Min YoonGi.
Había decido desaparecer completamente de la vida del joven Park de una vez por todas, odiaba ser una carga, solo quería que él y su padre estuvieran bien.
—¿P-p-por qué?—el joven Park derramaba lágrimas continuamente mientras yo encerraba a mi corazón para impedir que esto arruinará mi decisión.
—Es lo mejor para ustedes—sonreí y este se abalanzo hacía mi abrazándome.
—Dijo que no me dejaría solo—lo abracé apretándolo cálidamente.
—Creo que no podré cumplir eso—le susurré y el lloró aún más ahogando sus lágrimas en mi hombro.
No podía soportar esto, creo que en realidad había promesas que incluso yo no podía cumplir, me devastaba saber que él estaba así por mi culpa, hasta hace poco me di cuenta lo importante que el joven Park y su padre eran para mi, muy tarde después de todo.
—Joven Park—el continuaba con su cabeza hundida en mi pecho mientras yo lo sostenía, no me respondió, puse mi mano en su cabeza mientras acariciaba esta, mi mano temblaba ante aquel acto, eran impulsos que me confundían, estaba nervioso, quería que dejará de llorar.
—Volvamos al apartamento, le daré un poco de agua y podrá calmarse un poco—se separó por fin y caminamos de regreso.
—Park Jimin—escuche la voz del presidente Park desde atrás de nosotros, nos giramos al mismo tiempo, la mujer del presidente Park estaba junto a él mirándonos.
—Presidente Park.
—¿Qué es lo qué quieres?—dijo el joven Park poniendo su brazo frente a mi y haciéndome hacía atrás.
—Creí haberte dicho que te alejaras de él—se acerco amenazante y nosotros retrocedimos.
—Y yo creí haberte dicho que no te metieras en mis asuntos—el joven Park apretó su puño, me preocupaba el presidente Park, así que sólo miraba detenidamente cualquier movimiento que hacía.
—Jimin por favor, no pelees con tu padre el solo...—la mujer del presidente Park le dijo y este se abalanzo hacía ella, yo se lo impedí poniendo mi brazo esta vez adelante de él.
—Tu no eres nadie para darme ordenes, ni mucho menos para pedirme favores o llamarme por mi nombre—el joven Park la asesino con la mirada y está se quedó callada.
—No puedes hablarle así a tu madre—el presidente Park se mostró firme.
—¿M-madre?, ¿eres imbécil?, esta zorra no se compara en nada a mi madre—este hizo más esfuerzo en irse contra ellos pero yo lo abrace para impedírselo.
—Vamos a casarnos—el presidente Park miro a Jimin, este estaba destrozado, su mirada lo decía todo.
—Pudranse, ustedes dos, váyanse a la mierda—hizo que lo soltará y salió corriendo hacia el lobby.
—Esta arruinando su vida—dije para después ir corriendo tras Jimin.
Podía sentir la traición a escasos centímetros, era casi tangible, creo que después de todo, no había conocido la verdadera naturaleza del presidente Park, solo su cáscara.
Corrí detrás de él, mientras veía desde lejos como apretaba sus puños y limpiaba sus lágrimas.
—Joven Park—le grité y este se volteo ahora para correr hacía a mi con su rostro lleno de lágrimas, me abrazó fuertemente mientras sollozaba.
—¿Porqué me pasa esto a mi?—decía entre débiles susurros, yo no dije nada.
—Ya no puedo con esto—continuaba con sus lamentos.Lo abracé fuerte proporcionándole todo el calor que necesitaba en este momento, me partía el alma no poder hacer nada.
—Vayamos a tomar algo—le dije mientras este limpiaba sus últimas lágrimas.
—De acuerdo—dijo mientras nos dirigimos un a un lugar en donde vendían bebidas de varios tipos.
Le compre un té caliente negro, para ayudarlo a calmarlo un poco, yo me compre un café helado.
—Tómalo caliente es más efectivo—le dije mientras le entregaba la taza.
—Gracias—su rostro era inexpresivo, y sus ojos estaban hinchados.
—¿Ya se encuentra mejor?—le sonreí haciendo que se sonrojara.
—U-un poco gracias —bebió el té tímidamente, verlo así me daba un poco de pena, pero también era tan adorable que me entraban unas ganas de achucharle la cara.
Terminamos nuestras bebidas y salimos del lugar, caminábamos en silencio de regreso a mi apartamento.
—Profesor Min—me tomó del brazo ligeramente haciéndome parar.
—Si.
—¿Puedo pedirle algo?—me dijo cabizbajo.
—¿Que cosa?
—¿Puede cumplir su palabra?—me dijo haciendo que me confundiera.
—No me deje solo—me miró clavando sus ojos tristes en los míos haciéndome volver a sentir ese extraño espasmo que me recorrió la piel y esa aceleración en mi corazón que ahora que lo pensaba bien, ya se me estaba haciendo común.
—Me duele más su ausencia que lo que me hizo—no podía decirle que todo eso era mentira, no ahora.—Le doy mi palabra—trague saliva, tome su brazo aproximandolo hacía mi de este y estreché a el joven Park entre mis brazos, mi corazón se aceleró aún más que hasta me hizo sonreír un poco.
Llegamos a mi apartamento al entrar a este, todos incluso el presidente Park y su pareja estaban ahí.
—Hemos vuelto—dije haciendo que el joven Park entrará colocando mi mano en su hombro y empujándolo levemente.
—YoonGi, ¿donde estaban?—dijo NamJoon.
—Eso no importa.
—Jimin nos vamos ahora—el presidente Park se puso de pie.
—Alto.
—¿Que quiere?—dijo fulminandome con la mirada.
—¿Esta consiente de que esta dañando a su hijo?
—Usted no entiende—dijo mientras yo trataba de llevar las cosas con calma.
—Entiendo perfectamente, usted sólo piensa en su felicidad dejando a un lado la de su hijo.
—No tiene el derecho para hablarme así—me dijo mientras el joven Park me miraba sorprendido.
—Y usted no tiene el derecho de hacer sufrir a su propio hijo de esa manera—el presidente Park se acercó amenazante hacía mi.
—Usted es el menos apropiado para decir eso, después de lo que le hizo a Jimin—me dijo y su mujer se puso nerviosa.
—No se confunda y abra los ojos—este pasó a un lado de mi rozando su hombro con el mío fuertemente y jalo de forma agresivas al joven Park con él.
En cuanto salieron del apartamento me gire hacía NamJoon, Jin y el joven Jeon.
—¿Qué le dijo?—dijo el joven Jeon y yo me senté a su lado.
—Nada importante.
—¿Pero todo esta bien ahora?—el joven Jeon me miraba esperanzado.
—No exactamente—despeine mi cabello.
—Al menos el se veía un poco mejor—dijo NamJoon.
—Si, se veía más tranquilo—el joven Jeon sonrió.
—Se lo agradezco—se puso de pie y me dedicó una reverencia de esas que uno se inclina completamente hacía el piso.—N-no es nece...
—Si lo es, gracias a usted Jimin puede volver a sonreír en estos momentos tan difíciles—se puso de pie y me sonrió.
Yo me sentí extrañamente conmovido, el hecho de saber que podía ayudar a alguien, me hacía feliz.
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Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)
FanfictionPark Jimin, joven apuesto pero muy avaricioso egoista y presumido. Min YoonGi, un humilde profesor de clase baja, frio y sin expresiones algunas. Llegan a conocerse, ¿coincidencia?, ¿o simple destino?, no lo se y ellos tampoco. Pero se sienten bien...