Nuestro destino es chocar.

Capitulo 47.

Antes de comenzar, quería agradecerles por que sin ustedes no tendría ya más de 17k de visitas en mi fanfic.  Estoy super contenta por la aceptación que está teniendo y el apoyo. No olviden "votar" para saber que les ha gustado y quieren que siga escribiendo. Comenten, los leo todos y me motivan muchísimo a seguir. Un último favorsito antes de empezar; les he puesto un vídeo en este capítulo, en el cual salgo cantando unos trozitos de canciones de Soy Luna. Veanlo, suscríbanse a mi canal y esas cositas. Gracias<3. Ahora sí, les dejo con el capítulo.

https://www.youtube.com/watch?v=ke1ZZAF0Pj4

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[Narra Matteo]:

La fría brisa de la noche, hacia presencia en mi cuerpo, erizandolo por completo. Menos mal que siempre había sido un chico muy previsor, así que antes de salir de casa había cogido la chaqueta más abrigada que tenía, trayendola conmigo. La desamarré de mi cintura, la solté y metí cada brazo en su manga correspondiente, para terminar cerrando toda la cremallera. Quizás había sido una auténtica locura salir a estas horas de la noche, podía pasarme cualquier cosa, pero la venganza me incitaba. Yo siempre tenía el poder y el hecho de que la chica delivery, quisiera mandar por encima de mi, me repateaba todo el orgullo. El móvil vibró en mi bolsillo y por un momento dudé sobre respecto si se podría tratar de alguno de mis padres. Pero disipé ese pensamiento, en cuanto vi el nombre de "Luna" en la pantalla. Abrí su chat para leer el mensaje; —"Ni se te ocurra"—. Pobresita, se había metido en la boca del lobo y no de uno cualquiera, sino del rey de la pista. En la boca de un Balsano. —Demasiado tarde Lunita..— Pensé en voz alta esbozando una sonrisa traviesa, para después guardar el teléfono móvil nuevamente en mi pantalón, dejando el mensaje en visto, como ella me había hecho anteriormente.

[Narra Luna]:

Cerré los ojos, apretando con fuerza los parpados, juntando a la par mis manos, mientras rogaba por que no apareciera. ¿Quién se creía que era para venir a estas horas a mi casa? Y encima para hablar, lo cual podíamos hacerlo en otro momento, pero no cuando a el niño se le antojase, yo también tenía muchas cosas que hacer, no es el único que tiene una vida. Nina me necesitaba y había quedado con ella mañana temprano para charlar de lo que había pasado. Encendí la pantalla del teléfono y ahí estaba...el doble tick azul. Me había dejado en visto. ¿Eso que significaba? ¿Iba a venir o no? Yo no podía dormirme con esta angustia en el cuerpo. 

—Ya relajate Luna.— Me regañó la conciencia, obligándome a calmarme. —Hay seguridad en la casa, si viene no podrá entrar.— Sí, tenía razón, es prácticamente imposible que logre pasar.

Alargué el brazo hasta la mesita de noche y cogí el vaso de agua, llevándomelo a los labios, para tomar un poco. Después de respirar profundo durante un par de veces, me recosté en la cama nuevamente para dormirme de una vez. La fase desconexión comenzaba y yo estaba tan relajada que incluso empezaba a caer en uno de mis sueños, pero justamente cuando me había quedado casi dormida. Un estruendoso ruido sonó en mi habitación haciéndome sobresaltar. Me destapé de forma casi involuntaria y me senté en la cama, observando a todos lados. De nuevo otro golpe. ¿De dónde venían?. Me acomodé en los pies mis pantunflas y me puse en pie. Otro golpecito. Dios, esto estaba empezando a asustarme. Una pequeña sombra, me hizo llevar la vista hacia la ventana. Había pasado algo volando por delante. Lo primero que pensé fue; "A lo mejor, es un pájaro". Cogí un abrigo y me lo fui colocando mientras me acercaba sigilosamente a la ventana. De nuevo, otro ruido en la ventana, pero según te acercabas, sonaba mas a una..¿piedra? Fruncí el ceño algo extrañada, encendí la luz y rodé la cortina para acto seguido, abrir el ventanal. Salí al balcón y al bajar la mirada, allí estaba, mi peor pesadilla.