Capítulo 6.

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Park Jimin.

Estaba furioso, nadie, absolutamente nadie se había atrevido nunca a retarme de esa manera, este hombre tenía la guerra escrita conmigo, se había ganado mi odio en tan poco tiempo, que solo quería hacerle la vida imposible hasta que se largará de la preparatoria.

-Ya cálmate Jimin, hasta humo te esta saliendo-Jungkook se burlaba de mi estado mientras salíamos del salón, ya era tarde y las clases habían terminado.

-Cállate idiota, estoy furioso-él se doblo en carcajadas.

-Ya hombre, no te alteres y vámonos-toco mi hombro y nos dirigimos al estacionamiento en donde estaba mi auto y subimos a el para dirigirnos a mi casa.

-Oye, ¿que hoy no empiezan tus clases particulares con el profesor Min?-Jungkook preguntó haciendo que frenará de golpe.

-Mierda, olvide eso-los autos de atrás hacían sonar su claxón enojados debido a mi frenar.

-Tienes una suerte-alargo la pronunciación de la oración y volví a echar a andar el coche.

-Vayamos a jugar billar Jungkook-dije mientras me aparcaba fuera de una cafetería cerca de ahí.

-Sabes que tu padre te matará si se te ocurre escapar-Jungkook rió mientras yo dejaba caer mi cabeza en el volante.

-Mátame tú-suplique y después me eche a reír.

-Sería un gusto-me golpeó la frente y bajo del auto, yo lo seguí.

-Vamos a comprar un café-dije y entramos a la cafetería.

-¿Quieres comprar pan también?-Jungkook pregunto mientras la chica nos entregaba nuestros cafés.

-No, vayamos a la panadería de la anciana Jungwha-dije, Jungkook sonrió, pagamos el café y salimos de la cafetería hacía mi auto.

La anciana Jungwha era un amor de persona, ella y mi madre solían ser amigas, así que cuando era pequeño solía venir a menudo, cuando mi madre murió ella estuvo con mi padre y conmigo en esos momentos difíciles, esa anciana tenía una gran espacio en mi corazón.

Conducí hacía la panadería, mientras Jungkook y yo cantábamos algunas canciones de la radio.

Al llegar, entre casi corriendo, hacía tiempo que no la veía.

-Buenas tardes-una voz irritantemente familiar me dio la bienvenida apenas entre, levanté la vista y ahí esta ese idiota del profesor Min.

-¿Trabaja aquí?-me acerque desafiante.

-Por supuesto-sonrió, ¿que diablos le pasaba a este hombre, porque estaba tan servicial?; Es su trabajo idiota. Pensé mientras intentaba no volverlo a mirar a los ojos, ya que al hacerlo, sentía un extraño sentimiento en mi pecho, casi el mismo sentimiento cuando mi madre me miraba, también mientras Jungkook se peleaba con la puerta aparentemente muy pesada para él.

-¿Acaso eres quien creo que eres?-la anciana Jungwha salió entre las estanterías de pan y me miro mientras se acomodaba sus anteojos.

-Anciana Jungwha-casi corrí hasta ella para abrazarla.

-¿Abuela Jungwha, conoces a este chico?-el profesor Min se quedo sorprendido; ¿ABUELA?. Pensé mientras me separaba cálidamente de la anciana.

-Si Sugita, este niño es como un nieto para mi-la anciana Jungwha rió; ¿Sugita?, ja, ¿y eso que?. Reí internamente.

-¿Conoces al profesor Min anciana Jungwha?-pregunte mientras Jungkook escogía algunos panes de dulce para el café.

-Si, es un excelente muchacho, muy dulce y considerado, también muy trabajador y responsable-ella sonrió ampliamente y sus ojos se iluminaban al hablar del profesor Min, como los de una madre orgullosa; ¿Dulce, considerado?, mas bien amargado y malhumorado.

-Bueno ChimChim, ¿adivina que acaba de salir del horno?-la anciana Junwgha me hablo por mi apodo, aquello me trajo nostalgia y me recordó a mi madre, sonreí de medio lado.

-¿Empanadas de cajeta?-me sentí emocionado, me encantaba lo que sea que estuviera echo por esta mujer.

-Si pequeño, en un momento las traeré-revolvió mi cabello y desapareció detrás de la puerta de la cocina.

-¿Sugita?-reí y me acerque al profesor Min nervioso y evitando cruzar miradas.

-¿ChimChim?-él se quedó serio mientras me miraba fulminante, misma mirada que mi madre me dedicaba cuando me portaba mal.

-No diré nada si usted no dice nada-trate de hacer un trato con él, ese apodo era lindo pero muy vergonzoso, no quería que nadie más lo supiera, Jungkook también estaba ahí, pero de seguro no había escuchado nada, por que estaba muy ocupado buscando algo de pan.

-Trato hecho, pero una cosa más-dijo y sonrió de medio lado, algo raro, ya que no recuerdo que lo haya visto sonreír, tiene cara de pocos amigos y es muy amargado.

-¿Qué quiere?-me crucé de brazos.

-Solo quiero una disculpa-dijo esta vez sin mirarme mal.

-Disc...-me interrumpió.

-Frente a toda la clase, mañana-se cruzó de brazos y alzo la ceja. -Mi reputación como maestro simpático me da mas que igual, pero en tu caso, con un apodo tan vergonzoso para alguien tan tú, creo que bajaría un poco tu reputación de chico malo, y no estoy exagerando.

-Agh, esta bien-al pensar un poco aquello, al final acepte, no podía permitir que alguien más supiera sobre ese apodo, nadie, absolutamente nadie.

-Jiminnie, aquí están las empanadas pequeño-la anciana me entregó una bolsa café con las empanadas dentro y volvió a la cocina casi corriendo, el profesor Min me miro.

-No, diga nada-alce la mano frente a mi cara apuntando al profesor Min, presentí que me diría algo también por ese apodo, el solo río un poco y le cobro el pan a Jungkook.

-Anciana Jungwha, me iré ya a mi casa, me dio mucho gusto verla de nuevo, volveré a visitarle mas seguido, se lo prometo cuídese mucho-ella salió de la cocina, yo la estreche entre mis brazos y bese su frente.

-Profesor Min-llame la atención de él.

-Dime-el se comportaba amable cuando la anciana Jungwha estaba cerca, que tonto.

-Lo veré mas tarde-nos asesinamos mutuamente con la mirada y Jungkook y yo salimos de la cafetería, nos subimos a mi auto y nos dirigimos a mi casa.

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora