Capítulo 16

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-Mamá, he decidido decírselo a todos esta noche en la fogata. En el caso de no tener su apoyo... tú me lo darías ¿verdad?

-Leah claro que te apoyaría, eres mi hija y aunque te eche de menos... sé que es lo mejor para ti. Y estoy segura que los ancianos entenderán a la perfección, te conocen y saben de tu situación, seguramente te harán prometer algunas cosas relacionadas con las manadas o algo por el estilo.

-Gracias mamá, te quiero, aunque no te lo diga demasiado-dije con una sonrisa-

Charlie y Billy llegaron minutos después seguidos por Jake y Seth, nos sentamos y comenzamos a cenar. Cenamos en silencio y una vez llegado el momento, recogimos la mesa y nos preparamos para la fogata y la posterior reunión con el consejo.

Una vez fuera de casa se encendió la fogata y esperamos a que el resto de los ancianos y las manadas llegaran junto a sus parejas; eso me hacía sentir incómoda, pero tendría que aguantarme, esta vez incluso los Cullen estaban allí por primera vez, ya que querían saber más de nuestras leyendas, puesto que su hija era la imprimación de Jake.

Cuando todos los ancianos llegaron, saludaron y empezaron a contar las leyendas que tan bien conocíamos ya.

Dos horas después terminaron de contar las leyendas, con que había llegado el momento de hablar con los ancianos del consejo y con las manadas.

Antes de dirigirme a ellos tomé aire.

-Hola, me gustaría... hablar con el consejo y con las manadas.

-Por supuesto, ¿Ocurre algo Leah? -preguntó el viejo Quil-

- ¿Leah? - me preguntaron las manadas con ojos entrecerrados-

-Como sabéis estos últimos años no han sido muy buenos para mí, y menos con la pérdida de mi padre. Por ello y por otra serie de circunstancias, he decidido marcharme de La Push.

- ¡Qué! -gritaron las dos manadas-

- Ni lo sueñes Leah-contestó Sam-

- ¿La causa principal de que te quieras marchar de la reserva es Sam? -me preguntó Quil-

-En realidad tengo más de una razón para irme, y no niego que a causa de Sam y Emily, me haya empujado a tomar esta decisión, también está la muerte de mi padre y lo más importante mis estudios.

Como todos sabéis, mi sueño cuando estaba con Sam era estudiar y formar una familia. Pues bien, eso es lo que quiero tener, me han admitido en la universidad de Michigan para estudiar trabajo social, esa universidad es la que mejor prepara en ese aspecto, además ya tengo una habitación en la residencia y una beca que me ayudará a pasar página.

- ¿Michigan? - contestaron todos-

-Sé que está al otro lado del país, pero es distancia lo que necesito para poder avanzar y para dejar atrás lo ocurrido con Sam-dije mirando al consejo- prometo que seguiré en contacto con la reserva, vendré en las vacaciones y si hay un problema grave en la manada, como una lucha con vampiros... vendré en el primer vuelo, además Sue y Seth no estarán desprotegidos, ya que cuando llegue a Michigan el próximo fin de semana, buscaré un empleo para pagar el alquiler y mandar dinero a casa.

- ¿La próxima semana? ¿Es por eso por lo que no has entrado en fase en toda esta semana? Para que no supiéramos que habías decidido marcharte-rugió Sam-

-Exacto, por esa razón y porque tengo que acostumbrarme a que en una ciudad tan grande tengo que controlarme para no entrar en fase.

-Si haces eso, envejecerás más rápido-contestó por primera vez Jake-

-Ya lo sé, pero no habría problema, ni que me fuesen a salir canas y arrugas con 20 años-contesté- de todas maneras, en cualquier momento puedo escaparme de la ciudad y entrar en fase en el bosque.

-Me niego rotundamente Leah-gruñó Sam-

-Sam, tú ya no me mandas, es Jacob a quien debo obedecer y a los ancianos.

-Leah tiene razón Sam, -comentó Billy- yo creo que no habría ningún problema en que se marchase, siempre y cuando cumpla con lo que ha prometido y siga en contacto con nosotros de forma periódica.

-Yo pienso igual que Billy-dijo el viejo Quil- y supongo que Sue piensa lo mismo.

-Así es, todos habéis sufrido mucho en especial Leah y en este caso, aunque me duela, lo mejor para todos es la distancia.

-Por mi parte no hay ningún problema Leah, eres libre de irte para intentar rehacer tu vida y cumplir tus sueños, solo te pongo la condición de que además de estar en contacto con nosotros y visitarnos alguna que otra vez. Es que, si en cualquier momento te sientes amenazada, necesitas ayuda o crees que estás en peligro, te pondrás en contacto con nosotros y si es necesario la manada, iremos a ayudarte.

-Muchas gracias Jake-dije abrazándolo por primera vez-

-Bien, si eso es todo, damos por finalizada esta charla-dijo Billy-

Al fin podría ser feliz.

Una vez los ancianos se fueron, las manadas y Seth se acercaron a mí. Suspiré, sabía que no me libraría de esto.


Mi vida patas arriba, la historia de Leah ClearwaterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora