Capitulo 34.

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Park Jimin.

El profesor Min había cambiado mucho desde la última vez que lo había visto, era más expresivo, algo que sinceramente me encantaba, jamás me abría imaginado que él me besara tomando la iniciativa, estaba enamorado de este sujeto, del hombre que más había odiado.

—Creo que debería ir a dormir—él se había alejado para seguir tomando su vaso de agua.

—Mi padre se casa, con esa mujer—baje la vista mientras se me cristalizaban los ojos totalmente.

—Joven Park—solo sentí su mano sobre mi hombro.
—Solo le pido que se cuide mucho—levanté la vista.
—Lo siento, pero yo he tomado una decisión, no voy a volver, ustedes serán mas felices conmigo lejos, se lo aseguró—me aleje.

—Usted me dijo...

—Se muy bien lo que dije, pero a veces hay cosas que no se pueden cumplir, de verdad lo siento—no sabia que decir, bueno en realidad si, pero no podía formular palabra alguna, después de que me había dicho que yo le gustaba y después de haberme besado de esa manera se atrevía a romper mis estúpidas ilusiones.

—Hijo de...—no me dejó terminar ya que puso su mano sobre lo boca.

—Cuide su boca—alejó su mano y yo lo fulmine.

—Entonces esto ya se acabo, ¿porque se espero hasta ahora para decírmelo?—intentaba ferozmente en retener las lágrimas.

—Quería que lo supiera, después de todo—mordió su labio inferior.

—Hubiera sido mejor no saberlo.

—Joven Park—tomo mi brazo ya que pase por su lado intentando irme de ahí para poder llorar de una vez por todas.

—¿Qué?—no lo mire.

—Mireme—se posicionó frente a mi y yo desvíe la vista pero este tomó mi rostro con sus dos manos obligándome a mirarlo.
—Por una última vez—se acercó hacía mi pero yo me aleje estrepitosamente.

—Ni hablar, váyase a la mierda—salí corriendo en dirección hacía la puerta de salida, salí de la casa sin rumbo alguno, la noche era fría y húmeda, las lágrimas salían libre mente, mientras corría mis pies descalzos resonaban en el pavimento.

Llegué a un gran parque en donde ya muy cansado y con los pies jodidisimos me senté en una banca frente a una gran fuente.

—Creo que no es el momento adecuado para decirlo pero, te lo dije—escuche la voz de mi padre y levanté la vista, era el junto a Misung y su mujer.

—¿Qué mierda haces tu aquí?—dije mientras mis labios temblaban debido al bajo clima.

—Vine acabar con esto de una vez—dijo mi padre mientras Misung me entregaba un saco.
—Entra al auto—yo me nege.
—No es pregunta—dijo mi padre mientras Misung me tomaba del brazo y me ayudaba a caminar viendo el estado de mis pies.

—Detengase—escuche la agitada voz del profesor Min desde atrás yo me gire y efectivamente, era él.

—Justo con usted quería encontrarme Min YoonGi—dijo mi padre mientras se incorporaba y se dirigía hacía el profesor Min.

—La casualidad es mutua—yo solo observaba como ambos se asesinaban con la mirada.

—Escuche por ahí rumores de que usted esta pretendiendo a mi hijo, corrijame si me equivoco por favor—yo intente intervenir pero Misung me lo impidió.

—Sus cuestionamientos son verdaderos, ¿tiene algún problema con eso?—el profesor Min sonrió malicioso.

—Enhorabuena, entonces es el momento perfecto para decirle esto—mi padre le regreso el gesto.
—Tiene que alejarse y olvidarse de una vez de mi hijo.

—Me temo que no haré tal cosa—un miedo me invadió, no se porque pero sentí un espasmo que me recorrió todo el cuerpo.

—Me temo que tendrá que hacerlo quiera o no, mi hijo, ya esta comprometido—al escuchar eso me quede boquiabierto, ¿en que jodido momento paso?

—¿Que dices viejo?—grite y este se giro sonriente.

—Organice una boda de negocios, te casarás con Yung Shin—mi mente se torno oscura.

—¿Boda de negocios?, ¿de que estupideces me estas hablando?, ¿no estas feliz ya con lo jodida que haz vuelto mi vida?

—Hijo—se acercó y yo solo lo miré amenazante.

—Te desconozco, ¿que sucedió contigo?—estaba furioso, pero hice todo lo posible por retener la lágrimas.

—Es por tu bien—me miró con esos ojos tan compasibles, pero no eran los mismos, su brillo se había apagado y se veían inconformes.

—¿Por mi bien?, por mi bien hubiera sido de que jamás la hubieras conocido—mire a la mujer de mi padre quien solo se quedo callada.

—Jimin, por favor—me había soltado del agarre de Misung.

—No lo haré, ¿me escuchaste bien?, no voy a permitir que intentes arruinar más mi vida—mire a mi padre mientras no pude evitar que se me cristalizaran los ojos y después dirigí la vista al profesor Min, quien se encontraba parado mirándome.

Me eche a correr de vuelta a la casa del ya mencionado, al llegar a ella tome las llaves de mi auto y conduje rápidamente hacía dirección indefinida mientras las ruedas del auto se resbalaban gracias al pavimento húmedo, mi celular sonaba y sonaba, yo no podía despejar mi mente y mi vista se tornaba nublada debido a las infinitas lágrimas, de un momento a otro, donde la velocidad había rebasado los límites permitidos, el auto salió disparado por un acantilado a unos 2000 metros de donde había salido, sentí el impacto seguido de un gran estruendo provocado por este, después de eso mi vista se torno oscura y quede totalmente inconsciente

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora