Capítulo 72.

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Antes de empezar con el capítulo de hoy, quería agradecer a todas esas personas, que se toman las molestias de escribirme un comentario lindo al final de cada actualización que subo. Honestamente esa es una de las cosas que más me motivan a seguir escribiendo, me encanta que especulen sobre "lo que pasará" o cuando me dan su opinión. Leo todos y cada uno de los comentarios que me publican. Es un placer que lo hagan de verdad, me hacen muy feliz. Ya no queda nada para las 40K de visitas en el fanfic, es impresionante, no esperaba alcanzar semejante cifra, sin ustedes esto no sería posible. Y me gustaría ir a por más, pero para eso necesito vuestra ayuda, ¿podríais compartir el enlace de "Nuestro destino es chocar" con vuestros amigos? Así muchas personas más podrían leer mi novela, es uno de mis sueños..

Ya para finalizar recordarles que pueden seguirme en una aplicación de karaoke, llamada "Smule", allí canto todo tipo de canciones, aunque últimamente estoy con las de Soy Luna. Podréis encontrarme como @AinaraVioleta y uniros a cantar conmigo. También podéis encontrarme con ese mismo usuario en twitter e instagram, ojalá me sigáis así podremos hablar y conocer a mis amadas lectoras.

Sin mas dilación, espero que les guste, denle like para saber que quieren que siga publicando capítulos, comenten, siganme en el perfil para que os avise la app siempre que suba algo nuevo y compartan el fanfic con todos sus amigos.

(Es más largo de lo habitual, así os agradezco la paciencia que me habéis tenido, disfrutadlo).


[Narra Luna]:

Alargué la mano para atrapar con mis dedos, el interruptor de la lámpara de la mesita de noche, una vez la luz inundó por completo mi habitación, me deshice de las mantas que me tapaban para luego levantarme cuidadosamente de la cama. Me coloqué las pantuflas en los pies y empecé a caminar hacia el gran ventanal que tenía en el cuarto.

De pronto, se escuchó un gran golpe que provenía justamente del balcón. Parece que la persona que me estaba tirando piedras al cristal, se había cansado de esperar y había decidido tomar una medida un poco más drástica y quizás también algo estremecedora. Una silueta masculina, se proyecto a lo largo de las cortinas, haciéndome imaginar de quien se trataba.

Apoyé la mano en el pomo de la puerta, llené mis pulmones con la mayor cantidad de aire posible y abrí con decisión.

-Matteo, se puede sab..- Me detuve al ver el rostro de la persona que se trataba, sin llegar a terminar la frase del todo. Al parecer no era la única que se había quedado impactada.

-¿Matteo?.- Los ojos de Simón se clavaron fijamente en los míos, haciendo que me estremeciera. -Luna..¿Por qué pensabas que yo era..? ¿Acaso él ha venido a estas horas, a tu cuarto y no me lo has dicho?.-Sus preguntas no hacían más que aumentar notablemente mi ansiedad, ante no saber exactamente que debía contestarle. -Por favor, dime que no has hecho nada de lo que luego te puedas arrepentir Valente.- Sí, definitivamente estaba en problemas, había usado mi apellido para hablar conmigo, la cosa pintaba muy feo y mis nervios en estos momentos no es que fueran de gran ayuda.

-¿Qué? ¿Estas loco?.- Reaccioné como pude, echándome a reír a carcajada limpia, descargando de esa manera la tensión acumulada. -No he hecho nada con nadie, soy muy chica y a parte no me siento preparada.- Traté de explicarme de forma breve, para hacer que se relajarse cuanto antes. -Además, ¿cómo crees? ¿el chico fresa y yo? Buagh.- Elevé una de mis manos, para pasarla suavemente por mi nuca y acariciármela mientras le sonreía ligeramente ruborizada.

-Entonces, ¿para qué vino o qué?.- Volvió a preguntar, esta vez en un tono más calmado, arqueando una de sus cejas, mirándome un tanto confuso.

Nuestro destino es chocar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora