Capitulo 48.

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YoonGi.

Las cosas habían mejorado entre el joven Park y yo, tal vez aún no recordaba todo lo nuestro, pero empezaríamos desde cero y esta vez, haría mi haría esfuerzo por ganarme su corazón.

Por otro lado, la abuela Jungwha no mejoraba, seguía internada y estaba siendo medicada para que pudiera estar bien, estaba muy preocupado por ella, ya estaba grande así que si, temía lo peor.

Trabaje hasta las 2 de la tarde, así que me pasé al hospital para visitar a la abuela.

Estaba tranquilo por el lado de que Jungkook y Jimin cuidaban la panadería así por eso no me tenía que preocupar.

Llegue al hospital, le lleve algunas revistas y un poco de comida para que no se sintiera tan aburrida.

—Abuela, ¿como se siente hoy?—entre a la habitación y ella me sonrió al instante.

—Mejor ahora que estas aquí—me dijo con tanto amor, me acerque y le di un beso en la frente.

—Traigo algo de comida y también algunas revistas para que no se sienta tan aburrida.

—¿Supiste arreglartelas con la panadería Sugita?—yo puse la comida frente a ella para que degustara de está.

—Si abuela, Jimin y Jungkook están haciéndose cargo de eso ahora, puede estar tranquila—ella sonrió y comenzó a comer.

Se veía mal, no quería quitarme ánimos ni mucho menos, pero su estado no era el mejor, estaba llena de tubos, recibía suero y era medicada la mayoría del tiempo para que su dolor no le hiciera daño.

No era exactamente una enfermedad lo que ella tenía, era mas bien la edad, le pesaba mucho el trabajo que había echo en el pasado, nunca descansaba adecuadamente y eso ahora era lo que le afectaba.

Me quede con ella hasta que la hora de las visitas se termino, me despedí de ella dándole infinidad de besos en la frente y prometiéndole que estaría aquí el día siguiente.

—Doctor, ¿tiene unos segundos?—al salir de la habitación de la abuela me acerque al doctor que estaba revisando unos papeles.

—Si, dígame, ¿en que puedo ayudarle?—me sonrió.

—Soy Min YoonGi, quien se hará cargo de la anciana Jungwha, pero, me gustaría saber su estado—el cambio su expresión y suspiró.

—Ella ya es una persona mayor, hacemos lo posible porque ya no siga sufriendo por sus dolores, pero, realmente no está mejorando—aquello me cayó como balde de agua fría, no pude expresar nada más así que deje que siguiera hablando.
—No quiero asustarlo ni tampoco hacerlo sentir mal, pero, será mejor que se preparé para lo peor—puso su mano sobre mi hombro y sentí como inmediatamente una lágrima rodó por mi mejilla hasta aterrizar en la manga de mi chaqueta.
—Siento mucho dar estas noticias, pero tampoco es bueno que le de ilusiones y le mienta diciéndole que la anciana Jungwha esta de maravilla, cuando no es así, sea fuerte joven Min—me dedicó una reverencia y se alejó para seguir trabajando.

Me senté un poco, me sentía devastado, seis años que estuve lejos de ella, de solo llamarla pero no visitarla, me pesaban ahora que teniéndola cerca sabia que no sería por mucho tiempo, deje salir el llanto de forma ruidosa, no podía calmarme, de cierta manera me sentía culpable de que sus cuidados no hubieran sido los correctos, de no haberla dejado siquiera en manos de alguien de confianza, si ella se fuera ahora, jamás podría perdonarmelo.

—Hyung—no levanté la vista, odiaba que me vieran llorar así que limpie rápidamente mis lágrimas.

—¿Ya han terminado por hoy?—era Jimin, quien traía consigo algo de pan y un par de cafés.

—Si, tome—me tendió el café, lo tome sin pensarlo y lo bebí a pesar de que estaba algo caliente.
—Tenga cuidado, esta caliente—el se alarmó y me hizo dejar de beber.

—Gracias, puedes ir a casa—no quería mirarlo, mis ojos estaban hinchados y enrojecidos debido al llanto de hace unos momentos.

—¿Puedo llevarlo a casa?, esta cayendo nieve y ya casi no hay taxis—yo di otro sorbo al café u asentí.

—Esta bien, vamos—me puse de pie, el me siguió hasta su auto, entramos y emprendimos el caminó en silencio.

Agradecí que no preguntará nada, estaba seguro que me quebraría de nuevo al recordar, recoste mi cabeza en el asiento y cerré los ojos, comenzaba a sentirme vacío, como si una parte de mi estuviera empacando sus cosas apunto de irse para siempre.


Llegamos, baje del auto seguido de Jimin y entramos a casa.

—Muchas gracias por traerme, pero creo que deberías volver, tú padre debe estar preocupado—le dije aún sin mirarlo, mientras me quitaba mi chaqueta.

—¿Se encuentra bien?—su pregunta hizo que mi garganta comenzará a quemar, pero no iba a llorar, al menos no ahora con él aquí, solo asentí y me dirigí hacia la nevera.
—No me iré de aquí hasta que me diga que pasa—tome una lata de cerveza y bebí un sorbo.

—Solo estoy cansado—le di otro sorbo, esta vez más largo.

—Acaba de tomar café, tendrá mal efecto con el alcohol—intento quitarme la lata pero yo volví a darle otro sorbo hasta terminarme esta.

Saque otra, la abrí y la puse sobre la barra, Jimin intento tomarla y bebí de esta hasta dejarla a la mitad.

—Hyung, no beba de esa manera—otra vez intentó quitármela y volví terminarmela con un último sorbo.

—Vete a casa—saque otra y repetí lo anterior hasta terminarme la tercera lata, una más y después una más hasta quedar algo mareado y dejar a Jimim desesperado por intentar hacer que dejará de beber.

—Ya basta Hyung venga, siéntese en el sofá—me tomo de la cintura y me encaminó hacía el sofá.
—Nunca lo había visto beber de esa manera—se dijo Jimin.

—¿Porque me pasan estas cosas a mi?—dije de repente, creo que el alcohol mal tomado comenzó a hacer de las suyas.
—Vaya mierda—recibí un gesto amargo departe de Jimin quien se sentó junto a mi e intento averiguar que me pasaba.


Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora