|Mad||h.s|

Perdoname hermana.

Mariana POV

Después de que Harry se marchara entendí que nadie me iba a apoyar en lo que había hecho, es más nadie estaba de acuerdo en que le hubiera dado el "si" a Christian ,¿ solo porque desaparece dos años y luego aparece te dice cualquiera mentira , le crees y tu como tonta aceptas? , Lina no paraba de regañarme. Ósea si lo acepto me deje llevar, no sé en qué momento me quite la blusa que llevaba y quede en mi sostén que por cierto ya había tirado por ahí en mi habitación.

Quería ser feliz, amada y protegida ¿quién mas podría darme todo eso que Christian? Pueden hacer como quieran pero yo a Christian no voy a dejar.

- Mar, ábreme, soy yo luisa.- dijo mi mejor amiga decidí abrirle porque después de todo ella no ha hecho nada malo.

- ¿Qué fue lo que paso allá abajo, Lina está llorando culpándose de que todo es su culpa? ¿qué demonios ocurre?- dijo después de cerrar la puerta.

- Veras me encontró a mí y a Christian en una situación que digamos no muy propia para hacer en un sofá...

- Ah. Ya entiendo porque...deberias hablar con ella .- dijo sugiriéndome.

- No vas a preguntar cual fue esa " situación" .- le dije incrédula.

- No , además a él no me lo trago entero .- sincero mi amiga.

- ¡Vaya ahora todos odian a Christian!.

- ¡Mar, acaso ¿no recuerdas lo que te hizo!? Ahora porque aparece y te di...

- Si lo se. el cambio y le creo.- ¿nadie puede ver que ahora puedo ser feliz?.

- Y ¿Harry qué?- me soltó.

- El y yo somos amigos , nada mas.- sentencié.

- El es la única persona que puede darte todo eso que tu quieres , no Christian.

- Yo con Harry nunca podre estar.- dije ya cansada.

- Como sea, habla con Lina y por cierto, aléjate de Harry.- dijo ella ¿que se cree? , ¡es mi mejor amigo y yo puedo hablar con él!

- ¡Nunca!.- grité antes de que ella cerrara la puerta de un portazo, genial mi mejor amiga pidiéndome que me aleje de Harry ,Había pasado varias horas, después de darme un baño caliente me puse mi pijama y decidí mandarle un mensaje a Harry, no quiero estar de pelea con él lo quiero mucho y no sé qué haría si él no me hablara.

"¿todo bien?xx"

Le había escrito a mi amigo hace unos 15 minutos y nada, el se caracterizaba por responderme rápido y que no me responda me extraña muchísimo, al cabo de otros 15 minutos más me responde.

"si."

Su respuesta cortante, el punto final, ninguna otra palabra estaba más que claro todo estaba mal. No pude contenerme decidí bajar e ir a hablar con Lina, todas estaban ya en su habitación excepto mi prima, la encontré en la cocina haciendo... ¿té? ¿Para mí?.. Me adentre a la cocina, hice sonar mi garganta atrayendo su atención.

-¿Podemos hablar?- dije tímida.

- Adelante.- dijo ella mientras cogía una pequeña tacita y me servía un poco de té.

- Lina se que estuvo mal que haya hecho eso con Christian; se que estuvo mal haber vuelto con él y también se que en esa "situación" en la que me encontraste no fue la mejor de mi parte. Todo este tiempo has hecho lo mejor para protegerme de todo chico como él y bueno... aparece el me dice tantas cosas y no tengo mas que creerle ¡lina mirame! Nadie me quiere, ¿quien quiere a esta cosa para novia? No soy bonita, ni siquiera mi risa lo es; como por todo y después me arrepiento de ser tan cerda, me odio y yo solo quiero a alguien que me quiera; que me haga olvidar ese odio hacia a mí, que me haga sentir querida, protegida y feliz; se que Christian podrá hacer todo eso por mí.

- Mariana, ¿qué demonios dices?, tu eres hermosa, tienes a muchísimas personas que te quieren, nosotras, los chicos en especial a Harry, el es el que más te quiere y demasiadas veces te lo ha demostrado ¿recuerdas esos libros que te regalo? Solo porque te ves linda leyéndolos, eso no te lo dijo pero me lo dijo a mi.- ¿Qué? Pensé que me los había dado porque era una intensa por querer tener más libros.- aunque no lo creas, Harry es perfecto para ti.

-¡No! El es y será solo mi mejor amigo, no enredes las cosas. Nosotros nunca podremos estar juntos ¡yo no soy su tipo y nunca lo seré!- estaba harta no quiero dañar mi amistad con él.

- ¿Por qué eres tan terca?- dijo con una media sonrisa.

- Así me hizo dios.- me encogí de hombros.

- Así terca te amo.

- Y yo a ti, perdóname.- le dije, nunca me había gustado pelear con ella.

- Te perdono.