Capitulo 21.

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[Narra Nina]:

Por mucho que habíamos tratado de salvar nuestro pellejo, el karma se empeñaba en hacerme confesarle a Gastón, todo respecto a la misteriosa carta.

Era obvio que todo acto, tenía su consecuencia y como mismo escribí en mi perfil de "Felicityfornow". Había que ser lo suficientemente valiente para reconocer el error, pero sobre todo había que serlo para poder enmendarlo. Quizás, era lo más conveniente. Tenía que hablar con Gastón y confesarle que todo lo que pasó, fue mi culpa.

Cuando tengo miedo, suelo actuar sin pensar muy bien las cosas, simplemente busco una forma para poder escapar sin mirar atrás. Y él, suele ponerme en ese tipo de situaciones, y yo pierdo totalmente la razón. Y todo por culpa de lo que él me hace sentir...

-Lo quieres.- Confesó mi conciencia, a la cual no pude negarselo.

Si, está bien. ¡Lo quiero! Pero, no soy lo suficientemente buena como para estar con alguien como Gastón. El se merece algo mejor, sobre todo si hablamos de la competencia. Y yo no iba a permitir que tratase de participar conmigo, por que jamás dejaría que se humillara de tal forma, ni permitiría que echara a perder todo lo que ha conseguido en este tiempo, por estar a mi lado. Y no, no hablo de "lo que siento por el". Hablo como una conocida, como alguien que lo aprecia. Por que a estas alturas, sé, que después de hablar con él, no seremos ni si quiera amigos. Y eso es mejor, que empiece a aceptarlo cuanto antes. Así quizás, dolería un poco menos.

-Voy a decírselo-. Asentí decidida, elevando la cabeza para encontrarme con la mirada de Luna puesta en mi.

-Perdón.- Se excusó saliendo de sus pensamientos. -¿Qué dijiste?.- Me prestó atención. -¿Qué vas a decir?.- Se recogió el cabello con una de sus trabas.

-Voy a decirle la verdad a Gastón, pero tranquila, diré que lo hice yo sola, no pienso meter en problemas a mi mejor amiga, por haber cedido a ayudarme en esta locura.- Forcé una sonrisa, a pesar de tener una lágrima recorriendo el camino de mi mejilla a la barbilla.

-Nina...no.- Negó con la cabeza poniéndose en pie para darme un abrazo. -Encontraremos una solución, de veras.- Acarició mi cabello.

-Necesito ser sincera, ya no por él, sino por mi. Yo no hago este tipo de cosas y he dejado que me domine el miedo y he terminado causándole problemas con algo que pensé que le sería de ayuda.- Correspondí su abrazo y luego me separé de ella agradeciéndole por sus palabras.

-Si crees que es lo mejor y así te sientes aliviada, yo te apoyo, pero vamos juntas.- Extendió su mano incitándome a cogérsela.

-Muchas gracias luna, de verdad, pero a esto le tengo que hacer frente yo sola.- Tragué saliva sintiendo un escalofrío que me recorrió el cuerpo de arriba a abajo.

-Bueno, está bien, pero prométeme que después de hablar con él, me llamarás.- Arqueó una de sus cejas. -Ahora tengo que ir a casa, es algo tarde, además tengo que revisar el trabajo de literatura, sabes como soy, a veces hago cambios de última hora.- Esbozó una sonrisa.

-Si, lo prometo.- Asentí con la cabeza y recogí mis cosas. -Hasta mañana.- Le dí un abrazo de despedida y me fui caminando por el Roller en busca de Gastón.

[Narra Luna]:

Tras dar un fuerte abrazo a Nina, coloqué la mochila en mi espalda y salí del Roller.

No dejaba de pensar, en lo que valiente que estaba siendo mi amiga, sabía que no lo había echo con ningún tipo de maldad, pero aún así, prefería dar la cara a ser reconocida cuando Gastón, tuviera en sus manos los vídeos de vigilancia. Aún así, no me sentía del todo tranquila, dejándola a ella sola, frente al peligro. Pero parecía que no tenía otra opción. Sorprendentemente, Nina podía ser incluso más cabezota que yo y eso ya era mucho decir.

Nuestro destino es chocar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora