Park Jimin.
Mi cabeza daba vueltas, no podía dejar de pensar en el profesor Min, no se porque, era algo realmente extraño, yo lo odiaba, me irritaba su forma de ser, todo él me causaba un tremendo espasmo de odio total, pero, porque me comportaba así con él, porque lo protegía, no se si era el hecho de que al verlo, sentía como si mi madre estuviera frente a mi o si de plano de alguna u otra extraña manera, había comenzado atraerme por él.
Estábamos afuera del apartamento del profesor Min, yo tenía mi brazo a un costado ya que anteriormente le había dado un puñetazo a la pared detrás de él.
—Joven Park—el profesor Min me miraba fijamente mientras yo intentaba no cruzar nuestras miradas, se notaba que sufría de dolor.
—Entre a su apartamento—dije entre dientes mientras una idea loca venía a mi mente e intentaba tomarlo con menos fuerza.
—Joven...—yo lo tome del brazo aún lastimandolo más este me observó anonadado.
—Por favor—suspire y lo solté, él con esfuerzo tomo mi mentón y me obligo a verlo.
—Deje de comportarse como un niño y dígame qué le sucede—dijo mientras por fin mis ojos se encontraron con los suyos haciéndome estremecer.
—Suelteme mierda—hice un fuerte movimiento haciendo que me soltará y que se quejara de dolor.
—¿Qué es lo que pasa con usted?—negó con la cabeza, lo solté y se dispuso a entrar a tientas a su apartamento, no se lo permití, ya que inconscientemente lo tome del brazo haciendo que él se volviera.
—Debo saber algo—dije y este me dedico un gesto amargo.
—Suelteme—me miro y yo comencé a acercarme a su rostro.
—Solo son mis 5 minutos permitidos, necesito saber que me esta pasando—uní mis labios con los suyos, una sensación extraña invadió mi ser, mi corazón se aceleró al instante y mis manos comenzaron a temblar, él profesor Min me alejó estrepitosamente de él y me dio un puñetazo en el rostro rompiendo mi labio, para después llevar sus manos a su abdomen.
—Le daré una paliza si vuelve a hacer eso—dijo mientras abría la puerta de su apartamento y cojeaba hacía adentro.
Me quede shoqueado mis manos temblaban y mi cabeza daba vueltas, jamás había sentido algo parecido en mi maldita vida; creo que de verdad me estoy interesando por él.
Di un último puñetazo a la pared para salir de ahí con un manojo de sentimientos mezclados que hacían que se me revolviera él estómago. Tome mi teléfono y marque él número de Yung Shin.—Tenemos que vernos.
—No tengo tiempo ahora, no molestes—yo chasque los dientes.
—Iré ahora a tú casa—colgué.
Subí a mi auto ya fuera del hotel y arranque en dirección a la casa de Yung Shin necesitaba dejar de lado estos sentimientos, ese extraño espasmo que sentía al imaginar de nuevo mis labios junto a los suyos, nunca había besado a un hombre, tal vez era eso, el simple hecho de que era algo nuevo que había experimentado me sentía así, si, eso debía ser.Llegue a la casa de Yung Shin, ella estaba afuera en pijama mientras sostenía su un tazón de cereales con leche, baje del auto y me acerque rápidamente.
—¿Que te pasó en el labio?—dijo y comió una cucharada de cereal.
—Nada, quiero divertirme esta noche contigo—dije sin expresión alguna y ella sonrió.
—Ven—comenzó a caminar y entramos a su casa hasta su habitación en donde cerramos la puerta después de nosotros.
Se abalanzo sobre mi y comenzó a besarme, le seguí el ritmo mientras ella iba quitando mi camiseta, me sentía extraño, sus besos no podían quitarme aquel sentimiento, intente besarla de forma mas apasionada, pero nada cambio, seguía sintiendo los tibios y suaves labios del profesor Min en cada uno de los besos de Yung Shin.
Ella continuaba besándome mientras intentaba quitarme mis pantalones pero tomé su rostro y volví a besarle de forma mas agresiva esta vez, el rostro del profesor Min vino a mi mente haciendo que alejará a Yung Shin de inmediato.
—¿Qué mierda?—dijo con voz entre cortada.
—Olvídalo, mejor me iré a casa—tome mi camiseta y volví a ponérmela.
—Ahora me dejaste con ganas, imbécil—me mostró él dedo medio.
—Lo siento—me dirigí hacía la salida.
—Cobarde—la escuché decir mientras yo cerraba la puerta detrás de mi.
Caminé hacía la salida en dirección a mi auto, me sentía verdaderamente extraño, diferente, como si no fuera yo, todo esto no me dejaba pensar con claridad.
—Maldita sea—dije mientras subía a mi auto, lo encendí y lo eche a andar hacía mi casa.
En todo el camino me mantuve pensando, esto no podía estarme pasando a mi, era inaceptable, yo odiaba a ese tipo y tenía que ser así siempre, no podía desarrollar ningún tipo de sentimiento hacía él y mucho menos, ya que ambos éramos hombres.
Llegue a mi casa y me dirigí hacía mi habitación para recostarme al fin, hasta quedarme dormido.
—Le daré una paliza si vuelve hacer eso—el profesor Min se mantuvo frente a mi, yo lo mire y él hizo lo mismo, sus ojos penetraron hasta el fondo de mi maldito corazón haciéndole suspirar. Me volví a acercar a él, esta vez de una forma mas apasionada, posicione de nuevo mis labios con los suyos, este correspondió el beso haciéndolo más intenso, entramos a su apartamento casi desnudándonos hasta llegar a su cama, lo arroje ella y me avalance hacía el, besándolo por completo, me estaba comenzando a excitar y de un momento a otro todo se torno oscuro, escuche la voz de mi madre de fondo, corrí en todas dirección sin poder encontrarla.
—Definitivamente, él es para ti, te lo aseguro—un susurró me hizo estremecer.
Me levante jadeando, mientras miraba a mi alrededor; que sueño tan más extraño he tenido.
Suspiré y despeine mi cabello mientras miraba hacía el techo de mi habitación, me sentía tan raro.
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Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)
FanfictionPark Jimin, joven apuesto pero muy avaricioso egoista y presumido. Min YoonGi, un humilde profesor de clase baja, frio y sin expresiones algunas. Llegan a conocerse, ¿coincidencia?, ¿o simple destino?, no lo se y ellos tampoco. Pero se sienten bien...