[Narra Simón]:
Allí estaba yo, parado frente al gran portón de madera de la entrada del Blake, acompañado de Ámbar, a la cual ya había dejado de tener en brazos, después de todo lo sucedido hace escasos minutos con Luna.
En cierto modo, me había quedado bastante confundido tras haber visto la reacción de mi mejor amiga.
No conseguía entender por que se había disgustado tanto conmigo.
¿Acaso se había puesto celosa?
La curiosidad me estaba matando por dentro, resolver ese enigma se había convertido en mi prioridad, obviamente después de ayudar a Ámbar, ya que tras meditarlo detenidamente, llegué a la conclusión de que la salud está primero antes que cualquier mal entendido.
Tendría que aguantarme, al menos por un rato, aunque no podía negar que me sentía muy preocupado por Luna, temía que le pudiera pasar algo, ya que era bastante tarde.-Oye, ¿cómo está eso de que Luna te quitó a Matteo?.- Alcé una de mis cejas, mirándola directamente a los ojos completamente serio. Avancé un par de pasos hacia ella, para quedar justamente en frente.
-No me digas que Lunita no te contó que se besaron...- Abrió los ojos lo máximo que pudo, fingiendo estar realmente sorprendida, llevándose al mismo tiempo las manos hacia la boca, para luego cubrirla con ellas. -A lo mejor fué por eso que terminó con vos.- Añadió por lo bajo, dejando caer la posibilidad, sacando a relucir la parte de su personalidad que disfrutaba haciendo daño a los demás.
-Eso es un tema entre ella y yo, pero ahora solo somos amigos y la voy a apoyar en lo que haga, aunque eso sea salir con Matteo. Yo la quiero muchísimo y eso es lo único que importa, pase lo que pase, nuestra amistad será eterna.- Estaba manteniendo la compostura, no debía sucumbir a sus provocaciones, solo hablaba su lado ebrio y sin corazón.
Estiré uno de mis brazos en su dirección, atrayéndola hacia mi con cuidado, para volver a cogerla de la misma manera de antes.-Simón.- Susurró mientras bostezaba tras haberla vuelto a coger en peso. -Yo jamás te cambiaría por nadie...- Admitió sin vergüenza, cerrando los ojos para quedarse dormida justo después de haberlo confesado.
Mis mejillas tornaron a un color rojo muy intenso, haciéndome notar en seguida el fuerte calor que desprendían.
Solo Ámbar era capaz de hacerme pasar de detestarla, a quererla en cuestión de segundos.
Sin lugar a dudas, es un auténtico huracán de sensaciones.
La acomodé lo mejor que pude entre mis brazos, procurando que no estuviera incómoda y entramos rápidamente al interior del colegio.
Revisé los bolsillos de su chaqueta, rebuscando en estos la llave de su habitación, una vez tuve el llavero en las manos, observé el número que ponía en la plaquita y simplemente me fuí guiando por los carteles que habían por los pasillos, para poder encontrar la puerta de su cuarto.
Tuve incluso que llegar a esconderme en determinados momentos, para no ser descubierto, pero finalmente conseguí llegar al destino.
Alargué mi puño hacia la puerta, dando varios golpes en esta, aún sujetando a Ámbar entre mis brazos, la cual seguía profundamente dormida.
Escasos segundos más tarde, la puerta se abrió con lentitud dejándome apreciar tras ella una habitación muy amplia, de color blanco, pero repleta de maletas y ropa colorida esparcida por todas partes.—¿Qué haces vos acá?— Los ojos de Jazmín se clavaron en los míos, mirándome de forma desafiante. Encogí los brazos, señalándole con la cabeza que venía a traer a su amiga. —Oh dios mío, pasa rápido..¿qué le pasó?.— Entré casi trotando en dirección a una de las camas que había en la habitación, depositando con delicadeza a Ámbar sobre ella, arropandola acto seguido con una manta por encima.
Por suerte seguía durmiendo plácidamente.
Se vé tan tranquila cuando duerme, pero a la hora de la verdad, cuando esta despierta es tan revoltosa.
Absorbí una gran cantidad de aire por la nariz, para luego soltarlo todo por la boca mediante un largo suspiro, dándome la vuelta mientras tanto para volver hacia donde se encontraba Jazmín.
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Nuestro destino es chocar.
FanfictionLuna Valente es una chica de a penas dieciséis años, la cual es totalmente feliz en su universo sobre ruedas. Su vida siempre ha sido muy tranquila, como la de cualquier otra chica de su edad. Pero de repente, todo da un vuelco inesperado cuando...