tuviste a cada capítulo. Este fic es de mis ideas más locas y sinceramente le tengo cariño por el hecho de que mezclaba mi pequeña gran obsesión con la historia así que cuando venía a escribir aquí era totalmente distinto a mis otros escritos porque simplemente me perdía en las palabras y no lo veía tan solo como un fic sino que era una historia que trataba de desarrollar :3.

Ahora que todo mi masoquismo se queda aquí pues ya ni sé que decir, más que agradecer a todos los que siguieron en este barco a pesar de que aproveché en sacarle el jugo a todo el masoquismo que podía, a pesar de que a veces me reía con el sufrimiento que provocaba y también me dolía pero seguía haciéndolo porque masoquista siempre ah.

Así que lo único que me nace en este momento es gracias.

Con amor Taylor

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

"—Es cierto, tengo esta sonrisa estúpida solo por ti —respondió con suavidad a pesar de que sus palabras eran avasalladoras como si de armas se tratase, porque en realidad lo eran, sus palabras se habían convertido en el arma de mi frío corazón pero a la vez al tener doble punta también se habían transformado en la medicina que necesitaba para sanarlo —Cada noche solo me duermo pensando, deseando que a la siguiente mañana pueda ver tus ojos verdes nuevamente con esa misma belleza que presentan cada día —sentí como las lágrimas comenzaban a caer de mis mejillas ante cada palabra, cada letra que se presentaba como una sinfonía eterna de algo que no me lo esperaba, Camila acarició suavemente mi mejilla antes de seguir con aquel discurso que no solo fue capaz de quitarme todos los suspiros posibles sino que también fue capaz de encender una vela que estaba segura duraría toda mi vida "(Extracto de la guerra el odio y otros amores por Camila Cabello)

Narbona, Francia

Julio 1951

Camila

El verano había llegado.

Prueba fiel de ello era la forma en que la suave brisa que solo era presente en esta época del año, era capaz de ablandar cualquier tipo de sensación y emoción en los corazones de cualquier persona que fuese capaz de presenciar ese cálido regalo que se ofrecía todos los días.

La suave brisa era combinada con la belleza que mostraba el mar a éstas horas de la mañana a través de sus olas que intentaban ser quienes arrancaran todo aquello que fuera capaz de estropear la paz y serenidad que invadía este lugar.

Las olas eran acompañadas con el sol que se mostraba tímidamente en el horizonte mientras realizaba su trabajo matutino de teñir las nubes en sus colores rojizos y naranjos los cuáles representaban claramente el poderío de aquel astro rey que nos deleitaba con su belleza y con la fuerza en que sus rayos eran capaces de calentar a toda la vida que se encontraba en este planeta.

Aún recuerdo la primera vez que pisé este lugar y me dejé llevar por la hermosura que denotaba cada rincón, cada ola, cada olor y así simplemente me enamoré de esta playa tan apartada de todo; obligándome a quedarme aquí por lo que durara mi vida. 

Cada mañana se presentaba como un nuevo regalo de los dioses ante nosotros pobres almas en desgracias que no sabían nada más allá que sufrir y destruir, pero aún así había algún tipo de misericordia de parte de la bóveda celestial ofreciéndonos esos pequeños momentos de admiración al alzar la vista al cielo y ver como cad amanecer era una obra de arte pintada en colores otoñales mientras que cada noche era la demostración pura que frente a cada oscuridad que existía siempre debía existir algún tipo de brillo que le de vida a ella.

De la guerra, el odio y otros amores (Libro 1 de amores y otras aberraciones)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora