Capitulo 39.

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Park Jimin.

Sentí que me pálpito fuertemente el corazón al terminar de leer aquella carta, mis ojos se humedecieron pero, no lograba recordar a ese sujeto, no lograba recordar nada.

—¿Joven Park, se encuentra bien?—asentí con la cabeza y volví a doblar el papel.

—No, no logro recordar.

—Es, es imposible, ¿como es que no puede hacerlo?—el profesor Kim despeinó su cabello.

—¿Que sucedió, porque, porqué no logro recordar eso?, ¿que me pasó?, ¿qué pasó con él?—me sentía muy frustrado, el electrocardiograma se disparó.

—Guarde la calma por favor—el profesor Kim puso su mano sobre mi hombro.

Después de un rato de hablar, el profesor Kim tuvo que retirarse, a mí me darían de alta en una semana o tal vez dos, aún necesitaba recuperarme.

Me dispuse a irme a dormir, cerré los ojos, pero el sueño no venía a mí; ¿que debería hacer?, no puedo recordarlo, siento que perderé algo valioso si no consigo acordarme. Miraba el techo de la habitación, mientras suspiraba e intentaba concentrarme al cien.

Después de un largo rato me quedé dormido, tal vez el cansancio ya me había ganado y no tuve otra opción.

Desperté con la luz del sol reflejándose en el rostro, bostece al abrir los ojos, mire el reloj, eran las 8 de la mañana, la enfermera llegó con mi desayuno.

—Buenos días paciente Park, ¿cómo se siente el día de hoy?—me sonrió a lo que yo respondí de igual manera y puso mi desayuno en una mesita que acomodo sobre mis piernas.

—Bien, ya me estoy recuperando gracias por preguntar—comencé a comer mientras ella se retiraba para prepararme un baño.

Yo me sentía mucho mejor, pero a pesar de eso, tenía que seguir metido aquí unas cuantas semanas más, todo era para terminar de estudiarme y determinar cuál era mi padecimiento ante la temporal pérdida de memoria.

La enfermera me anunció que era hora de darme un baño, me ayudó a trasladarme a una silla de ruedas para llevarme hacía donde lo recibiría, después de casi media hora, regresé a mi habitación, la hora de visitas estaba por comenzar.

—Hola tú—escuché la voz de Yung Shin y sonreí.

—Jamás creí que diría esto pero, te extrañé—ella sonrió.

—Veo que volviste a ser tú cariño—se cruzó de brazos y se acercó a mi cama.

—¿De qué hablas?—tome su mentón y la acerqué a mi para besarla.

—¿Tu enamoramiento ya quedó atrás?—terminamos nuestro beso, ella se separó y yo enarque una ceja confundido.

—¿De qué hablas?

—Recuerda, peleamos y me rechazaste idiota, que porque estabas enamorado de una persona—me quedé callado y sonreí, no recordaba eso.
—Pero que más da, nuestro compromiso ha sido arreglado por nuestros padres, así que tendremos que casarnos en 4 meses cariño—yo me sorprendí.

—¿Casarnos?, cielos odio todo lo que tenga que ver con los negocios de mi padre, eres hermosa pero no quiero casarme, al menos no ahora.

—Yo tampoco quiero casarme—se sentó junto a mi.

Yung Shin se quedó con migo hasta que la hora de las visitas se terminó, conversamos de nuestro compromiso, ella me gustaba, pero ni siquiera éramos novios, así que decidimos comenzar una relación oficial, para al menos cuando llegará el día de nuestra boda no pasarla tan mal y llevarnos bien ya que tendríamos que estar juntos mucho tiempo.

Min YoonGi.

Pasaron 5 semanas, al joven Park lo habían dado de alta hace menos de una semana, quería verlo, pero no serviría de nada que me presentará con él, además de que su padre me lo impediría, él no me recordaría y eso me haría sentir mucho peor.

Escuché que alguien tocaba la puerta, yo aún continuaba viviendo en la casa de la abuela Jungwha, me dirigí a abrirla.

—Profesor Min, buenas tardes—me saludo el Joven Jeon, le devolví el gesto y le indique que entrará.

—¿Me trae más noticias?

—Esta vez—suspiro.
—No son buenas—me entrego un sobre lo tomé y leí este.

"Estás cordialmente invitado a la ceremonia de casamiento de..."

—Park Jimin y...—mi voz tembló.
—Yung Shin.

—Lo siento, de verdad, lo siento mucho, lo intentamos, hicimos todo lo posible por hacer que Jimin lo recordara, pero, no funcionó—el joven Jeon se arrodilló frente a mi.

—Está bien...si él ahora se encuentra feliz, yo...yo...yo seré feliz—intentaba contener las lágrimas, mi mente ahora estaba en blanco, no podía pensar con claridad ni mucho menos formular alguna otra palabra coherente, en pocas palabras, estaba totalmente destrozado.

Mi Nuevo Profesor. (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora