Capítulo 55.

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ALERTA CAPÍTULO GASTINA.

[Narra Nina]:

Apoye la mano sobre el frío metal del pomo de la puerta, giré mi muñeca hacia la derecha, logrando así entrar en mi habitación. Todo estaba tal cual lo había dejado esta mañana antes de irme a clases. Quizás sea la primera vez que entro en mi habitación y no hay nada sospechosamente cambiado de lugar. Mis papás parecían empezar a entender que por mucho que rebuscaran entre mis cosas, no iban a ser capaces de poder comprenderme, solamente rompían mi privacidad y peor aún, me hacían enojar. Estas cuatro paredes son mi único escape del mundo exterior, aquí dentro nadie me juzga, puedo ser yo misma. 

Como ya dije, la relación con mis padres nunca ha sido realmente buena y no, no es por que sean malas personas, simplemente siempre han estado muy ocupados como para preocuparse o mejor dicho ocuparse de mi. Aunque para ser justos, últimamente con quien más he avanzado ha sido con mi papá Ricardo, quien lo diría..

Caminé hasta quedar parada frente al armario, abrí una de las gavetas y saqué de esta uno de mis cientos de pijamas.
En cuestión de segundos ya me encontraba tumbada sobre la cama, abrigada con una de mis mantas.

—Ay luna...¿Por qué haces dudar?— Negué con la cabeza, doblando mis rodillas para abrazar estas con mis brazos.

Estaba completamente claro que el día de hoy, no había sido uno realmente fácil.
Aún tenía grabada en la memoria, cual vídeo de telenovela, la terrible escena montada en el pasillo del Blake.
Es una sensación extraña, más bien una mezcla de sentimientos que invaden todo mi ser.
Entre celos, asco y decepción.
¿De verdad era tan complicado darle un pequeño empujón?

—Argh, ya Nina. Olvidate de ese tarado, solamente te está trayendo problemas, te rompe el corazón, te lo pisotea, te hace llorar y encima faltas a clases por su culpa. Vos jamás fuiste así ¿que te está pasando?.— Fruncí el ceño dando varios golpes con mis pies contra el colchón. De alguna forma había que plasmar toda la rabia que tenía contenida.

Los minutos fueron pasando y mientras yo seguía entumesida en mis turbios y confusos pensamientos, obviamente referidos con Gastón y la última platica que había tenido con mi mejor amiga Luna.
De repente mi teléfono móvil comenzó a sonar, en la pantalla de este no se veía reflejado ningún número en concreto o al menos yo parecía no tenerlo guardado.
Estiré mi brazo, lo cogí entre las manos y deslicé el botón de atender, para descubrir de quien se trataba.
En cuanto escuché su voz, algo dentro de mi explotó.

—Hola Nina, por favor, escúchame, solo eso te pido, no me cortes.— La voz de Gastón resonó profundamente por el altavoz de mi teléfono.
—Ya no sabía que mas hacer y sabía que si te llamaba desde mi número, no me ibas a contestar el llamado.— Parecía ligeramente angustiado a la par que nervioso. ¿Era posta todo esto?.

—Vaya, lo reconozco si, muy inteligente, ahora si me disculpas, tengo mejores cosas que hacer, chau.— Apreté ligeramente mis labios, tratando de contenerme. Debía de ser dura con él.

—No, para, espera.— Suplico desesperadamente casi en un grito.
—Necesito hablar con vos, explicarte como fueron las cosas, no es como pensas Nina...— Añadió en escasos segundos, evitando que pudiera decir nada.

—Gastón, vos y yo no tenemos nada más que hablar y lo sabes.— Moví mi cuerpo, sentandome a la orilla de la cama, mirando con tristeza hacia el suelo.

—Disculpame, pero esta vez me vas a tener que escuchar, te guste o no.— Chasqueó la lengua mientras se quejaba.

—¿Eres consciente de que con colgar la llamada es suficiente Perida?.— Una pequeña risita irónica se dejó ver.

—Si, podes hacerlo, pero eso no va a quitar el hecho de que estoy en el portón de tu casa. Baja ya, no pienso irme de acá hasta platicar con vos y no es una pregunta...Simonetti.— Usó el mismo tono burlón que había empleado yo hace escasos instantes.

Sin a penas tiempo para dejarme reaccionar, el teléfono se apagó, dando por finalizada la comunicación, escuchando una y otra vez, en bucle, el sonido que se escucha tras colgar.

—Perdón...¿vos escuchaste bien?.— Mis ojos se abrieron como platos, reflejando mi asombro.
Me había quedado paralizada en el borde de la cama, sin a penas saber como actuar.
¿Estaba esperandome fuera de mi casa? ¿Gastón?
Esto debe ser una broma.
Yo no quiero hablar con él, me da miedo tener que escucharle decir que tiene sentimientos hacia Delfina o que simplemente fuí uno de sus juguetes.
Pero al mismo tiempo sé que es absolutamente capaz de quedarse a dormir en la calle, con tal de conseguir lo que se propuso.
Estoy contra la espada y la pared.
En algún momento tendré que salir de casa y el estará ahí.
No puedo vivir en mi torre de cristal por toda mi vida.
Además está el colegio, no puedo permitirme faltar más o me voy a atrasar con las materias.

—Esto no me puede estar pasando.— Confesé entrando en la fase dramática de negación.

¿Y que se suponía que debía hacer yo ahora? No sé si podré aguantarme las ganas de llorar. Él significa mucho para mi y todo lo que ha pasado entre los dos, ha sido muy intenso.
Tengo pánico a perdonarle y a que vuelva a usarme.
Si Luna estuviese acá, sabría que decirme..

—Oh.— Exclamé esbozando una pequeña sonrisa. —Claro, Luna, ella me ayudará a salir de esta.— Asentí manteniendo la fé, mientras me levantaba de la cama, cogiendo entre mis temblorosas manos, el teléfono móvil.
—Con esto bastará. O eso espero.— Crucé los dedos tras enviarle un pequeño mensaje de texto a mi amiga.

"Gastón está fuera de mi casa y amenaza con no irse hasta hablar conmigo. Tenes que ayudarme Luna."

Ahora solo me queda esperar a que el teléfono vuelva a sonar y la luz de la salvación ilumine mi habitación.

[ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MUCHÍSIMO, SÉ QUE HACE MUCHÍSIMO TIEMPO QUE NO ESCRIBÍA PERO NO HE TENIDO TIEMPO CON LAS CLASES ETC. NO OLVIDEN COMENTAR QUE LES HA PARECIDO, DARLE LIKE PARA SABER QUE QUIEREN QUE SIGA ESCRIBIENDO Y...NO SE OLVIDEN DE SEGUIRME EN MI PERFIL PARA NO PERDERSE NINGUNA ACTUALIZACIÓN DE ESTE FANFIC O TODOS LOS DEMÁS, UN BESO ENORME Y GRACIAS POR TODO❤]

¿Qué creen que pasará? ¿Luna vendrá para ayudar a Nina o tendrá que enfrentarse de una vez por todas a Gastón y asumir la realidad?

Nuestro destino es chocar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora