Capítulo 59

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Omnisciente:

Jimin y YoonGi estaban dispuestos a no dejar que nadie se interpusiera en su camino hacía la felicidad.

Por otro lado Shi se había realizado la interrupción del embarazo de forma exitosa, aunque padecería de dolor por algunas semanas y a pesar de la difícil decisión que había tomado, se sentía feliz, tranquila, está vez no iba a dejar que nadie controlará su vida, como hasta ahora, sus padres lo habían hecho, las cosas se tornaron de color de rosa ya que con ayuda profesional, la familia Yung ahora gozaba de una relación sana.

Jimin y Shi habían arreglado todo el asunto de su separación, legalmente hicieron el papeleo necesario y ahora ambos podían ser felices con quién quisieran y sin tener que estar aún enlazados por un falso matrimonio, aunque se mantuvieron en contactó, todo había quedado atrás y ahora solo se dispusieron a ser buenos amigos.

El padre de Jimin no cambió en lo absoluto, se había enterado de  que su esposa había estado saliendo con otro hombre y que como todos habían imaginando, solo se había casado con el presidente Park debido a su fortuna, entro en una gran depresión ya que ahora, por su propia culpa había perdido a la única familia que le quedaba, su hijo. Enfermó del corazón y ahora tenía que pasar varias semanas en el hospital, estando ahí dudaba sobre si llamar a Jimin, ya que temía que el chico, con justa razón, se negará a visitarlo, al final no lo hizo, fue Misung quien contacto al joven explicándole lo sucedido. Jimin estaba molesto y le guardaba un gran rencor a su padre pero, aún así, tenía un gran corazón y decidió visitarlo.

—Te agradezco que hayas venido—le dijo el mayordomo al chico, el cual solo respondió con una media sonrisa.

—Es lo menos que puedo hacer por él—contestó este comenzando a sentirse incómodo antes de entrar a la habitación en la cuál estaba su padre, pensaba, habían sido años en los que no entablaba una conversación con él que ni siquiera sabía que era lo que le tenía que decir.

—Solo escucha lo que tiene que decírte—Misung tomo del hombro al chico el cual estaba parado frente a la puerta de la habitación, se sonrieron y este entró.

—Hola—fue lo único que salió de las fauces del chico, su padre lo volteó a ver de inmediato sintiendo un gran alivio, su hijo estaba frente a él y estaba dispuesto a disculparse por todo lo acontecido.

—Jimin, hijo, lamento que me veas en estás condiciones, pero, gracias por venir—el presidente Park solo le sonrió intentando no caer en el llanto, hacía tanto tiempo que habían estado distanciados que le dolía el pecho de solo pensar en todo lo malo que hasta el día de hoy había hecho.

—No tienes que agradecer, es lo menos que puedo hacer por ti—dijo el joven acercando una silla para posicionarse a un lado de la cama.

—Hijo, mi Jimin, han pasado tantos años y te has convertido en un gran hombre—decía tratando de que el llanto se quedará dentro.
—Solo quiero disculparme, se que fui un mal padre en este tiempo, se que sufriste mucho por mi culpa, se que hice cosas de las cuales me arrepiento mucho, se que no olvidarás todo lo que he causado pero, solo quiero que me perdones—su voz era débil, el hombre sentía un nudo en la garganta que quebraba su voz y le hacía que las ganas de llorar fueran más intensas. —Estoy feliz de poder verte ahora, eres una persona muy fuerte, has pasado por mucho y te mereces todo lo bueno que te está pasando—esta vez no pudo detener el sollozó, dejo caer unas cuantas lágrimas y tomo la mano del chico quien lo escuchaba con detenimiento, en estos años era la primera vez que su padre le hablaba con sinceridad.

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora