[Narra Luna]:
¿Para esto me había hecho la maratón de mi vida, a primera hora de la mañana? ¿Para esperar? No. Esto no puede estar pasándome en serio. Recibía quejas diariamente de mis profesores y todo por entrar tarde a clases. Y para una vez que decidí llegar con media hora de antelación, resulta que son ellos los impuntuales...
Últimamente, nada me salía bien. Y para colmo, la señorita Ambar "oxigenada" Smith, ya estaba merodeando por los pasillos del Blake south college.
Definitivamente, esto solo podía ir a peor. ¿Cómo se suponía que iba a seguir el plan, con el mayor de los inconvenientes caminando hacia nosotras?—¡Genial!.— Negué con la cabeza, dejándome deslizar por la silla. En estos momentos, solamente quería que me tragase la tierra.
—¿Qué pasó?— Frunció el ceño preocupada, tras darse cuenta de mis repentinas malas caras.
—Viene hacia aquí.—Rodé la mirada hacia donde estaba, para señalarla disimuladamente con la mano. —Se nos arruinó el plan.— No tenía otra opción que abortar la misión.
—¿Eh? ¿Quién viene?.— Arqueó una de sus cejas, aún sin entender nada. Giró la cabeza para mirar hacia donde lo estaba haciendo yo y entonces ahí, fue cuando se dio cuenta.—Ufa.— Entre abrió los labios sorprendida, titubeando por culpa de los nervios. Era la hora de la verdad. Alguien tenía que ponerle un stop a esta situación. Y estaba dispuesta a hacerlo yo.
—Sh.— Alargué mi brazo para darle un codazo, avisándole que el peligro asechaba.
—Lunita...— A penas, nos dio tiempo a callarnos. Detestaba como pronunciaba mi nombre con su irritante voz. —¿No es muy temprano para vos? Lo tuyo es más bien ridiculizarte llegando tarde.— Sus ojos se clavaron en mi, haciéndome sentir un tanto incómoda.
—Las personas cambian, pero tú seguro que no lo vas a hacer nunca.— Ya no podía callarme más las cosas que pensaba. Ella no iba a respetarme y yo no sería más amable. Era el momento de saltarse las normas y revelarse contra Ambar.
—¿Para que cambiar, si soy la mejor en todo? Eso se dejaría para personas que lo necesitan, como vos chiquita.— Se encogió de hombros, fingiendo estar indiferente. Aunque muy en el fondo, ambas sabíamos que eso había sido un gran golpe bajo.
—¿A qué viniste? Ya déjame en paz, ¿no tuviste suficiente con arruinar mi examen?— Podía sentir como la rabia se apoderaba de cada partícula de mi cuerpo, haciéndome sentir cada vez más enojada. Se lo había dicho e iba a cargar con las consecuencias de ello.
—¿Disculpame, qué decís? Está muy feo andar culpando a inocentes sin tener pruebas.— Se cruzó de brazos haciéndose la ofendida. Por favor, díganme que no estaba sonriendo de verdad...A esta chica le faltaban códigos.
—¿A no? Entonces explícanos como es que la canción que escribiste, tiene la misma letra que la del examen de Luna.— Los gritos de mi amiga resonaron a lo largo de toda la clase. ¿Nina enfadada? Esto era nuevo en ella. Se puso en pie, dando un fuerte golpe en la mesa, mostrando el parecido que tenían dichas caligrafías.
—¿Qué haces?.— Me puse en pie, casi gritando, al ver lo que estaba haciendo.
En un abrir y cerrar de ojos, Ambar se acercó rápidamente hasta donde estaba Nina, arrebatándole la partitura de las manos, para poder dejarla rota en pedazos. Nuestra única prueba, la cual podía incriminarla a ella con mi examen, estaba ahora, echa añicos.
—Evito que ensucien mi nombre, no me gustan las mentiras ni los engaños.— Ladeó la cabeza para mirarnos con desprecio, dejando caer los trozos de papel al suelo.
—No es ninguna mentira.— Atacó nuevamente mi amiga, negando para sus adentros, dándose cuenta nuevamente, de la terrible clase de persona que era esa chica.
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Nuestro destino es chocar.
FanficLuna Valente es una chica de a penas dieciséis años, la cual es totalmente feliz en su universo sobre ruedas. Su vida siempre ha sido muy tranquila, como la de cualquier otra chica de su edad. Pero de repente, todo da un vuelco inesperado cuando...