Capitulo 14.

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[Narra Luna]:

¿Cómo era posible que fuese tan descuidada?
Me había vuelto a olvidar de poner la alarma la noche anterior.
Llegaba tarde.
Ambar iba a matarme.
Eso era en lo único que podía pensar mientras me levantaba a toda prisa de la cama, tenía que ponerme el uniforme y cuanto antes.
Un par de minutos después, ya me encontraba en la cocina, guardando la comida en la mochila.

-Mamá, ya me voy.- Avisé mientras me acercaba a darle un beso.

-¿Qué? ¿Ya?.- Dijo confundida.

-Sí, estoy llegando tarde.- Me detuve delante de ella.

-Pero si no has desayunado...de eso nada.- Negó con la cabeza.

-Mamá, no puedo perder más tiempo o me meteré en problemas con el colegio y para colmo Ambar, va a enfadarse por hacerla esperar más.- Me escuse para después salir corriendo hacia el coche.

Cuando llegué a el, abrí la puerta rápidamente para poder sentarme y abrocharme el cinturon.
Hoy iba a ser, un día movidito.

-Acostumbrate a poner el despertador más temprano, por que la próxima vez, nos iremos sin ti.- Sentenció firmemente Ambar, haciéndo que el coche arrancara.

Me limité a asentir y a guardar absoluto silencio, no tenia precisamente muchas ganas de discutir y mucho menos con ella.
Después de diez minutos de trayecto, llegamos al colegio y salimos del auto.

-Chau rey.- Se despidió ambar para luego salir corriendo hacia la entrada.

-Disculpe.- Me llamó rey.
-Se le olvida la maleta en el asiento.- Señaló hacia atrás.

-Perdón, hoy estoy en la luna.- Me justifiqué entre risas.

Me acerqué nuevamente al coche, abrí la puerta, saqué mi mochila y luego cerré la puerta.
Empezando a ver como el coche se iba mientras caminaba hacia la entrada del Blake.

Al entrar por la puerta, un señor con cara de malas pulgas me detuvo.

-Señorita...¿qué horas son estas de llegar?- Me preguntó con tono impertinente.

-Señor, disculpeme ¿si?, había tráfico en la zona y por eso llegué tarde.- Mentí tratando de sonar convincente.

De repente, el chico fresa apareció tras de mi.

-¿Pero que pasa hoy? ¿usted también llegando tarde?.- Preguntó enfadandose cada vez más.

-No...el profesor me mandó a buscar unos cds a otra aula.- Le respondió mostrando las cajitas de los discos.
-¿Pasa algo?.- Añadió.

-La verdad es que sí, necesito entrar cuanto antes a la clase de repaso para el exámen de nivel y este señor, no quiere dejarme pasar.- Me crucé de brazos empezando a cansarme de la situación.

-Dejame a mi.- Comentó seguro de si mismo. -A ver, ¿le importaría dejarla pasar? Es nueva aquí y aún no conoce bien la zona.- Me colocó tras de él.

-Hm...- Guardó silencio durante un par de minutos mientras se lo pensaba. -Está bien, pero solo por esta vez.- Se apartó dejandonos pasar.

-Muchísimas gracias.- Asentí con la cabeza para luego salir corriendo hacia mi clase.

Había perdido la cuenta de todos lo momentos en los cuales, el chico fresa me había salvado.
Empezaba a desesperarme por el simple echo de tener que deberle tantos favores.
Pero bueno, ahora mismo no me sobraba tiempo para andar perdiendolo en mis pensamientos.

[Narra Nina]:

Llevaba más de cinco minutos dandole vueltas a un pequeño sobre en el cual ponía mi nombre.
¿De quién era?
No se me ocurría ninguna razón por la cual, alguien me tuviese que mandar una carta.
Ni tampoco intuía de quien podía ser.
Y para colmo, luna no aparecía.
Ya no sabía que excusa poner para justificar la ausencia "repentina" de mi amiga.
De repente, entró por la puerta.
-Por fin- Suspiré relajando mi cuerpo.
No pasaba tantos nervios desde la primera vez que me tocó hablar en público.

-¿Dónde estabas?.- Le pregunté observando como se sentaba a mi lado.

-Ais nina...me quedé dormida.- Se maldijo llevandose las manos a la cabeza. -Y sino llega a ser por Matteo, no me dejaban entrar al salón.- Añadió sintiendose aliviada.

-Vaya...por qué será que siempre está matteo cuando necesitas ayuda.- Desvié mi mirada a sus ojos mientras la chinchaba.

-JA.JA.JA.- Se rió falsamente haciendo pausas con cada ja. -Que chistosita estas hoy eh.- Arrugó la nariz.
-¿Y eso que es?.- Preguntó refiriendose al sobre que tenía en las manos.

-¿Esto?.- Eleve el sobre. -Ni yo misma lo sé, ya estaba en mi mesa cuando llegué.- Contestó asustada.

-¿Y bien? Abrelo...¿a que esperas?.- Me incitó muy interesada.

Trangué saliva asintiendo con la cabeza para luego ir despegando la pletina que pegaba el sobre.
Estaba realmente nerviosa.
¿Quién sería?
Venga va, nina, abrelo.
Me ordené a mi misma, sacando el papel de dentro.

"Espero que estés con las pilas cargadas, por que hoy empieza el plan: Convencer a Nina.
Y te recuerdo, que nunca me rindo, siempre consigo lo que quiero. Preparate, por que voy a por ti".

En la esquina de dicho papel, se encontraba la firma de nada más, ni nada menos que Gastón.

¿Estaba loco acaso?
¿No tuvo suficiente con la charla de ayer?
No quería pasar vergüenza cayendome delante de todo el mundo y aprender a patinar, conllevaba ese riesgo.
Tenía que encontrarle una buena compañera para la competencia y cuanto antes.
De ninguna manera iba a caer en uno de sus jueguitos y mucho menos exponiendome de tal forma.

-Oh dios mí nina...- Se llevó luna las manos a la cara. -Te quiere conseguir a ti.- Me dió un codazo.

-¿Qué? No no...quiere enseñarme a patinar. Es una locura y conociendolo, más tarde querrá que me presente con el a la competencia. Y no...- Finalicé completamente segura de lo que decía.

-A mi me da que Gastón quiere pasar más tiempo contigo...uy uy uy.- Respondió con tono pícaro.

-¿Eing? No no, ya te dije...- La miré a los ojos. -Todo esto lo hace por que no tiene compañera para la competencia y de eso me voy a encargar yo, que no se preocupe.- Esbocé una sonrisa emprendedora.

Si gastón quería guerra, iba a tener guerra, pero no precisamente conmigo.
Conocía a la compañera indicada para el puesto y sabía perfectamente que ella aceptaría sin poner pega alguna.
Préparate Gastón, que allá va mi ayuda.
Me frote las manos aún pensando en el plan que tenía en mente.

(ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MUCHÍSIMO, LE DEN LIKE, COMENTEN DEJANDO SU OPINIÓN, LA COMPARTAN CON SUS AMIG@S. MUY PRONTO ESTARÁ LISTO EL PRÓXIMO CAPITULO❤).

Nuestro destino es chocar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora