[Narra Matteo]:
Y ahí estaba yo, observando como aquella chica de cabello castaño, desaparecía patinando entre la multitud hacia quien sabe donde, dejándome con la espinita clavada de querer averiguar cual era su nombre.
-¿Cómo se llamará?- Me pregunté a mi mismo en un leve suspiro.
Recogí todas mis cosas del suelo y caminé hacia un pequeño banco cercano, en el cual me senté y me quité los patines.
Coloqué en mis pies los zapatos y, después de atarlos, me levanté mientras me acomodaba la camiseta.
Por último, deposité los patines en el interior de mi maleta y comencé a andar, rumbo a casa de Ambar.[Narra Luna]:
Apresuré un poco el paso y acabé llegando al lugar del pedido un par de minutos antes de lo esperado.
Abrí la pequeña puerta de metal que llevaba al enorme jardín de aquella casa y recorrí un largo paseo que me llevó hasta una gran piscina, en la cual se encontraba una chica rubia tomando el sol en una hamaca.
Me detuve frente a ella, colocando en la mesa la mochila del pedido.-Foodger Wheels siempre llega a tiempo, aquí tiene su pedido.- Esbocé una ligera sonrisa, sacando de la mochila todos los productos.
La joven chica se puso en pie, quedándose muy cerca de mí.
-Y por último, dos batidos de chocolate.- Finalicé dándome la vuelta, derramando un poco de líquido sobre su ropa.Mis ojos se abrieron por completo, tornando mis labios en forma de o.
Mis manos comenzaron a temblar, no sabía exactamente qué decir.
Su cara revelaba que un simple "lo siento" no sería suficiente como para remendar lo ocurrido.[Narra Matteo]:
Después de tocar insistentemente el timbre de la casa por un rato, abrieron la puerta, invitándome a pasar para luego indicarme donde se encontraba exactamente Ambar.
Mientras bajaba las escaleras del jardín, comencé a escuchar gritos provenientes de la piscina.
Ahí estaba ella, acompañada de una chica que parecía ser la...
¿la chica delivery?
Restregué mis ojos cuidadosamente para ver si realmente estaba viendo a esa chica nuevamente.-Lo siento mucho... déjame, te ayudo.- Sacó de la mochila un par de pañuelos y se acercó a Ambar para limpiarla.
-¿Qué haces? No me toques.- Dijo bruscamente alejándose de ella.
-Tampoco es para que te pongas así de chulita.- Se quejó cruzándose de brazos.
-¿Perdón? ¿Qué dijiste? ¿Chuleta? ¿Que es eso?.- Frunció el ceño muy extrañada.
-No...nada.- Se quedó callada tratando de calmar la situación.
-No puedo creerlo, mirá como me dejaste delivery con ruedas...- Volvió a quejarse.
-Tú te moviste.- Le recriminó.
-¿Perdón? ¿Ahora es culpa mía? - Se señaló completamente ofendida.
-Parece que es toda una especialista chocando gente.- Comenté desde la lejanía con una sonrisa en la boca.
-¿Y vos, de qué te reís?- Preguntó mirándome con cara de enojada.
[Narra Luna]:
No podía creer lo que estaba pasando, primero llego tarde a trabajar, después me choco con un chico por el camino, luego le tiro la chocolatada por encima a mi clienta y por último, el chico de antes reaparece.
¿Que más podía pasarme hoy?
Traté de alejarme para recoger mis cosas, cuando de repente el pie de la chica se interpuso en mi camino, haciéndome caer de golpe a la piscina.-¡Ups!- Se encogió de hombros con una sonrisa traviesa en los labios, viéndome patalear en el agua.
[Narra Matteo]:
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Nuestro destino es chocar.
FanficLuna Valente es una chica de a penas dieciséis años, la cual es totalmente feliz en su universo sobre ruedas. Su vida siempre ha sido muy tranquila, como la de cualquier otra chica de su edad. Pero de repente, todo da un vuelco inesperado cuando...