Harry siendo pacifico.

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Capitulo 24

Después de todo Harry me había dicho que saldríamos así que me cambie y me puse algo casual y cálido.

En el camino todo iba silencioso ni él ni yo habíamos hablado desde que salimos y aun no adivinaba a donde me llevaba.

Hasta que hablo.

- Mar no quiero pelear y menos ahora que quiero pasar tiempo contigo porque dentro de unos días me iré y nos veremos muy pocas veces.- el tour comienza.

- ¿Por qué lo hicieron? Está bien que no confíen en Christian pero, el hecho de que no confíen en mi me duele.

- Mar solo queríamos ver que estuvieras bien.- explicó

- Ya da igual, nadie confía en mí.

- Yo confió en ti.

- No es cierto.

- Claro que si, si no confiara en ti no te estuviera llevando a mi lugar favorito.

- Si claro...- hasta que me di cuenta que estábamos saliendo de la ciudad, se podía ver el letrero que agradecía por su visita.

- Te encantara, es pacifico; hermoso; tiene una hermosa pradera, perfecto para relajar.

- Desde cuando eres tan pacifico.

- Solo cuando quiero relajarme, vengo aquí. nadie lo conoce excepto tu ahora.

- Vaya...pero antes que todo ¿has traído comida contigo? Es que...tengo hambre.

- La hay, además no demoraremos tanto.

- Me muero por verlo.

Me había quedado dormida durante el resto del trayecto, según Harry roncaba yo simplemente lo ignore, el bajo con unas pequeñas bolsas ¡comida!, lo seguí; como había dicho el rizado, el lugar era totalmente precioso, todo trasmita paz podría quedarme a vivir aquí y no envejecería nunca, todo era hermoso la pradera; toda la naturaleza estaba en su máximo esplendor.

- Hermoso lugar cariño.- lo felicite.

- Gracias, ahora es nuestro lugar.- no sé porque pero sentí ruborizarme.

- Deberías verlo de noche, se pueden ver todas las estrellas en su mayor totalidad.

- Me encantaría, cuando regreses del tour deberíamos venir a campar.-sugerí

- Tour, tour, tour no hablemos de tour por ahora, la cuestión de no verte por varios meses aun me perturba.- sonreí y el enrojeció un poco.

- Eres tan cursi a veces que me empalagas Harry.

- Lose, bueno ven quiero mostrarte algo.- dijo mientras se colocaba de pie y me ayudaba a ponerme de pie.

- Y lo mejor es que estamos lejos de esos molestosos paparazzis.-añadí

- Es lo mejor de todo, algo que también me gusta es que curiosamente en este sitio no hace tanto frio como en la ciudad, lo cual es muy raro.- dijo él mientras nos adentrábamos en el bosque.

- Y ¿que es lo que me vas a mostrar?- pregunté mientras le seguía el paso.

- Es sorpresa, pero hagamos esto interesante; el que llegue primero deberá comer lo que el otro prepare.

- Y yo como voy a saber, donde debo frenar.

- Tu misma te darás cuenta, por ahora suerte.- y se alejo corriendo.

Mierda no yo no quiero hacer nada, ya mis pies habían dejado de caminar y ahora se encontraban en una carrera; no iba a permitir que Harry ganara. El debe cocinarme, es todo un chef además no creo que pueda perder había perdido a Harry, iba con la mirada en alto que no vi con que tropecé ¡demonios! , maldita rama. mi jean se había ensuciado pero mi rodilla se había hecho un golpe; ya no corría ahora cojeaba, genial a este paso me veré dentro de 20 minutos haciendo comida.

- ¡Por dios, esto es hermoso!- exclamé al darme cuenta a lo que se refería Harry, era una linda laguna con una hermosa cascada pequeña, el sonido de el agua al caer ¡es tan relajante todo!.

- ¿Te gusta?- alguien susurró a mi oído, asentí.- te dije que te encantaría.

- Es realmente hermoso, ¿como supiste de esto?.

- Larga historia...pero bueno ¡estoy hambriento, que me prepararas!

- ¿perdón? Al parecer la que llego primero fui yo.- las dos últimas palabras fueron mencionadas con otro tono.

- Debes admitir que te encanta que te cocine.- dijo el

- Lo admito, lo haces muy bien.- dije honesta.

- Y otras cosas las hago bien, deberías probar.

- Que enfermo.

- Así me quieres .- dijo él mientras me abrazaba.

- Así te quiero.- su abrazo me daba esa sensación de seguridad, de confianza; esa misma que cualquier persona no te la da, me sentía afortunada de tener su amistad, la valoraba muchísimo.

No quería perderlo, nunca.

|Mad||h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora