Capitulo 14.

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Park Jimin.

—Seguro viste mal—dije ya fastidiado, Jungkook no dejaba de repetirme lo que había visto en mi casa.

—No, yo vi claro que el profesor Min te acobijó—sonrió picaron ante eso, yo me sonroje, ya que justo yo había echo eso por él también.

—Ya, no digas tonterías—desvíe la vista.

—También hiciste tu eso por él, ¿verdad?—yo lo mire con los ojos muy abiertos, después volví a desviar la mirada.

—Solo hacía mi trabajo completo.

—¿Cuál trabajo?—rió.

—Ese no es el caso imbécil—me volvía a sonrojar y desvíe la vista otra vez impidiendo que Jungkook lo notará.

—¿Entonces?—rió fuertemente y yo le di un golpe en el hombro.

Las clases estaban por acabar, sentía una ansiedad y una ganas enorme de llegar a casa, en parte era porque quería ver al profesor Min, solo para saber como seguía; Mierda, que me esta pasando.

Desde que mi madre murió, en la única persona que me preocupaba era en mi padre, nadie, ni siquiera Jungkook me importaban del todo, este sujeto tenía algo que me hacía volver a sentirme como cuando mi madre vivía, sentía que tenía que protegerlo, que tenía que hacerlo que se sintiera bien, que si algo le pasaba, era como si aquello me sucediera a mi, algo tenía, algo diferente, algo completamente especial que me hacía pensar y actuar de forma nada común;
¿Me estaré comenzando a atraer por el?
Pensaba, cosa que me hizo sonreír, era algo estúpido, yo no era homosexual, jamás me había sentido atraído por un chico, ni había incluso pensado en eso.

—¿De que te ríes?—Junkook me hizo volver a la realidad, las clases habían acabado y caminábamos por el corredor hacía el estacionamiento.

—De nada—desvíe la vista por enésima vez al observar a Jungkook mirándome con su cara picarona.

—¿Estabas pensando en el profesor Min?—se carcajeó haciéndome abrir los ojos sorprendido.

—No digas estupideces—volví a golpearlo pero ahora con más fuerza haciéndo que se quejará.

—Me pegas porque sabes que es verdad—esta vez se rió alejándose para que no lo golpeará.

Lo ignore y seguimos caminando hacía el estacionamiento hasta llegar a mi auto.

—Ya sube idiota—el abría la puerta del auto.

—Andas muy agresivo hoy—dijo ya dentro, yo lo fulmine con la mirada.

—Y tu andas muy toca pelotas—musite y este rió.

—Confía en mi hombre—me hizo confundirme.

—¿Porqué?—él solo sonrió encendí el auto y no volvimos a tocar el extraño tema que Jungkook había creado.

Entre más nos acercábamos a mi casa mas me invadía un sentimiento extraño, quería cerciorarme de que él estaba mejor.

Llegamos, baje del auto rápidamente y casi corrí hasta la puerta, entre a la casa y me dirigí hacía la sala de estar en donde había dejado al profesor Min.

—Fue a darse un baño—Misung me hizo sobre saltar al aparecer detrás de mi.

—No lo estaba buscando.

—Creó que sé porque se comporta así—yo me quede callado.
—Él le recuerda a su madre verdad, sus ojos, su mirada, es igual a la de su madre Joven Jimin—aquello que dijo me sorprendió, no pensé que alguien más pensara lo mismo.

—Eso es algo...

—Con permiso—salió de mi vista.

Suspire, creó que Misung tenia razón, me comportaba así con él  porque me hacía sentir una infinita nostalgia y algo dentro de mi se encendía debido a sus ojos con un parecido increíble a los de mi madre.

—¿Lo encontraste?—la voz de Jungkook me hizo voltear.

—Contigo no se puede—suspiré y sonreí, entramos a la sala yo destapé el piano e intenté tocar algo para tranquilizarme emocionalmente ya que me encontraba muy raro.

—Toca algo alegre—Jungkook se situó a mi lado.

—¿Como qué?—comencé a tocar una melodía algo lenta.

—No se, yo cantaré para ti—sonrió mientras se ponía de pie y tarareaba algo.

—¿Puedo tocar algo?—escuché la voz del profesor Min, mi corazón latió fuertemente sin mi consentimiento y voltee a mirarlo rápidamente.

—Profesor Min—Jungkook se aproximó hacía él para ayudarlo a caminar ya que aun no tenía la fuerza suficiente para hacerlo solo.

—Gracias—Jungkook lo ayudaba a incorporarse en el sofá frente al piano.

—¿Porqué sigue aquí?

—No lo he decidido yo, su padre fue quien me obligó a quedarme aquí hasta que me recupere por completo, yo quería irme desde la mañana—suspiró.

—Entiendo—me sentía muy extraño, estaba nervioso y no podía dejar de ver sus ojos.

Seguí tocando, esta vez comencé a tararear una tonadita que se me había quedado grabada de no se donde.

—¿Pasara la noche aquí?—Jungkook le pregunto al profesor Min mientras yo trataba de concentrarme en mi música.

—Me temo que si, no me gusta causar tantas molestias pero he sido prácticamente obligado—él profesor Min se veía un poco mejor a como estaba, no pude evitar echarle un vistazo de vez en cuando mientras seguía interpretando música.

—Ya veo—Jungkook se quedo pensativo y yo seguí tocando.

Levanté la vista ya que sentí la mirada del profesor Min, quién me observaba detenidamente pero no fulminandome si no con una cierta calidez, mi corazón latió velozmente de nuevo, mi mente trajo recuerdos:

"Jiminie, cariño", "ChimChim cantaré una canción para que duermas mejor ¿si?", "Cariño, yo te protegeré, solo es un pequeño golpe en la rodilla, estarás bien", "Mi ChimChim", "Te quiero cariño".

Las palabras y la voz de mi madre resonaron haciéndome quedarme parado observando los inexpresivos ojos de mi madre en el profesor Min haciendo que se generarán algunas lágrimas que contuve con gran esfuerzo.

—Ma-madre—susurré y una lágrima rodó por mi mejilla.

—Joven Park—el profesor Min llamó mi atención.

—L-lo siento, d-debo, debo irme—salí corriendo en dirección a mi habitación.

Al entrar cerré la puerta de está y me deje caer de rodillas teniendo en mi mente aquella mirada.

—Madre...

Volví a susurrar en un pequeño hilo de voz que se quebró debido al llanto que ya no pude contener y solo lo deje salir.

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora