Capitulo 26.

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Park Jimin.

Comíamos mientras mis mejillas se tornaban rosadas debido a que le acaba de declarar al profesor Min que estaba enamorado de él, no quería hacerlo de esta manera, quería decírselo cuando pensara que fuera más apropiado pero simplemente se me había salido.

Terminamos de comer, él profesor Min no comentó nada desde que le dije aquello, se mantuvo pensativo y serio incluso hasta cuando salimos del restaurante y caminamos hacía su apartamento.

—Quiero comprar un helado, espere aquí—visualice a lo lejos un pequeño puesto de helados, este asintió y yo me dirigí hacía el lugar
Compre dos helados dobles combinados y regrese en donde estaba el profesor Min.

—Tenga—le tendí el helado y este lo tomo dudoso.

—G-gracias—yo sonreí.

—Esta muy callado, ¿pasa algo?—le dije mientras comenzábamos a caminar.

—Su padre, su padre me llamó por teléfono—pausó yo me quede mirándolo mientras me comía mi helado.
—Tengo que llevarlo a su casa ahora—dejo caer su helado.

—Profesor Min—su rostro se torno serio.

—Lo siento—bajo la vista.

—¿Sucede algo?—me acerqué y lo tome del brazo.

—No, no pasa nada, hay que irnos—evito mi contacto y retomamos la caminata.

Yo lo seguí, caminamos en silencio mientras que el profesor Min miraba al suelo.

Llegamos a su apartamento, entramos, él profesor Min se dirigió hacía su habitación y cerró la puerta detrás de él, estaba muy raro, no se que le había dicho mi padre, pero esto no se podía quedar así.

Me dirigí a su habitación y toque la puerta, este no respondió, intenté abrirla pero estaba cerrada.

—Profesor Min, ¿se encuentra bien?—levante un poco más la voz para que escuchará, no respondió.
—Por favor, ¿qué sucede?—tampoco respondió.
—¿Puede abrir la puerta?—dije mientras tocaba esta.

Tampoco respondió, así que me dirigí hacía el sofá, me senté en el y suspiré, estaba preocupado, jamás lo había visto comportarse de esa manera.

La hora de la cena llegó, pedí algo para comer para el profesor Min y para mi, dudaba en si saldría de la habitación, pero aun así tenía que comer.

—Pedí algo para cenar, ¿puede salir de ahí?—escuche movimiento dentro la habitación y el candado de la puerta fue removido, la abrí y entre.
—¿Esta todo bien? —dije encontrando al profesor Min sentado en la orilla de la cama.

—Joven Park, es hora de que vuelva a casa—yo me quede boquiabierto.

—¿Qué?, ¿p-porqué?

—Su padre, me acusara de secuestro si no lo regreso hoy mismo a su casa—suspiro pesadamente.

—No, no me puede hacer esto, profesor Min, por favor.

—Lo siento joven Park, por el bien de ambos usted se irá a casa—se puso de pie, su expresión no era nada buena, algo mas estaba pasando que no me quería decir.

—¿Qué fue lo que le dijo mi padre?—entre cerre los ojos.

—Solo eso—mentía se podía notar con facilidad por la expresión de rostro.

—Hay algo más.

—Hay que irnos ahora—me tomo del brazo para obligarme a caminar pero yo me resistí.

—Si no me dice que fue lo que mi padre le dijo, no me iré de aquí.

—Por favor—volvió a suspirar.

—Solo tiene que decirme.

—Me despidió.

—¿Q-qué?, ¿p-p-porqué?—me sentí aún peor después de escuchar eso.

—No lo sé—tenía la cabeza baja y su voz se acortaba un poco.

—Lo siento—puse mi mano
sobre su hombro.

—No es necesario que se disculpe—llevó su mano hacía su rostro tapándolo.

—Profesor Min.

—Entrar a esa preparatoria había sido mi sueño desde siempre—se notaba que aguantaba las lágrimas.

—Voy a regresar, haré que mi padre le regrese su trabajo—este me miro.

—En el momento en que usted regrese a su casa, yo tendré que firmar una orden de restricción—yo me quede perplejo.

—¿U-u-una orden de restricción?—se me creo un nudo en la garganta.
—¿Pero...porqué?—sentía un cúmulo de lágrimas que volvían mi vista borrosa.

—Al parecer su padre piensa que de verdad intente hacerle daño—echo su cabeza hacía atrás y despeinó su cabello.

—¿Porqué?, no lo entiendo, mi padre, no es ese tipo de persona, él no juzgaría antes de verlo con sus propios ojos y escucharlo el mismo—me sentía pésimo, últimamente todo me estaba saliendo mal.

—A pesar de que no conozco a su padre, se nota que es una muy buena persona, por eso yo también estoy muy confundido ante esa forma de pensar—yo comencé a llorar, ya no pude aguantar.
—Tenemos que irnos—poso su mano sobre mi hombro dándome una sensación increíble de tranquilidad.

—Profesor Min—lo rodé con los brazos, este se quedó quieto mientras yo ahogaba mis lágrimas en su hombro.

—Guarde la calma joven Park—mantuvo su seriedad.

—No quiero alejarme de usted, no ahora—seguí llorando, eran una mezcla extraña de sentimientos, frustración, decepción, tristeza y una pequeña pizca de traición departe de mi padre.

—No diga eso—su voz se escuchó débil.

—Esto no es justo, todo lo bueno que me pasa, termina por derrumbarse en cualquier momento—sentí los brazos del profesor Min que me rodeaban y me apretaban uniformemente haciéndome sentir cálido.

—Lo siento—me apretó aun más hacía él.

Mi corazón estaba totalmente loco, no podía lograr que se quedará tranquilo, esta era la primera vez que experimentaba la calidez del profesor Min, tal y como lo pensaba, era la misma calidez que tiempo atrás, mi madre me proporcionaba a menudo con sus múltiples mimos, algo que me conmovió.

—Le diré algo—aun seguíamos abrazados.
—Me prometí a mi mismo jamás dejar solo a nadie en momentos difíciles, he sentido muchas veces aquello, es duro y a veces no puedes seguir por ti mismo,  por eso no quiero que nadie pase por lo mismo—mi lágrimas cesaron.
—No lo dejaré solo—me alejó de él para salir de la habitación yo me quede ahí parado como estúpido, una sonrisa se me formó y mi corazón se aceleró aún más.

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora