Capítulo 10.

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Park Jimin.

—Creó que lo matarán—nos habíamos alejado de la vista de las chicas.

—¿Que?—yo me eché a reír.

—Son muy celosas cuando traigo alguien al instituto—él comenzó a caminar en dirección a las aulas.
—Hey, no me deje hablando solo—lo seguí.

—Las clases están por iniciar—camine junto a él.

—Jimin—escuché la voz de Jungkook que me llamaba desde atrás, él profesor Min y yo nos volvimos.

—Profesor Min—Jungkook le dedico una reverencia y este respondió de igual manera.

Jungkook caminó en silencio junto a nosotros y llegamos al salón justo cuando el timbre de entrada había tocado.

—Buenos días jóvenes—él profesor Min saludo, todos le dedicaron una reverencia Jungkook y yo entramos y nos sentamos en nuestros pupitres.

La clase inició, esta vez pusimos atención, de vez en cuando el profesor Min nos miraba diciéndonos, ¿entendieron?,  nosotros asentíamos con la cabeza para que después se pusiera a explicar los que seguía; Bien en realidad sus ojos si se parecen a los de mi madre pero trataré de no tomarle demasiada importancia.

Su clase se pasó volando este viejo, como ya había dicho, no era tan malo como yo pensaba, en cuestión de su papel como maestro, al contrario, era muy bueno para hacer que las clases fueran más rápidas y fáciles de comprender.

—Bien jóvenes, eso es todo por el día de hoy, nos vemos mañana—sonó el timbre y el profesor Min se apresuró para salir.

—Espere profesor Min—me puse de pie, todo se quedaron viéndome extrañados.

—¿Necesita algo?—preguntó mientras tomaba su maletín con una mano.

—Me gustaría pedirle una disculpa por la broma que le hice ayer, fue algo inmaduro e inconsciente de mi parte—le dedique una reverencia, le había dado mi palabra de que me disculparía frente a la clase a cambió de que mi vergonzoso apodo quedará solo entre él, la anciana Jungwha y yo.

—Aceptó sus disculpas joven Park, pero no se salvará de su castigo—dijo y yo lo voltee a verlo fulminante, esto no estaba en el trató.

—¿Perdón?—dije mientras le indicaba con los ojos para que recordará nuestro trató, todos e incluso Jungkook nos miraban algo extrañados.

—Un trató es un trató, no diré nada, pero tu padre fue el que me dijo que te aplicará un castigo y tengo que obedecer a mi jefe—se acercó a mi y me susurro en el oído.

—Eres un...

—La clase acabó—sonrió malicioso y salió del salón

El profesor Min era un idiota, un desgraciado, pero como ahora tenía un arma para acabar con mi fama de “chico malo” con un simple apodo no podía hacer absolutamente nada.

—Eso lo planeó—Jungkook llamó mi atención y yo me gire a verlo repentinamente.

—Ya lo sé, era obvio que no me salvaría de un maldito castigo—me crucé de brazos mientras esperábamos a que llegará otro maestro.

—Al parecer no lograrás llevarte bien con el profesor Min—Jungkook me dio varios golpesitos en la espalda y yo suspiré.

—No pensaba hacerlo, odio a ese tipo—él rió.

—Pues ya estaban comenzando a llevarse bien, hasta lo tragiste hoy en lugar de a mi en tu auto, es algo difícil de creer—yo hice un gesto amargo.

—Lo hice porque mi padre me lo pidió—conteste haciendo que Jungkook volviera a sonreír.

—También ayer en la noche lo cargaste hasta su apartamento e incluso hasta su cama, ¿eso también te lo pidió tu padre?—Jungkook hizo tono abullador.

—No es como si lo hubiera dejado dormir en mi auto—conteste molesto.

—No es para que te enojes Jimin—acarició mi cabeza.

Reímos y el siguiente profesor entró, las clases se pasaron realmente lentas, no dejaba de pensar en el idiota del profesor Min, estaba molesto porque había agregado cosas a nuestro trato sin habérmelo dicho antes, se que él había dicho que mi padre era el causante de mi castigo, pero aun así presentía que lo había planeado antes, o que incluso el mismo era él que le había contado a mi padre sobre la broma que le habíamos echó, maldito desgraciado.

Paso aproximadamente un mes desde que intentábamos con uñas y dientes de hacer que el profesor Min renunciará, a pesar de que nos ayudaban mucho sus clases privadas, tenía algo que aun queria  tratar de hacerle la vida imposible, aunque de tantos intentos el unico que se aferraba a esa idea era yo, ya que Jungkook pensaba que era un buen tipo y dejo de ayudarme.

Entonces era yo solo contra Jungkook y el profesor Min, iba a ser dificil.

Era lunes asi que me levanté temprano para desayunar, esperaba a Jungkook para que pudiéramos irnos a la preparatoria, llegó algo tarde así que salimos de inmediato.

Entramos a clases y estas se pasaban volando hasta qué la hora del almuerzo llegó, Jungkook y yo nos dirigimos hacía la cafetería a comprar algo para comer, al llegar varias chicas nos rodearon mientras nos ofrecían almuerzos hechos por ellas mismas, los aceptamos casi todos mientras nos dirigíamos a nuestra sala en donde comíamos nuestro almuerzo.

—Tenemos comida como para un par de años más—dije bromeando mientras Jungkook comenzaba a comer.

—Esta delicioso—comió un bocado más de aquel platillo, yo tome un par de palillos y también deguste.

—Es verdad—seguimos comiendo.

Ya estábamos casi llenos y la comida no acababa, decidimos guardar toda la que había sobrado en el pequeño refrigerador que teníamos en nuestra sala y nos echamos boca arriba en el sofá sobando nuestros estómagos.

—Comí mucho—Jungkook lloriqueaba mientras aún sobaba su estómago.

—Creo que voy a vomitar—intentaba pararme del sofá, pero fue inútil, yo que todo me dio vueltas obligándome a sentarme de nuevo.

Nos quedamos sentados todo el tiempo que duró el recesó, Jungkook se quejaba mientras intentaba ponerse de pie.

—Me adelantaré al baño, no te mueras—Jungkook se paró como pudo y caminó a tientas hasta salir de la sala.

Me quede un rato, jamás en mi vida me había sentido algo así, me mareaba con solo pararme y me daban arqueadas con pensar en todo lo que había comido; Maldita sea.

Me pare por fin a duras penas, todo volvió a darme vueltas pero intenté mantenerme en pie, salí a tientas de la sala y comencé a caminar lentamente por el campus para llegar a mi salón; Mierda, todo me da vueltas. Pensé mientras sentí como no pude mantenerme en pie, me deje caer en el pavimento y unos brazos me tomaron por la espalda.

—¿Se encuentra bien?—levanté la vista y observé el rostro borroso del profesor Min que me sostenía.
—Venga—tomó mi brazo y lo pasó por atrás de su cuello y me llevó a la enfermería.

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora