Min YoonGi:
Jimin había estado raro, ambos estabamos ahora en casa, yo preparaba la cena y el solo se mantenía callado mientras veía televisión.
—¿Esta todo bien?—levante un poco la voz para que pudiera escucharme, solo me miro, asintió con la cabeza y me sonrió.
No muy convencido decidí no preguntar más, si tenía que decirme algo, ya me lo hubiera dicho, no tenía por qué insistirle o presionarlo por eso. Tuve la cena lista y nos preparamos para comer, su actitud era igual, solo picaba la guarnición pero no degustaba nada de está.
—¿Hay algo que quieras decirme?—le dije a pesar de que prometí no insistirle, era inevitable, me preocupaba.
—S-si—titubeó un poco. —¿Recuerdas qué...—hizo una pausa, dudo unos minutos y bajo la cabeza. —¿Recuerdas lo que dijo Shi la última vez que vino a buscarme?—le miré algo incómodo, claro que recordaba lo que ella había dicho, eso no se había borrado de mis pensamientos desde ese día, no dije nada solo asentí. —Bueno, e-es verdad—recibí tal oración como dagas en mi pecho, tragué saliva con esfuerzo y lo deje continuar. —Ayer fui a realizarme la prueba de paternidad—musitó después mirándome, de alguna forma me sentí traicionado, yo no sabía nada de ésto y me molestaba un poco que me lo haya ocultado.
—¿Que piensas hacer?—le pregunté después de volver a tragar saliva aún con más dificultad. No dijo nada solo se quedó pensando cabizbajo.
—Tendré que hablar con ella, ayer me confesó que no quería tener ese bebé, aún así, quiero apoyarla, no puedo dejarla sola—me decía aunque no me miraba a los ojos, aún así yo sabía que tenía miedo y que duda en como ésto, me hacía sentir, pero lo entendía, entendía la importancia de que en estos momentos la apoyará en lo que necesitará.
—Esta bien, no tienes que dudar sobre eso, haz lo que creas que sea necesario hacer, cuenta conmigo—me puse de pie y caminé hacía su costado.
—YoonGi—me sorprendió un poco que dejará de lado los honoríficos y me llamará por mi nombre.
—Pase lo que pase, yo siempre te voy a amar—continuo dejándome atontado. —Voy a luchar por lo nuestro y te prometo que estaremos juntos—que dijera eso hizo que me ilusionara un poco, pero, ¿y si realmente no era así?, ¿qué pasaría si el bebé es su hijo y al final de cuentas Shi decide que si quiere tenerlo?, no sabría que hacer.—Jimin, te amo, confío en ti y se que tus palabras son sinceras, pero no puedes prometerme nada antes de saber que es lo que puede suceder primero—él me miro algo confundido.
No dijo nada, solo me abrazó, le correspondí y permanecimos así un buen rato. Me sentía extraño, un poco traicionado, pero sabía que Jimin me amaba y aunque yo hubiera dicho lo contrario, esperaba que cumpliera su palabra.
No volvimos a tocar el tema, sólo nos fuimos a dormir ya algo cansados, aunque, realmente solo Jimin durmió, yo no pude conciliar el sueño, me removía de lado a lado pero mi menté no me dejaba tranquilo y mis ideas no me dejaban pensar en otra cosa, sé que Jimin estaba asustado, que tenía miedo de lo que pudiera pasar pero, no menos importante, yo también me sentía igual, me aterraba el hecho de que todo esto se volviera a perder, de que después de todo él y yo no pudiéramos estar juntos y que al final de todo tengamos que olvidarnos de nuestros sentimientos, de que tuviera que volver a fingir que todo estaba bien pero por dentro cada vez era todo lo contrario, después de todo creó que nuestro futuro no era el más prometedor.
Amaneció, entre tantos pensamientos se me fue la noción del tiempo que no pude pegar ojo en toda la noche, era temprano, al rededor de las 5:40 am, Jimin había puesto un despertador el cual después de unos minutos comenzó a sonar, me acosté rápidamente y fingí que estaba dormido.
Sentí como se levantó de la cama, apagó con un suave golpe el aparato y se dirigió al baño, pude escuchar después el sonido de la ducha.
Era muy temprano, no sabía si era por su rutina diaria por qué realmente yo me despierto a eso de las 7 am y el ya tiene el desayuno preparado, por lo tanto no se a que hora se despierta cotidianamente.
Decidí levantarme, a pesar de que no había dormido nada, no tenía ganas ni de permanecer acostado o de echarme a dormir, así que baje las escaleras y me dirigí a la cocina, comencé a preparar café y preparé unas tostadas con mantequilla y un poco de mermelada, por otro lado yo corte unos trozos de fruta y los coloqué en un recipiente, el café estuvo listo, me servi una gran taza y lo prepare para poder tomarlo a mi gusto.
Después de unos cuántos minutos Jimin bajo, hablaba por teléfono pero igual me plantó un pequeño beso en los labios y se dedicó a prepararse una taza de café.
—Lo sé, estaré ahí a tiempo, no tienes por qué preocuparte—decía mientras sostenía su celular contra su hombro y su oreja. —Creo qué tienes algo pendiente que contarme, necesito hablar contigo y que me expliques—seguía hablando mientras meneaba un poco su café, yo por otro lado, podía oírlo, aunque sin querer .
—¿Podemos vernos después de la revelación?—aquello hizo que levantará la vista, no quería invadir su privacidad pero sentía que algo me estaba ocultándo.
—Seguro, nos vemos—pude escuchar como termino la llamada y segundos después, se reunió conmigo.—Buenos días—le dije a lo que solo me sonrió.
—¿Te he despertado?—musito después de beber un poco de café, yo solo negué con la cabeza.
—¿Vas algún lado?
—Si, hoy es la revelación de los análisis de partenidad—dijo algo incómodo.
—Entiendo—espere a qué me dijera más, que al menos me comentará que después de eso se vería con alguien para hablar de algo pero, no lo hizo, me sentí un poco extraño, tener esa información y saber que no debería de saberla me confundía.
—Bueno, me tengo que ir, llegaré un poco más tarde, te avisó cualquier cosa, te amo—se acercó a besarme y salió de la casa sin que yo pudiera decirle algo.
El sentimiento de duda aumentó, comenzaba a sentirme inseguro hasta el punto de entrar en una crisis, ¿por qué no podía ser sincero conmigo?
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Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)
FanfictionPark Jimin, joven apuesto pero muy avaricioso egoista y presumido. Min YoonGi, un humilde profesor de clase baja, frio y sin expresiones algunas. Llegan a conocerse, ¿coincidencia?, ¿o simple destino?, no lo se y ellos tampoco. Pero se sienten bien...