[Narra Nina]:
De camino a la mansión de Gastón, a penas articulamos palabra. Mi teléfono móvil no dejaba de sonar mientras que él me miraba espectante a que respondiera. Después de platicar apresuradamente con Luna, colgué y abrí el apartado de mensajería de texto.
No sabía que era lo que quería decirles a mis papás en concreto.
Supongo que con asegurarles que estaba a salvo bastaría. Y quizás añadiría que me quedaría a dormir en casa de un amigo. El cual su nombre no iba a revelar, puesto que sabía que eran completamente capaces de venir a buscarme y eso era lo que yo menos quería.
Podía sonar un poco raro pero; ¿Cuantas veces más iba a poder disfrutar de estar a solas con Gastón en su casa?
Era inimaginable incluso para mi, asi que no iba a permitir que nadie me arrebatara esta noche.
Al fin y al cabo, lo que necesitaba era huír de mis padres, pero tampoco iba a desaprobechar la oportunidad que el destino me estaba brindando.
Todo parecía estar sacado de alguna especie de cuento de hadas, en el cual, la princesa era rescatada por un gran apuesto principe de las garras de su malévolo destino.
Una vez pude concentrarme y evadirme de todos mis pensamientos, abrí el chat de mis papás, para enviarles el mensaje."Dejen de llamarme. Estoy bien. Me voy a quedar un par de días en la casa de un amigo mío, necesito despejarme. No se preocupen, asistiré al colegio sin falta".
Y una vez enviado el mensaje, apagué el celular. No me apetecía tener que leer como mis padres me suplicaban que regresara. Por que sabía que cedería y no me lo perdonaría.
Esta vez, iba a pensar solo en mi.-Ya está, he cumplido.- Elevé la mirada dirigiendola hacia el paisaje que se veía por la ventanilla. Yo siempre cumplía con todo lo que prometía y en esta ocasión no iba a ser menos.
-Aunque ahora estes molesta conmigo por haberte obligado a mandarselos, creeme que con el tiempo me lo agradeceras.- Una pequeña parte de mi dudaba ligeramente respecto a lo que había comentado, pero sabía que en el fondo, debía al menos avisar de que estaba bien.
Excasos minutos más tarde, nos encontrabamos frente a una gran mansión de color marrón oscuro, la cual gozaba de tener un inmenso jardín repleto de césped verde, acompañado por una variedad de flores de todos los colores. Solamente con verla desde fuera, se podía apreciar la gran cantidad de dinero que poseía la familia Perida.
Una vez pusimos los pies en la puerta principal, nos apresuramos en entrar para no ser vistos.
Los papás de Gastón tenían unos puestos de trabajo muy importantes. Eran acosados diariamente por cientos y cientos de paparazzis con las intenciones de poder sacarles nueva información, a cerca de la susodicha empresa, al igual que de su vida privada. Lo cual incluía a su pequeño y único hijo.
Tenían que estar completamente alerta, puesto que no era la primera vez que recibían noticias de una "supuesta novia de Gastón" y terminaba siendo todo un completo montaje.
Eran capaces de llegar a extremos abismales con tal de perjudicar a la familia.
Y justamente yo, no sería otra de las miles de novias inventadas por la prensa para dañarles.
Nada más adentrarnos en la casa, su musculoso brazo me agarró apartandome de forma apresurada de en frente de los enormes ventanales.-Me parece que nos han seguido.- Un gran resoplido salió de sus labios, mostrando su desaprobación al tener que repetir otra vez la misma escena. -No van a descansar hasta conseguir lo que quieren, así que tenemos que estar alerta. Son capaces de TODO.- Hizo un gran enfasis en la última palabra, recalcandome que la situación era un tanto peligrosa.
-Vos me ayudaste a mi, ahora me toca a mi ayudarte a vos. Tranquilizate, no dejaré que nada malo pase. Tendré cuidado.- Aunque en el fondo estuviera terriblemente aterrada, debía empezar a demostrar mi gran fortaleza interna. Al menos por el día de hoy, él la necesitaba. Llevé mi mano a uno de sus hombros y se lo acaricié dulcemente demostrandole que estaría con el, pasase lo que pasase.
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Nuestro destino es chocar.
FanfictionLuna Valente es una chica de a penas dieciséis años, la cual es totalmente feliz en su universo sobre ruedas. Su vida siempre ha sido muy tranquila, como la de cualquier otra chica de su edad. Pero de repente, todo da un vuelco inesperado cuando...